Estrechos del Río Ebrón. De El Cuervo a Las Erillas, y vuelta a Castielfabib por la Solana y Cuesta del Rato, y La Plana
near El Cuervo, Aragón (España)
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Itinerary description
El 13 de junio subí una ruta por la parte alta de los Estrechos del Ebron (37565960), con un trayecto circular desde Alobras, pasando por el barranco de las Tejadas, los estrechos y Tormón. Hoy, en plena otoñada, hemos hecho la parte baja de esa ruta, entre Las Erillas (zona de unión de la rambla de Alobras y el Ebrón) y Castielfabib, pasando por El Cuervo, los Manantiales y la Cuesta del Rato.
El diseño de la ruta es especial: debido a mis limitaciones decidimos no hacer una ruta circular completa. En su lugar, dejamos un coche en Castielfabib y subimos con otro hasta El Cuervo. La idea era disminuir la longitud a recorrer, con una posible salida al regreso a nivel de El Cuervo, y subir desde Castielfabib a El Cuervo en el primer coche para recoger el otro, en lugar de completar caminando un trayecto de más de 18 km.
Castielfabib es una preciosa población, colgada en los riscos de la ladera oeste del barranco del Ebrón, con una importante y larga historia. Es uno de los municipios más poblados del Rincón de Ademúz, pero también es el más extenso, por lo que la densidad de población es aquí muy baja, y los servicios son igualmente escasos (nosotros no pudimos encontrar un lugar donde comer algo, teniendo que bajar a Ademuz para hacerlo). En la zona se han encontrado restos de la Edad del Bronce, y en ella se edificó un poblado ibérico, sobre el que después harían nuevas construcciones los romanos; el nombre de la población parece derivarse del Castrum Fabio, posteriormente cambiado por Castellum Fabio, por el gran castillo que dominaba la población desde el Monte Fabio. Conquistada por los musulmanes a principios del siglo VIII permaneció bajo su dominio durante casi 5 siglos, dependiendo primero de la taifa de Alpuente, luego de la de Albarracín y finalmente del reino de Valencia. Fue conquistada a principios del siglo XIII por Pedro II de Aragón, quien la nombró Villa Real, estando desde entonces representada en las Cortes Valencianas; fue recuperada más tarde por los musulmanes, hasta su reconquista por Jaime I, que la cedió a la Orden del Temple aunque la incluyó en el Reino de Valencia; tras la disolución de la orden del Temple, sus derechos pasaron a la Orden de Montesa, que constituyó la Baronía de Castielfabib, a la que perteneció lo que ahora es el Rincón de Ademuz. A principios del siglo XIV se construyó la Iglesia Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles, que aún sigue dominando la población, y que ha sido testigo de numerosos conflictos bélicos a lo largo de los siglos. En 1394, el rey autorizó el establecimiento de los Agustinos en la población, fundándose a continuación el Convento de Nuestra Señora de Gracia, o de San Guillermo; este Convento pasaría a finales del siglo XVI a los Carmelitas y luego a los Franciscanos, que lo mantuvieron hasta la Desamortización. En el siglo XVII se fundó la aldea de Torrebaja, y tuvo especial notoriedad un bandolero (Jaime Ruiz de Castellblanque), posteriormente ejecutado en Madrid. Ocupada por los franceses durante la Guerra de la Independencia), la iglesia pasó a hacer funciones de cárcel y comandancia, y el Rincón de Ademuz fue asignado a Teruel, aunque esta decisión (años más tarde repetida de nuevo) no fue llevada a la práctica, al igual que pasó con la primera Desamortización, de 1822, que exclaustró el Convento de San Guillermo. La historia siguió siendo muy movida durante la Primera Guerra Carlista, con construcción y posterior destrucción de buen número de fortificaciones, de las que aún quedan vestigios. En el siglo XIX se desgajó una parte del término para crear el término de Torrebaja, pero el resto sigue siendo más o menos el de la época medieval. Testimonio de esa historia larga y pródiga en eventos quedan múltiples ejemplos de arquitectura religiosa y civil, en variable estado de conservación.
