Estany de Besiberri - L'Estanyet, desde Conangles
near Sant-Nicolau dels Pontells, Catalunya (España)
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Trail photos
Itinerary description
El estany del Besiberri es uno de los lugares idílicos que podemos encontrar en el Pirineo.
Su proximidad al refugio de Conangles y su anexa zona de estacionamiento, así como la proximidad a la carretera N-230 le hacen muy accesible. Por si fuera poco, el desnivel hasta este lago es relativamente pequeño y la altitud a la que se encuentra le regala un envidiable ambiente de alta montaña.
El principal problema de este sitio, es la importante aglomeración de gente cuando hace buen tiempo y especialmente en fin de semana. Es el precio que se paga de un lugar tan hermoso a "cuatro pasos" del coche.
DESCRIPCION DE LA RUTA:
Se inicia en el estacionamiento de Conangles, gran refugio guardado situado a unos 100 metros de distancia en medio de un gran bosque de hayas.
La zona de estacionamiento está dividida en dos partes: una pegada a la carretera, asfaltada, y otra de piso de tierra más abajo, casi pegada al río Noguera Ribagorzana.
Iniciamos pues desde la zona de tierra: es lunes y no hay mas que dos caravanas estacionadas en este lugar. Seguramente ayer estarían ambos estacionamientos repletos de coches, por algo hemos elegido un día así, que nos permitirá estar alejados del ruido y la masificación.
Cruzamos el puente sobre el río Noguera Ribagorzana y enlazamos con un camino que es el GR.-11. Lo seguimos por la derecha, en sentido descendente.
Después de unos 900 m. encontraremos una división de caminos, tomamos el de la izquierda abandonando el GR-11. Todas las intersecciones se encuentran perfectamente señalizadas.
Inmediatamente, en el camino de la izquierda veremos que existe senda que ataja constantemente las grandes lazadas que describiríamos si no abandonásemos el camino forestal.
Iniciamos pues la ascensión bajo un fabuloso hayedo y con el curso del barranco del Besiberri muy cerca.
Poco a poco ganaremos altitud y dejaremos de escuchar el tráfico de vehículos de la N-230, a la vez que gana protagonismo la sucesión de cascadas del barranco que tenemos al lado. Es época de deshielo y este río suele bajar con bastante caudal, lo que unido al desnivel le hacen ruidoso y salvaje.
El bosque más arriba es mixto, hayas abedules y enormes abetos nos dan sombra y nos regalan vistas agradables. El camino de repente cruza el cauce (lugar de toma de agua de incendios para medios terrestres) y desaparece, a partir La subida es constante y el último repecho se hace bastante durillo, hasta llegar a una especie de collado donde el bosque clarea y a cambio las flores de los arbustos y plantas de alta montaña abundan.
De repente, nos encontramos con el ibón del Besiberri delante, rodeado de grandiosas montañas. Es un paraje envidiable por su grandeza y colorido, sin duda un auténtico regalo para el excursionista. Estuve aquí hace 38 años en una travesía, en esos tiempos apenas había sendero y este lugar no lo conocía casi nadie. Incluso acampamos en la cola del embalse, y en aquellos tiempos era normal hacer por la noche un fuego para cocinar y calentarse antes de meterse en el saco de dormir.
Disfrutamos del paraje unos momentos y decidimos continuar ruta valle arriba, bordeamos las aguas de este precioso lago no represado y alcanzamos la cola del estany donde hay una pradera muy verde y salpicada de pinos, sin duda un sitio apropiado para descansar a la sombra o al sol según preferencias.
Caminamos por una senda menos pisada en adelante, siguiendo algunos mojones en medio de un mar de rododendros en flor, todo es exquisitamente bello y con un último esfuerzo alcanzamos el ibonet del Besiberri, yo creo que hace 38 años cuando pasé por aquí ni siquiera existía este ibón, cubierto de los hielos glaciares que se desprendían de las cumbres del Besiberri Nord y el Central, ambos con mas de 3000 m. de altitud.
En el Ibonet me di un refrescante baño, las aguas son gélidas. Es un remojón momentáneo que te repone del calor que acumulas subiendo.
En el descenso, además de las miles de flores y plantas variadísimas que nos encontramos, pudimos ver una víbora áspid, la cual se encontraba junto a un arroyo (estaría bebiendo digo yo) y que cuando la fotografiaba, se dio la vuelta y en vez de huir, pasó a mi lado sin rubor para resguardarse en un agujero bajo una roca. Me siento muy afortunado de poder ver esta fauna tan poco frecuente y que según indican algunos especialistas, significa que este espacio natural goza de buena salud.
Regresamos por el mismo lugar, y creo que merece la pena reseñar de nuevo que en todo el día no vimos ni una sola persona haciendo esta ruta. Las cosas de ir en lunes y en día de colegios.
