Ermita, puente medieval y embalse de Santa Quiteria. Río Mijares. Senda del botánico Calduch. Azud de la Vila-real.

Hace aproximadamente un año hicimos una ruta, empezando en Almassora, que pretendía, en parte, recorrer la senda que en la ribera sur del rio Mijares se extiende entre el azud de Almassora o de Santa Quiteria y el azud de Vila-real, pero no pudimos completar el recorrido porque un desprendimiento cortó el paso antes de llegar al Molino de la Ermita de Gracia. Ya se ha abierto el paso por el lugar del desprendimiento y hemos decidido volver a hacer esa parte de la ruta, que nos pareció muy bella en su momento.
El río Mijares nace en la sierra de Gúdar y desemboca en el mar Mediterráneo, entre los términos municipales de Almassora y Burriana. Sometido a un régimen mediterráneo de lluvias, con períodos de caudal sostenido, grandes crecidas y notables descensos intercalados, ese caudal tan irregular es aprovechado para regar los campos (94% en la provincia de Castellón) y para la generación de electricidad, lo que supone desviar prácticamente todo el caudal (no se deja ningún caudal ecológico mínimo), que pasa por los canales de las centrales eléctricas, entre los embalses de los Toranes y Sitjar. Un reflejo de esta situación se puede ver en la ruta de hoy, con ampllias zonas de agua embalsada por los azudes locales, mientras que a partir del Molí del Terradet, cuando el cauce del río se une al de la Rambla de la Viuda, el cauce se queda prácticamente seco, con algunas pozas de agua polucionada dispersas entre una amplia superficie de cantos rodados.
La Ermita de Santa Quiteria, protectora entre otras cosas contra la peste, la rabia y la langosta, está edificada al lado de una cueva del río, a orillas del único puente que por entonces cruzaba el Mijares, en el lugar donde según la tradición un pastor encontró una imagen de la santa. En 1647 fue convertida en hospital para enfermos de peste y la ermita actual fué construida a partir de 1683, sobre los restos de una ermita medieval más antigua. Durante la guerra con los franceses fue utilizada como hospital de sangre. Posteriormente fue atacada durante las guerras carlista y civil, lo que no impidió que fuese utilizada como hospital en la epidemia de cólera de 1885, aunque sí produjo considerables daños que no fueron tratados hasta la rehabilitación de 1991, actualizada en 2016. La ermita junto a la zona de río vecina, entre el puente y el azud, son parte del único paraje natural que existe en Almassora.
El puente de Santa Quiteria fue construido en el siglo XIII, con arcos en lugar de las bóvedas típicas de la época. Los arcos están separados por 7 pilas con tajamares de sillería y manpostería, que son esos espacios triangulares que algunos llaman arrimaderos, por ser los lugares donde se resguardan los peatones para evitar los vehículos que cruzan el puente. Actualmente el paso está regulado, por ser posible el paso de un sólo vehículo por la calzada. Este puente es el lugar por donde pasaban la Vía Augusta y el Camí Vell de Onda a Castellón. Algo más abajo, hacia la desembocadura, están las instalaciones del Azud de Almazora-Castellón.
El embalse de Santa Quiteria, habitualmente llamado el Pantanet, y situado a poca distancia del puente aguas arriba fue construído para mejorar la situación de las tomas de agua de riego de Almazora, Burriana y Castellón; fue edificado en 1981, incluyendo una toma de canalización, por la derecha, con salida hacia la acequia mayor de Burriana, que se ubica tras el Azud de Almazora-Castellón, situado a aproximadamente 1 km más abajo en el río (este Azud recibe el agua procedente del embalse de Sitjar y la distribuye a las diferentes acequias a las que da servicio, en Almazora, Burriana, Castellón y Villarreal).
El Azud de Villarreal está construido en sillería y argamasa, en una zona de estrechamiento del río, y consta de tres muros entrelazados por grandes contrafuertes. El primer azud fue construido en 1468 pero tuvo que ser reconstruido tras varias riadas, hasta que en 1886 se construyó una estructura con la forma y aspecto actuales, aunque en 1929 se hizo una extensa reconstrucción. En este azud se realizaba la división de caudales y el cálculo de la parte que correspondía a cada una de las poblaciones antes citadas.
La senda del botánico Calduch, recorre la ribera sur del rió entre el Pantanet y el Azud de Villarreal. En paralelo circula una acequia, visible en gran parte del trayecto, que tiene una parte subterránea, en el paraje del Termet, construída en 1869, para salvar el problema de los daños producidos por sucesivas avenidas en el trazado más antiguo (que era conocido como la Sequia de les Argamasses). Este paraje sorprender por la espectacular vegetación y por el propio trazado de la senda, con partes excavadas en la roca o protegidas por muros. En el recorrido se encuentran los restos de un parr de grandes molinos, un limitdor de aforos en la acequia, y el antiguo eremitorio de la Virgen de Gracia.
La ruta, en sí, es muy sencilla. Comienza a nivel de la Ermita de Santa Quiteria y sigue por el Puente Medieval, a cuya salida gira hacia la derecha, para pasar al lado de la presa del Embalse o Pantanet. Desde aquí entra en la senda botánica, para seguir en paralelo al río y la Sequia Mayor de Villarreal en dirección, primero, al Molí de Tatxes, y luego al Molí de Bisbal. Luego continúa en la vecindad de la Urbanización Los Ángeles para seguir hasta la Vírgen de Gracia, El Termet y, finalmente, el Azud de Villarreal. El recorrido es fácil, y muy agradable, aunque en algunas zonas hay que tener cuidado con las rocas y la vegetación para evitar colisiones. Al final, tras hacer las fotos de rigor al Azud, daremos la vuelta por el mismo camino, hasta el inicio de la ruta.
Es una ruta de muy notable belleza, en la que hay varias zonas apropiadas para el baño (había bastantes bañistas en el río) y con varios puntos de notable interés histórico, aunque el día de realización hacía mucho calor. El calzado de montaña es más seguro en esta ruta, aunque puede ser hecha con otros; bastones y agua son tambien recomendables; el sol no molesta mucho en este caso por la vegetación, aunque hay que tener en cuenta el tiempo de exposición, y tomar las medidas oportunas, si se prolonga el baño.