El Cuervo es una población perteneciente a Teruel, con poco más de 100 habitantes, en cuya Plazuela del Horno se conserva un olmo centenario. Al norte de la población se encuentran los Estrechos del Ebrón, por los que discurre el antiguo camino que unía Tormón con El Cuervo. En el siglo XII pasa a manos de los Templarios, con la obligación de contribuir a la reconquista del territorio, En 1492 se llevó a cabo la expulsión de la comunidad judía. A finales del siglo XV la zona pasó a manos de los Condes de Fuentes, y hay una leyenda (las Coplas de la MarquesaI que dice que en el siglo XVII falleció una hija de los condes, lo que causó tanta pena que se hizo cambiar el nombre original de la población (Fuentes Claras, según la leyenda) al de El Cuervo (aludiendo al luto causado por ese hecho). Durante la Guerra Civil y los años siguientes pasaron muchas cosas que mejor parece no recordar por su crueldad. En el centro de la población, muy cerca del restaurado Ayuntamiento, se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI.
La ruta que hemos seguido está basada en el recorrido propuesto por Mochilero en 2009 (668265), aunque dado el tiempo transcurrido desde entonces el trayecto más recomendable ha cambiado algo, y la ruta es circular en su parte superior, desde El Cuervo. Se puede considerar totalmente circular si se incluye en el trozo inferior el trayecto por la CV-479 desde Castielfabib a El Cuervo, que hicimos en coche y hubiera aumentado la longitud total recorrida a más de 18 km.
Llegamos a El Cuervo desde Valencia por la A-3, pasando a la N-330 en Utiel, para seguir por ella hasta Ademuz, y tomar la CV-479 hacia Castielfabib y El Cuervo, donde aparcamos en la Plaza del Ayuntamiento e iniciamos el recorrido a pie.
La ruta nos lleva por las calles de El Cuervo, en las proximidades del Mirador, hasta la Vega del Río Ebrón. a la altura del chiringuito y área recreativa, donde hay una pequeña cascada que se origina en el final de una acequia. Aquí está ya el sendero que sigue hacia el norte por la ladera oeste de la Vega del Ebrón, frente a la Solana del Rato. La vega muestra abundante vegetación, con zonas de arbolado de hoja perenne, sobre todo a nivel de los manantiales, y otras de hoja caduca (choperas y huertos principalmente) con los hermosísimos cambios de coloración propios de la época.
Pasa La Poza, a la altura de la Fuente del Yogo, la vega se cierra, comenzando los estrechos, y el río nos muestra aquí y allá pequeñas cascadas y pozas de aguas transparentes; las altas paredes rocosas muestran abundantes cuevas y los restos de repetidos desprendimientos y otros accidentes geológicos, que se salvan fácilmente con ayuda de puentes, escaleras talladas en la piedra o construidas con maderas, en las que ocasionalmente se encuentran aseguradores y fijaciones, que no parecen necesarios aunque desde luego aumentan la sensación de seguridad del caminante. Tras pasar por la Moratilla y el Cerro del Rato, el barranco se cierra aún más a medida que se acerca a la zona de las Orillas, donde la Rambla de Alobras se une al barranco tallado por el Ebrón. Esta zona, conocida como los estrechos de Cañamar aunque para otros es sólo una parte de los estrechos del Ebrón, es impresionante. Al final encontraremos una bajada algo pronunciada, que llega a la altura del agua, aunque encontramos unas grapas con escalones metálicos que nos permiten pasar al otro lado sin mojarnos, alcanzando el puente por donde llega (por nuestra izquierda) el sendero de Alobras. Aquí se une esta ruta con la antes citada por la parte norte del Ebrón, por lo que tras hacer algunas fotos damos la vuelta e iniciamos el regreso por el mismo sendero que hemos utilizado antes, hasta llegar al comienzo de la Vega del Ebrón, donde encontramos una pista que sale por la izquierda para pasar al lado este de la Vega, al pie de la Solana del Rato, por la que seguiremos en dirección a Castielfabib.
Inicialmente pasaremos por las instalaciones en desuso de una antigua piscifactoría, y comenzamos a ver carteles que nos ilustran sobre los árboles del lugar. Esta es la zona denominada Sendero Botánico, con una excelente variedad de especies vegetales. Al final, a la altura de El Cuervo por nuestra derecha y a los pies de la Cruz de los Picorzos por nuestra izquierda, encontraremos una pista que nos lleva hacia el oeste, cruza el río Ebrón y finaliza en la vecindad del chiringuito antes citado.
