Estación Francia, Moll de la Fusta, Plaza Colon, Salón Náutico, Maremágnum, Aduanas, Museo Marítimo, Basílica Mercè
near la Barceloneta, Catalunya (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta circular desde la Barceloneta pasando por:
Estación Francia,
Plaza Colon,
Moll de la Fusta,
Salón Náutico,
Maremagnum,
Aduanas,
Museo Marítimo,
Las Ramblas
Estatuas vivientes
Museo Cera
Bosc Encantad
Basílica de la Mercè (5.6 km)
Moll de la Fusta
Durante muchos siglos fue el primer puerto de la ciudad, cuando Barcelona era romana. Más tarde, y tal como indica su nombre, el Moll de la Fusta tuvo funciones de depósito y estiba de madera. Hoy en día, y después de que se remodelara en el contexto de los Juegos Olímpicos de 1992, es un agradable paseo junto al mar perfectamente integrado en la ciudad.
El Moll de la Fusta se bautizó oficialmente con el nombre Bosch i Alsina en honor a este político y empresario catalán que se hizo rico en Cuba. Aun así, como pasa a menudo con muchos espacios emblemáticos, prácticamente nadie utiliza su verdadero nombre.
Desde este paseo a pie de costa se llega al Palau de Mar, al Maremágnum y al mirador de Colom, entre otros puntos emblemáticos. El muelle está alegre y transitado por la proximidad a las zonas de ocio del Maremágnum, el Born y la Rambla. Pero no siempre ha sido así: de la dura vida en el muelle dejó testimonio, hace cerca de un siglo, el poeta Joan Salvat-Papasseit:
“He aquí: yo he guardado madera en el muelle.
Vosotros no sabéis
qué es
guardar madera en el muelle:
mas yo he visto la lluvia
a cántaros
sobre los botes,
/y bajo los tablones recogerse el precio fijo
de la angustia;
bajo los pinos de Flandes
y los melis,
bajo los cedros sagrados.”
Nocturno para acordeón (1925), traducido por Daniel Alcoba
La gamba de Barcelona
Al nivel superior del muelle, allí donde se instalaron muchos restaurantes hoy desaparecidos, funcionó durante un tiempo el Restaurante Gambrinus, en cuyo tejado se colocó una gamba gigantesca de 15 metros de largo. Es obra del diseñador Mariscal y actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, que decidió mantenerla en esta ubicación aunque el restaurante ya no está. Hoy en día es uno de los iconos más divertidos de la ciudad. Más allá, dominando el mirador del Port Vell, la escultura La cara de Barcelona, del artista pop Roy Lichtenstein, llena de colores el entorno.
Estación Francia,
Plaza Colon,
Moll de la Fusta,
Salón Náutico,
Maremagnum,
Aduanas,
Museo Marítimo,
Las Ramblas
Estatuas vivientes
Museo Cera
Bosc Encantad
Basílica de la Mercè (5.6 km)
Moll de la Fusta
Durante muchos siglos fue el primer puerto de la ciudad, cuando Barcelona era romana. Más tarde, y tal como indica su nombre, el Moll de la Fusta tuvo funciones de depósito y estiba de madera. Hoy en día, y después de que se remodelara en el contexto de los Juegos Olímpicos de 1992, es un agradable paseo junto al mar perfectamente integrado en la ciudad.
El Moll de la Fusta se bautizó oficialmente con el nombre Bosch i Alsina en honor a este político y empresario catalán que se hizo rico en Cuba. Aun así, como pasa a menudo con muchos espacios emblemáticos, prácticamente nadie utiliza su verdadero nombre.
Desde este paseo a pie de costa se llega al Palau de Mar, al Maremágnum y al mirador de Colom, entre otros puntos emblemáticos. El muelle está alegre y transitado por la proximidad a las zonas de ocio del Maremágnum, el Born y la Rambla. Pero no siempre ha sido así: de la dura vida en el muelle dejó testimonio, hace cerca de un siglo, el poeta Joan Salvat-Papasseit:
“He aquí: yo he guardado madera en el muelle.
Vosotros no sabéis
qué es
guardar madera en el muelle:
mas yo he visto la lluvia
a cántaros
sobre los botes,
/y bajo los tablones recogerse el precio fijo
de la angustia;
bajo los pinos de Flandes
y los melis,
bajo los cedros sagrados.”
Nocturno para acordeón (1925), traducido por Daniel Alcoba
La gamba de Barcelona
Al nivel superior del muelle, allí donde se instalaron muchos restaurantes hoy desaparecidos, funcionó durante un tiempo el Restaurante Gambrinus, en cuyo tejado se colocó una gamba gigantesca de 15 metros de largo. Es obra del diseñador Mariscal y actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, que decidió mantenerla en esta ubicación aunque el restaurante ya no está. Hoy en día es uno de los iconos más divertidos de la ciudad. Más allá, dominando el mirador del Port Vell, la escultura La cara de Barcelona, del artista pop Roy Lichtenstein, llena de colores el entorno.
Waypoints
Fountain
60 ft
Monumento Palmeras
Los invasores cobraban por devolver la seguridad, para eliminar el nº de conflictos
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