Su proximidad al refugio de Conangles y su anexa zona de estacionamiento, así como la proximidad a la carretera N-230 le hacen muy accesible. Por si fuera poco, el desnivel hasta este lago es relativamente pequeño y la altitud a la que se encuentra le regala un envidiable ambiente de alta montaña.
El principal problema de este sitio, es la importante aglomeración de gente cuando hace buen tiempo y especialmente en fin de semana. Es el precio que se paga de un lugar tan hermoso a "cuatro pasos" del coche.
DESCRIPCION DE LA RUTA:
Se inicia en el estacionamiento de Conangles, gran refugio guardado situado a unos 100 metros de distancia en medio de un gran bosque de hayas.
La zona de estacionamiento está dividida en dos partes: una pegada a la carretera, asfaltada, y otra de piso de tierra más abajo, casi pegada al río Noguera Ribagorzana.
Iniciamos pues desde la zona de tierra: es lunes y no hay mas que dos caravanas estacionadas en este lugar. Seguramente ayer estarían ambos estacionamientos repletos de coches, por algo hemos elegido un día así, que nos permitirá estar alejados del ruido y la masificación.
Cruzamos el puente sobre el río Noguera Ribagorzana y enlazamos con un camino que es el GR.-11. Lo seguimos por la derecha, en sentido descendente.
Después de unos 900 m. encontraremos una división de caminos, tomamos el de la izquierda abandonando el GR-11. Todas las intersecciones se encuentran perfectamente señalizadas.
Inmediatamente, en el camino de la izquierda veremos que existe senda que ataja constantemente las grandes lazadas que describiríamos si no abandonásemos el camino forestal.
Iniciamos pues la ascensión bajo un fabuloso hayedo y con el curso del barranco del Besiberri muy cerca.
Poco a poco ganaremos altitud y dejaremos de escuchar el tráfico de vehículos de la N-230, a la vez que gana protagonismo la sucesión de cascadas del barranco que tenemos al lado. Es época de deshielo y este río suele bajar con bastante caudal, lo que unido al desnivel le hacen ruidoso y salvaje.
El bosque más arriba es mixto, hayas abedules y enormes abetos nos dan sombra y nos regalan vistas agradables. El camino de repente cruza el cauce (lugar de toma de agua de incendios para medios terrestres) y desaparece, a partir La subida es constante y el último repecho se hace bastante durillo, hasta llegar a una especie de collado donde el bosque clarea y a cambio las flores de los arbustos y plantas de alta montaña abundan.
De repente, nos encontramos con el ibón del Besiberri delante, rodeado de grandiosas montañas. Es un paraje envidiable por su grandeza y colorido, sin duda un auténtico regalo para el excursionista. Estuve aquí hace 38 años en una travesía, en esos tiempos apenas había sendero y este lugar no lo conocía casi nadie. Incluso acampamos en la cola del embalse, y en aquellos tiempos era normal hacer por la noche un fuego para cocinar y calentarse antes de meterse en el saco de dormir.
Disfrutamos del paraje unos momentos y decidimos continuar ruta valle arriba, bordeamos las aguas de este precioso lago no represado y alcanzamos la cola del estany donde hay una pradera muy verde y salpicada de pinos, sin duda un sitio apropiado para descansar a la sombra o al sol según preferencias.
Caminamos por una senda menos pisada en adelante, siguiendo algunos mojones en medio de un mar de rododendros en flor, todo es exquisitamente bello y con un último esfuerzo alcanzamos el ibonet del Besiberri, yo creo que hace 38 años cuando pasé por aquí ni siquiera existía este ibón, cubierto de los hielos glaciares que se desprendían de las cumbres del Besiberri Nord y el Central, ambos con mas de 3000 m. de altitud.
En el Ibonet me di un refrescante baño, las aguas son gélidas. Es un remojón momentáneo que te repone del calor que acumulas subiendo.
En el descenso, además de las miles de flores y plantas variadísimas que nos encontramos, pudimos ver una víbora áspid, la cual se encontraba junto a un arroyo (estaría bebiendo digo yo) y que cuando la fotografiaba, se dio la vuelta y en vez de huir, pasó a mi lado sin rubor para resguardarse en un agujero bajo una roca. Me siento muy afortunado de poder ver esta fauna tan poco frecuente y que según indican algunos especialistas, significa que este espacio natural goza de buena salud.
Regresamos por el mismo lugar, y creo que merece la pena reseñar de nuevo que en todo el día no vimos ni una sola persona haciendo esta ruta. Las cosas de ir en lunes y en día de colegios.
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Comments (4)
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Entorno espectacular
Muchas gracias por tu valoración fermarian.
Me alegra que te haya gustado la excursión, un saludo.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta molt xula, quan arribes dp de la pujada a l'estany de Besiberri, és molt una pasada. Gràcies x compartir!
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Scenery
Difficult
La subida de los ultimos km es dificil,muy empinada y llena de rocas asi vale la pena una vez .