Eslida. Font de Fosques. Collado de Barres. L'Oret. Collado de Aín. Puntal del Aljub. La Penya. Cueva de les Puces. Eslida

Bonita ruta trazada sobre mapa, y con mínimas modificaciones al hacerla físicamente, desde Eslida al Puntal del Aljub, bastante exigente en lo físico, por el desnivel de la ascensión y, sobre todo, por el complicado y acelerado descenso desde el Puntal del Aljub a Eslida. Nada importante para personas expertas y con buena forma física, para quienes la ruta es, a lo sumo, de dificultad moderada, pero complicada para personas con menos experiencia, sin un buen estado físico o a quienes molesten los descensos agresivos. Y de eso hay mucho en esta ruta, que comienza con un prolongado ascenso casi continuado de unos 7 km, con algunos pasos de cierta dificultad, y finaliza con un duro descenso de poco más de 2 km, que triplica al menos la inclinación media de la subida. Pero, si puede aguantarla, una gran ruta con fantásticas vistas, en uno de los entornos más bonitos de Espadán.
Iniciamos la ruta en un aparcamiento de la carretera, en el centro urbano de Eslida, saliendo por el arcén de la CV-233 en dirección a Aín, hasta llegar al Arco del Camino de Aín (un bonito arco de piedra sobre el que discurre un acueducto que cruza el barranco de L'Oret). Nada más pasar el barranco giramos a la izquierda, para subir por un camino asfaltado, la Pista de la Font de Fosques, que dejamos por un momento al llegar a la fuente, para visitarla.
Continuamos por la misma pista hasta llegar a una bifurcación, donde giramos a la izquierda, para pasar a la Pista de la Font del Fonillet, de tierra y en un muy bonito entorno boscoso. Al final de una primera parte de subida en zigzags llegaremos a la Casetas dels Criticats, continuando por la ladera sur del Barranco del Fonillet hasta llegar a la Font del Fonillet. Salimos a la derecha, para seguir por un sendero muy erosionado, en el que parece haber habido obras para instalar una tubería, pero que ahora parece abandonada. En este trozo conviene ir con cierto cuidado, aunque se avanza sin dificultad cuando el terreno está seco, como hoy. Más adelante el sendero vuelve hacía la pista por la que íbamos antes (y por la que se puede pasar sin tener que usar el sendero erosionado), para llegar al Camino de L'Oret, que aquí sigue un suave descenso hasta llegar a unirse con el GR-36, que también continúa hacia Aín, una vez alcanzado el Collado de Barres.
En el trayecto hacia el Coll de Barres encontramos a unos trabajadores que están haciendo labores de mantenimiento y limpieza del GR-36 en esta zona. Hablamos un rato con ellos y les damos las gracias por su labor, que ayuda enormemente al caminante, para luego reemprender la marcha en dirección al Collado de Bellota. No llegaremos a él; encontraremos un estrecho sendero que asciende aceleradamente entre el bosque, y que nos permite llegar al PR-CV 63.6 (en esta parte el sendero de la cordal entre el Collado de Bellota y el Puntal del Aljub) algo antes del Collado. Aquí giramos a la izquierda, ya con vistas francas a las antenas del Puntal del Aljub. Si no conoces el terreno la primera impresión es muy positiva, ya no queda casi nada y estamos en lo alto, así que la ruta será casi llana y con excelentes vistas. Bueno, no todo es malo, las vistas son realmente excepcionales, pero el sendero sigue un continuo sube y baja, pasando sucesivamente por el Pinar del Retor, el Collado de Aín y media docena de picos intermedios, de modo que parece que estás llegando y vuelves a encontrar un pico, y otro, y otro,.... Pero no te aburres, no, el sendero se encarga de ello. A veces se encajona y tienes que hacer contorsionismo para pasar por donde parece que debes hacerlo, otras veces hay cables para ayudar a pasar con menos miedo (obsérvese el matiz) por las cercanías de un precipicio, otras veces haces una corta escalada y el consiguiente destrepe para evitar el paso por alguno de esos pasos. Nada peligroso, pero requiere mucha atención; a cambio es una zona donde no se nota el esfuerzo (para perder el tiempo está uno en ese momento), y cuando al fin llegas al pie de las antenas tienes una maravillosa sensación de haberlo superado y unas impresionantes vistas para acompañarla, disfrutando de un rato suplementario para comer y beber algo. En este último tramo algunos pasos parecen algo escondidos y en otros puede haber múltiples alternativas. Nuestra recomendación es fijarse mucho en el GPS, a estas alturas el trazado es muy fiable y con gran magnificación el indicador es muy preciso. Las ayudas quitamiedos están bien colocadas y pueden dar una sensación de seguridad adicional. Eso si, esta no es la mejor ruta para darse un tranquilo y suave paseo por el campo.