Aquí giramos a la izquierda para seguir en dirección sur por una pista a los pies del Mirador del Castillo; al poco tiempo pasaremos por los restos de un antiguo molino y poco más adelante tomaremos una pista que sale por la izquierda para ir a cruzar el río Ebrón y seguir por su ribera norte hacia la Cuesta del Rato. Aquí encontramos la carretera CV-482, que cruzamos para seguir por la pista que bordea la población y continúa hacia las instalaciones del Campamento Rincón de Ademuz, al pie de la Peña de la Mosca. A partir de aquí entramos en la zona conocida como La Plana, donde el río forma varios meandros y vemos las entradas de antiguas bodegas excavadas en la tierra.
Algo más adelante encontraremos el río, que debemos cruzar; un cartel anuncia la existencia de un puente, pero realmente lleva hacia un vado, donde el agua tiene poca profundidad, por lo que algunos nos descalzamos y cruzamos el río sin ningún problema, mientras el resto continuaba algo más adelante para cruzar el río por el puente existente a ese nivel. Desde aquí llegamos en pocos minutos a la carretera a la carretera CV-479, desde la que hay buenas vistas a los Estrechos de la zona, así como a las ruinas del Convento de San Guillermo; cruzamos un corto túnel excavado en el cerro sobre el que se sitúa la Iglesia-Fortaleza y entramos en Castielfabib, donde finaliza esta ruta y recogemos un coche para ir a buscar el otro.
La ruta en conjunto es bellísima, con los cambios cromáticos de la otoñada haciéndola aún más bonita. Los pueblos merecen una visita y los senderos están bien marcados en general, aunque siempre se debe llevar la ruta grabada en GPS y consultarla ante cualquier duda o posible extravío. De longitud media-alta y con un desnivel total escaso (lo peor está al final, en la subida a Castielfabib y visita a la población) no tiene puntos de dificultad técnica significativa por lo que es accesible incluso a personas con un nivel físico medio-bajo. No hay puntos claros de toma de agua adecuada para consumo humano, por lo que recomendamos llevar una cantidad suficiente, algo de comida, y buen calzado, preferiblemente de montaña, sobre todo si el suelo está húmedo.
El diseño de la ruta es especial: debido a mis limitaciones decidimos no hacer una ruta circular completa. En su lugar, dejamos un coche en Castielfabib y subimos con otro hasta El Cuervo. La idea era disminuir la longitud a recorrer, con una posible salida al regreso a nivel de El Cuervo, y subir desde Castielfabib a El Cuervo en el primer coche para recoger el otro, en lugar de completar caminando un trayecto de más de 18 km.
Castielfabib es una preciosa población, colgada en los riscos de la ladera oeste del barranco del Ebrón, con una importante y larga historia. Es uno de los municipios más poblados del Rincón de Ademúz, pero también es el más extenso, por lo que la densidad de población es aquí muy baja, y los servicios son igualmente escasos (nosotros no pudimos encontrar un lugar donde comer algo, teniendo que bajar a Ademuz para hacerlo). En la zona se han encontrado restos de la Edad del Bronce, y en ella se edificó un poblado ibérico, sobre el que después harían nuevas construcciones los romanos; el nombre de la población parece derivarse del Castrum Fabio, posteriormente cambiado por Castellum Fabio, por el gran castillo que dominaba la población desde el Monte Fabio. Conquistada por los musulmanes a principios del siglo VIII permaneció bajo su dominio durante casi 5 siglos, dependiendo primero de la taifa de Alpuente, luego de la de Albarracín y finalmente del reino de Valencia. Fue conquistada a principios del siglo XIII por Pedro II de Aragón, quien la nombró Villa Real, estando desde entonces representada en las Cortes Valencianas; fue recuperada más tarde por los musulmanes, hasta su reconquista por Jaime I, que la cedió a la Orden del Temple aunque la incluyó en el Reino de Valencia; tras la disolución de la orden del Temple, sus derechos pasaron a la Orden de Montesa, que constituyó la Baronía de Castielfabib, a la que perteneció lo que ahora es el Rincón de Ademuz. A principios del siglo XIV se construyó la Iglesia Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles, que aún sigue dominando la población, y que ha sido testigo de numerosos conflictos bélicos a lo largo de los siglos. En 1394, el rey autorizó el establecimiento de los Agustinos en la población, fundándose a continuación el Convento de Nuestra Señora de Gracia, o de San Guillermo; este Convento pasaría a finales del siglo XVI a los Carmelitas y luego a los Franciscanos, que lo mantuvieron hasta la Desamortización. En el siglo XVII se fundó la aldea de Torrebaja, y tuvo especial notoriedad un bandolero (Jaime Ruiz de Castellblanque), posteriormente ejecutado en Madrid. Ocupada por los franceses durante la Guerra de la Independencia), la iglesia pasó a hacer funciones de cárcel y comandancia, y el Rincón de Ademuz fue asignado a Teruel, aunque esta decisión (años más tarde repetida de nuevo) no fue llevada a la práctica, al igual que pasó con la primera Desamortización, de 1822, que exclaustró el Convento de San Guillermo. La historia siguió siendo muy movida durante la Primera Guerra Carlista, con construcción y posterior destrucción de buen número de fortificaciones, de las que aún quedan vestigios. En el siglo XIX se desgajó una parte del término para crear el término de Torrebaja, pero el resto sigue siendo más o menos el de la época medieval. Testimonio de esa historia larga y pródiga en eventos quedan múltiples ejemplos de arquitectura religiosa y civil, en variable estado de conservación.
