Espacio Natural de Covalagua

Esta en una bonita ruta que transcurre por el entorno del Monumento Natural de Covalagua y el páramo de Las Loras. Muy cerca de Aguilar de Campoo en el norte de la provincia de Palencia y muy próximo a la provincia de Burgos.
A lo largo del trayecto visitamos la cascada de Covalagua, el mirador de la Cascada, el Pozo de los Lobos, el mirador de Valcabado, la entrada de la Cueva de los Franceses y el Menhir de Canto Hito.
Es una ruta sencilla, cuya única dificultad está en su longitud, que nos salió de 18 kilómetros pero a su favor tiene que no hay grandes desniveles que salvar, salvo ciertas zonas, pero siempre sencillas.
Comenzamos la ruta en la localidad de Revilla de Pomar, junto a la iglesia en dónde hay carteles de señalización y un párquing para dejar el vehículo. La ruta se encuentra en casi todo su recorrido marcado con postes en las bifurcaciones e hitos de madera. El único punto menos señalizado fue el trayecto entre el Menhir y la carretera, en el cuál solamente hay antiguos hitos de piedra.
El camino que lleva a la cascada es una buena pista, pero que el día que hicimos la ruta se encontraba algo embarrado en algunos puntos. Se hace necesario atravesar el río en dos zonas, pero se realiza fácilmente por las piedras que ayudan a vadearlo sin problemas. Llegamos a la base de la cascada que nace de la cueva de Covalagua que con la caída del agua se construye una preciosa “catedral” en los depósitos de los carbonatos que lleva disuelta el agua en su viaje subterráneo por las cuevas de entorno Kárstico. El agua cae y se desliza por las formaciones de tobas calcáreas hasta llegar a una preciosa charca de aguas azul turquesa y verde dependiendo de como les de la luz. Se puede subir al mirador y también a la cueva, pero no se permite el acceso al interior. Para ser respetuosos con la naturaleza la vista desde el mirador es suficiente.
Continuamos la ruta hacia el páramo ascendiendo por un camino y llegando a pequeño paso entre las rocas que nos propone a nuestro frente la aridez del páramo y a nuestra espalda la vegetación del valle. En este punto tomamos el camino hacia la izquierda que indica mirador a unos 400 m. Aquí se puede observar desde la roca frente a la surgencia de Covalagua la cascada y la pequeña charca. Tiene un pequeño panel informativo acerca de la formación de los Karts y de la surgencia. Volvemos sobre nuestros propios pasos para llegar a la bifurcación que nos dirige hacia el Pozo de los Lobos y el Mirador de Valcabado. Este camino por el páramo se hace un poco más pesado, pero no es largo. Llegando al borde la roca tomamos otro camino que nos llevó al Pozo de los Lobos. Este camino desciende por unas escaleras talladas en la roca y nos introduce en un bonito hayedo con orientación Norte. En este hayedo brotan tejos, acebos, quejigos y rebollos. También vegetación baja y herbácea como lirios, brezos y aulagas. También nos encontramos con buitres y otras rapaces que sobrevuelan el páramo y anidan en los cortados.
Llegamos al Pozo de los Lobos, restos arqueológicos en parte restaurados de una trampa en forma de embudo para hacer batidas y atrapar lobos para evitar ataques al ganado.
Ascendimos otra vez al páramo, por un camino señalizado en dirección al mirador de Valcabado o del Toro que sobresale del perfil de la ladera ofreciendo una perspectiva cenital del hayedo y desde aquí en un día despejado (no como el que nosotros hicimos la ruta) se puede llegar a ver picos emblemáticos de la Montaña Palentina como el Espigüete, Peña Prieta y Curavacas.
Continuamos el camino por una pista asfaltada hasta la entrada de la Cueva de los Franceses, conocida por sus formaciones de estalactitas y estalagmitas, pero que en enero y febrero permanece cerrada.
La ruta sigue atravesando el páramo hasta llegar el Menhir de Canto Hito. Es una losa de tres metros de altura que posiblemente señale un enterramiento de la época neolítica. En esta zona el páramo está lleno de dolinas del karst fácilmente distinguibles.
Desde aquí el recorrido sigue campo a través sin marcas de hitos modernas, sino simplemente antiguos hitos de piedra hasta llegar a la carretera. En la carretera tomamos la dirección al pueblo de Revilla, pero al llegar al aparcamiento de la cascada tomamos el camino hacia ella para concluir el itinerario por el camino inicial de acceso a la cascada.