Tras un rato nos levantamos, ya "solo" queda bajar. Iniciamos el descenso por la pista de acceso a las antenas, y en la primera curva encontramos el inicio, señalizado, del sendero que seguiremos y que en el mapa recibe el nombre de Senda del Puntal del Aljub. La primera parte es bastante fácil, aunque pronto, tras un giro, se hace más agresiva; el suelo de tierra, con zonas de piedra suelta aconseja bajar con cuidado, despacio y con zig-zags cortos en las zonas más inclinadas, donde los bastones son una gran ayuda. Una cosa que nos llama la atención en el trazado del descenso que realizamos es la presencia de señalizadores reflectantes, probablemente colocados para alguna marcha o carrera nocturna.
Alcanzamos una zona menos inclinada, donde podemos disfrutar de excelentes vistas, aunque no lo pondríamos como ejemplo de mirador (así está señalizado en el mapa), y tras una nueva zona de bajada agresiva llegaremos a la Peña de la Boda. Al inicio encontraremos la salida por la derecha, hacia el este, de un sendero amplio, que luego se transforma en un camino que desciende hacia la base del Castillo de Eslida y la CV-219, por la que podríamos llegar fácilmente a Eslida.
Pero la opción que hemos seleccionado, sobre mapa, nos señala que debemos seguir hacia el norte para hacer una pequeña trepada y ascender a la cima de la Peña de la Boda. Al principio no está clara la salida, pero pronto la encontramos justo al final de la Peña, donde debemos hacer una pequeña destrepada para seguir por el sendero, aquí fácilmente reconocible. Un nuevo descenso agresivo nos lleva hacia un barranco, por encima del cual podemos ver una torre redonda que corresponde al Molí d'Aire. Aquí también hay un sendero que sale a la derecha, para bifurcarse más adelante; una rama va hacia la Ermita del Calvario y la otra al Camino de l'Oret, desde ambos se puede acceder cómodamente a Eslida.
Por delante del Molino de Aire encontramos una red de trincheras excavadas en la ladera, que recorremos, hasta después seguir por un estrecho sendero (que encontraremos al sur de las trincheras), por el que podemos seguir bajando por la vís prevista. Esta parte es la más complicada, existiendo varias zonas donde se han colocado cables de alambre como seguro de agarre, aunque bajando con cuidado no se necesitan. Llegaremos a una zona donde hay una vieja tubería, en desuso, y el sendero está muy inclinado, pero pronto superaremos esa zona y el sendero se suaviza para descender poco más adelante hasta el lugar donde está la boca de la Cueva de les Puces, con acceso fácil y no mucho interés (no entramos por si sigue teniendo pulgas). Ya estamos directamente sobre el puente y el acueducto del Barranco del Oret en la unión con el Barranco de Eslida. Aquí saldremos a la carretera CV-223 y giraremos a la derecha para llegar en pocos minutos al lugar donde hemos dejado el coche, y termina la ruta.
En conjunto una ruta excelente, con unas vistas excepcionales, partes de camino o pista en buen estado, zonas de sendero excelente, típico de Espadán, y algunos puntos de dificultad por la cordal de la sierra desde el Collado de Aín al Puntal del Aljub y, sobre todo, en el descenso por la Senda del Puntal con la terminación que seleccionamos hacia la Cueva de les Puces. Si quiere disminuir la dificultad del descenso lo mejor es salir por el sendero de la derecha en la Penya de la Boda o el Molí d'Aire; ambos senderos le llevarán a Eslida por una ruta más amable. Pero si le gusta el senderismo deportivo y su capacidad física es aceptable, el tramo final que hemos realizado es mucho más divertido.
Buen calzado de montaña y bastones son importantes aquí. Agua suficiente, algo de comida y abrigo adecuado (empezamos a -3º y acabamos a 16º) son también importantes.