El Cuervo es una población perteneciente a Teruel, con poco más de 100 habitantes, en cuya Plazuela del Horno se conserva un olmo centenario. Al norte de la población se encuentran los Estrechos del Ebrón, por los que discurre el antiguo camino que unía Tormón con El Cuervo. En el siglo XII pasa a manos de los Templarios, con la obligación de contribuir a la reconquista del territorio, En 1492 se llevó a cabo la expulsión de la comunidad judía. A finales del siglo XV la zona pasó a manos de los Condes de Fuentes, y hay una leyenda (las Coplas de la MarquesaI que dice que en el siglo XVII falleció una hija de los condes, lo que causó tanta pena que se hizo cambiar el nombre original de la población (Fuentes Claras, según la leyenda) al de El Cuervo (aludiendo al luto causado por ese hecho). Durante la Guerra Civil y los años siguientes pasaron muchas cosas que mejor parece no recordar por su crueldad. En el centro de la población, muy cerca del restaurado Ayuntamiento, se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI.
La ruta que hemos seguido está basada en el recorrido propuesto por Mochilero en 2009 (668265), aunque dado el tiempo transcurrido desde entonces el trayecto más recomendable ha cambiado algo, y la ruta es circular en su parte superior, desde El Cuervo. Se puede considerar totalmente circular si se incluye en el trozo inferior el trayecto por la CV-479 desde Castielfabib a El Cuervo, que hicimos en coche y hubiera aumentado la longitud total recorrida a más de 18 km.
Llegamos a El Cuervo desde Valencia por la A-3, pasando a la N-330 en Utiel, para seguir por ella hasta Ademuz, y tomar la CV-479 hacia Castielfabib y El Cuervo, donde aparcamos en la Plaza del Ayuntamiento e iniciamos el recorrido a pie.
La ruta nos lleva por las calles de El Cuervo, en las proximidades del Mirador, hasta la Vega del Río Ebrón. a la altura del chiringuito y área recreativa, donde hay una pequeña cascada que se origina en el final de una acequia. Aquí está ya el sendero que sigue hacia el norte por la ladera oeste de la Vega del Ebrón, frente a la Solana del Rato. La vega muestra abundante vegetación, con zonas de arbolado de hoja perenne, sobre todo a nivel de los manantiales, y otras de hoja caduca (choperas y huertos principalmente) con los hermosísimos cambios de coloración propios de la época.
