Embalse de los Bermejales - Arenas del Rey - Tajos del río Cacín

12/10/21
Granada
Buen tiempo

Ruta con zonas de mucho desnivel, subidas y bajadas por escaleras, barras de acero, cuerdas…, casi imposibles sin la ayuda de estos elementos instalados aunque rompan con la naturaleza. También hay puentes colgantes.
Por lo tanto no es apta, a mi punto de ver, para personas con vértigo, perros, niños, personas con ciertos problemas físicos o poca preparación.

Consta de 8km por los tajos y 5km a la vuelta por la zona de arriba, ya por carril.
En la zona de arriba, puede hacer calor según la época y no habrá casi ninguna sombra.
También hay que tener presente el caudal del río, que a veces es incluso por encima de los puentes colgantes, se ven partes oxidadas.
Evitar días de mucho viento, por la posible caída de piedras desde arriba.
Y días posteriores de lluvia, tampoco es aconsejable.

Al llegar a la aldea del embalse, hay varios terrenos donde dejar el coche.

Pocos metros después de empezar a andar, giramos a la izquierda y nos encontramos la Iglesia de La Inmaculada.
A la izquierda de nuevo, empezaremos la ruta.

Al poco de comenzar nos encontraremos un mirador, con las vistas del pantano de los Bermejales y los tajos.

Continuaremos por un estrecho sendero de piedras sueltas y tierra también muy suelta. Será una constante, hay que tener cuidado con los resbalones.

Llegamos al primer obstáculo, unas escaleras plegables muy incómodas de subir y que se mueven. Hace poco, también han instalado barras de acero a su vera. Preferimos los agarres.

Continuamos la ruta andando entre los tajos y al lado del río.

Llegamos al siguiente reto, subida por barras de acero en una zona completamente cerrada por moles de piedras.

Continuaremos por un sendero en la ladera del tajo superando los distintos desniveles.

Nos encontraremos los carteles de “Cortijo del Cura” y “Sentido río”, tomaremos la segunda opción. Por el cortijo pasaremos a la vuelta cuando vayamos por arriba.
Vamos bajando continuamente por un sendero de tierra y piedras sueltas.

Llegamos a la siguiente cuerda y agarres para descender. Quizás sea mejor bajar de espalda, como haciendo rapel.

Más adelante, en vez de cuerda, encontraremos un cable metálico para ayudarnos a subir.

Continuamos y de nuevo, toca usar la cuerda y algún agarre para una larga bajada.

Continuamos nuestra peculiar gincana para llegar bajo las paredes del tajo.

Ahora tocan puentes colgantes.

El primero es el más largo y el que más se mueve, pero también es el más bonito. Hay unos troncos debidamente puestos para llegar, para así evitar el cauce del agua.

Seguiremos andando entre troncos colocados en el suelo hasta el segundo puente, más pequeño y más a ras del agua.

Continuamos caminando por encima de los troncos para llegar a un puente sobre unas vigas de acero y poco más adelante, otro colgante.

Llegaremos a las indicaciones, tomamos “salida del sendero, dirección Cacín”

Nos toparemos con la última subida ayudados con una cuerda y más adelante, el último puente colgante.

Se vislumbra el puente romano.
Última pendiente y llegaremos a la pista forestal.

Cruzaremos hasta cuatro cortijos abandonados de diferentes tamaños y materiales para llegar al punto de partida.

Recomiendo guantes para no dañarnos las manos, los bastones pueden ser útiles pero también nos estorbarán, botiquín ante cualquier imprevisto y casco en un buen día, no lo veo necesario.