102. Entre Tinieblas, Iglesiapinta y San Millán de Lara

INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 51 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 426 metros (superior al que estima Wikiloc).


La excursión parte del pueblo de Tinieblas de la Sierra (singular nombre) y a él retorna. Unos 200 metros antes de entrar en la localidad de Iglesiapinta giramos en dirección a San Millán de Lara, hasta sus afueras. Como habíamos estado (Iglesiapinta) o pasado al lado (San Millán) de éstos pueblos en una excursión anterior (*), no nos detuvimos ahora.

Seguimos, básicamente, el trazado de ‘Agosto1965’ en Wikiloc ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/tinieblas-sedero-de-la-naturaleza-47626508 ), si bien con libertades y variaciones por nuestra parte, además de hacer el trayecto de modo inverso. No obstante, a la ‘hora de la verdad’, la longitud y el desnivel en ambos casos fue muy similar. Esa guía nos permitió hacer el recorrido con despreocupación, ocupándonos plenamente en disfrutar del entorno. Gracias.

Hicimos la ruta en sentido inverso por tres razones. Primera, para afrontar la parte de mayor ascenso (que se reveló suave) inicialmente, con el fresco matutino. Segunda, para dejar ‘la guinda del pastel’ para el final; nos referimos al valle del río de Tinieblas (o de San Marcos…), lo que se denomina ‘Senda de la Naturaleza’. Esta parte la suponíamos como la más bonita; y de verdad que lo fue. Pero, a la postre, resultó que todo lo demás también fue ‘lo más bonito’. Y, tercera, porque, precisamente, una porción de ese tramo ya la habíamos explorado unos meses antes en dirección opuesta; ahora tendríamos una nueva perspectiva.

Todo en recorrido es sobresaliente en términos paisajísticos. Si queremos destacar algo, es imposible que algo quede excluido. Primero, está el valle de Valmayor entre las faldas sur de la Sierra de Mencilla y el monte Picotas, en el trayecto de Tinieblas a Iglesiapinta. Con sus enormes y verdes praderas salpicadas del amarillo de las aulagas; sus numerosos arroyos y regatos, varios con agua (en alguno hubo que hacer catas de cruce; sin problemas), pero secos los más, con su marcado cauce descarnado de cantos rodados; las vacas pastando apaciblemente… Menos mal que esta parte fue larga…

Segundo, ya iniciado el primer giro de retorno desde las cercanías de Iglesiapinta hacia San Millán de Lara, cruzando el monte de Carrebermeja dispondremos de unas vistas elevadoras del espíritu. A un lado y detrás, seguimos teniendo la redondeada Sierra de Mencilla; al otro, el monte Picotas, al que vamos circundando—siempre presente a lo largo de toda la ruta--, de aspecto impenetrable por su densidad arbórea (pero no lo es). De frente, hacia el sur, aparece un espectáculo nuevo: las sierras de Carazo y de las Mamblas, y también Peñalara, con sus inconfundibles siluetas grises recortadas sobre el horizonte azul.

Tercero, tenemos el abierto valle que bordea San Millán de Lara por el norte, con sus campos cerealistas, la ermita de La Cuesta y el amplio bosque de robles, en el que uno se siente inmerso y aislado del mundo, cómodamente transitable. Aquí, una alambrada nos obligará a caminar sin total libertad (sobrada, en cualquier caso), durante un tramo largo, hasta una puerta de salida. Luego tendremos que caminar por una solitaria carretera 1 km: nuestros encuentros se limitaron a un ciclo-turista de aspecto nórdico y un desenfadado ‘vespero’, ambos con saludo; casi como ‘de la familia’ senderista. Entorno idílico en derredor.

Cuarto, para añadir aún más variedad, en el último segmento de la excursión nos adentramos en el frondoso valle del río de Tienieblas. La espesura en la ribera es tal que, durante bastantes trechos, nos llega el sonoro fluir del agua, pero nos resulta imposible entreverla, aun a su lado. Es una sensación un poco fantasmal. Luego se van abriendo claros. Ya en su parte final, entre el km 14 y el 15, nos llegan los ‘fuegos artificiales’. En un recodo del río, se abre por el noreste un valle perpendicular, por el que afluye el arroyo de Valdemares, dejando a la vista el Pico Mencilla al fondo. De verdad que es un paisaje de postal.

El enorme atractivo de la ruta no se ve mermado por dificultad alguna, significativa. Si acaso, la alambrada entre la ermita y el final del bosque de robles (del km 9,6 al 10,8 aprox.), pero no molesta; sólo hay que mantenerla a la vista para no perderse la puerta de salida, por nuestra izquierda. No hay partes especialmente exigentes física o técnicamente. El ascenso se hace mayormente a lo largo de tramos prolongados, por lo que resulta suave; apenas se notan sus demandas. La orientación es fácil con guía (aunque sin ella puede complicarse).

Una curiosidad anecdótica con efectos prácticos. Dicen que el ‘hombre’ es “el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Habíamos estado ya en Tinieblas hacía sólo unos pocos meses. Comprobamos entonces que en el pueblo no había cobertura telefónica para iniciar el seguimiento de la ruta con Wikiloc. En aquella ocasión, tuvimos que salir del pueblo, ladera arriba, hasta encontrar una pequeña señal. Una vez captada, todo fue bien. Estábamos, pues, avisados: “Acuérdate de traer la ruta preactivada cuando volvamos”. …Como si nada... Mismo error. Misma imprevisión. Ladera arriba y vuelta al pueblo. Otra vez. Misma piedra.

Rutas cercanas:
(*) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/por-los-confines-de-las-tierras-de-lara-91663261

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/senda-de-la-naturaleza-desde-tinieblas-83636461

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/aproximacion-al-mencilla-desde-villamiel-de-la-sierra-92686355

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-del-casarejo-desde-villamiel-97826524