Pasa La Poza, a la altura de la Fuente del Yogo, la vega se cierra, comenzando los estrechos, y el río nos muestra aquí y allá pequeñas cascadas y pozas de aguas transparentes; las altas paredes rocosas muestran abundantes cuevas y los restos de repetidos desprendimientos y otros accidentes geológicos, que se salvan fácilmente con ayuda de puentes, escaleras talladas en la piedra o construidas con maderas, en las que ocasionalmente se encuentran aseguradores y fijaciones, que no parecen necesarios aunque desde luego aumentan la sensación de seguridad del caminante. Tras pasar por la Moratilla y el Cerro del Rato, el barranco se cierra aún más a medida que se acerca a la zona de las Orillas, donde la Rambla de Alobras se une al barranco tallado por el Ebrón. Esta zona, conocida como los estrechos de Cañamar aunque para otros es sólo una parte de los estrechos del Ebrón, es impresionante. Al final encontraremos una bajada algo pronunciada, que llega a la altura del agua, aunque encontramos unas grapas con escalones metálicos que nos permiten pasar al otro lado sin mojarnos, alcanzando el puente por donde llega (por nuestra izquierda) el sendero de Alobras. Aquí se une esta ruta con la antes citada por la parte norte del Ebrón, por lo que tras hacer algunas fotos damos la vuelta e iniciamos el regreso por el mismo sendero que hemos utilizado antes, hasta llegar al comienzo de la Vega del Ebrón, donde encontramos una pista que sale por la izquierda para pasar al lado este de la Vega, al pie de la Solana del Rato, por la que seguiremos en dirección a Castielfabib.
Inicialmente pasaremos por las instalaciones en desuso de una antigua piscifactoría, y comenzamos a ver carteles que nos ilustran sobre los árboles del lugar. Esta es la zona denominada Sendero Botánico, con una excelente variedad de especies vegetales. Al final, a la altura de El Cuervo por nuestra derecha y a los pies de la Cruz de los Picorzos por nuestra izquierda, encontraremos una pista que nos lleva hacia el oeste, cruza el río Ebrón y finaliza en la vecindad del chiringuito antes citado.
Aquí giramos a la izquierda para seguir en dirección sur por una pista a los pies del Mirador del Castillo; al poco tiempo pasaremos por los restos de un antiguo molino y poco más adelante tomaremos una pista que sale por la izquierda para ir a cruzar el río Ebrón y seguir por su ribera norte hacia la Cuesta del Rato. Aquí encontramos la carretera CV-482, que cruzamos para seguir por la pista que bordea la población y continúa hacia las instalaciones del Campamento Rincón de Ademuz, al pie de la Peña de la Mosca. A partir de aquí entramos en la zona conocida como La Plana, donde el río forma varios meandros y vemos las entradas de antiguas bodegas excavadas en la tierra.
Algo más adelante encontraremos el río, que debemos cruzar; un cartel anuncia la existencia de un puente, pero realmente lleva hacia un vado, donde el agua tiene poca profundidad, por lo que algunos nos descalzamos y cruzamos el río sin ningún problema, mientras el resto continuaba algo más adelante para cruzar el río por el puente existente a ese nivel. Desde aquí llegamos en pocos minutos a la carretera a la carretera CV-479, desde la que hay buenas vistas a los Estrechos de la zona, así como a las ruinas del Convento de San Guillermo; cruzamos un corto túnel excavado en el cerro sobre el que se sitúa la Iglesia-Fortaleza y entramos en Castielfabib, donde finaliza esta ruta y recogemos un coche para ir a buscar el otro.
La ruta en conjunto es bellísima, con los cambios cromáticos de la otoñada haciéndola aún más bonita. Los pueblos merecen una visita y los senderos están bien marcados en general, aunque siempre se debe llevar la ruta grabada en GPS y consultarla ante cualquier duda o posible extravío. De longitud media-alta y con un desnivel total escaso (lo peor está al final, en la subida a Castielfabib y visita a la población) no tiene puntos de dificultad técnica significativa por lo que es accesible incluso a personas con un nivel físico medio-bajo. No hay puntos claros de toma de agua adecuada para consumo humano, por lo que recomendamos llevar una cantidad suficiente, algo de comida, y buen calzado, preferiblemente de montaña, sobre todo si el suelo está húmedo.
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Excelente ruta en el Rincon de Ademuz
Ruta excelente
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Asombroso entorno a lo largo del rio Ebron
Algunas rutas necesitarían puntuación doble....,esta es una de ellas.
El deambular por el río es formidable,con la otoñada amarilla,las cascadas,el arbolado....
Imprescindible.
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Scenery
Moderate
Algunas rutas necesitarían puntuación doble....,esta es una de ellas.
El deambular por el río es formidable,con la otoñada amarilla,las cascadas,el arbolado....
Imprescindible.
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Difficult
¡Fantástica ruta!
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Scenery
Moderate
Excelente ruta
Preciosa ruta
Qué combinación tan perfecta !, bellísimos colores y agua.