El Triángulo de las... 'Alpujarras riojanas'

Aproximación: pasado Robres del Castillo en el valle del rio Jubera, nos incorporamos a una carretera de montaña que termina en Santa Marina, terrenos pertenecientes como gran parte de este espacio al municipio de Santa Engracia. La LR 477 serpentea la pronunciada pendiente pasando junto al despoblado de Dehesillas (a la izquierda) y tras atravesar un pinar, por terreno despejado llegamos a un colladito a 1180m de altura, donde hay un cruce de pistas (carteles indicadores). Una pista asfaltada sube hacia El Collado y otra de tierra desciende por el robledal, faltan 1700m de carretera para llegar a Santa Marina, una magnífica atalaya con sus 1240m.
http://tracksrioja.blogspot.com.es/2014/03/el-triangulo-de-lasalpujarras-riojanas.html

Inicio: aparco junto a unas praderas(chozo) y desciendo caminando por la pista de tierra W por entre el rebollar .Esta se transforma en camino al llegar al río de Santa Engracia. El bonito camino que casi es engullido por las olorosas estrepas (jaras), se dirige ahora con componente N hacia un precioso puente, antesala del “magnífico decorado” que es el arruinado Reinares (a poco más de 1700m desde el inicio a 1090m de altura).
Callejeo sin prisa, por entre las ruinas coronadas por la espadaña aún en pie, aguantando las inclemencias y el abandono, de la que fue iglesia de San Miguel.

Prosigo hacia el N por la senda que recorre a media altura la ladera izquierda del barranco. Rodeados por el soberbio robledal. Al rato, desemboco en una pista y esta me acerca a Bucesta (1050m.) – pero antes ,a lo lejos, separada de la población se puede ver su gran ermita, la Iglesia Vieja-.Atravieso las estrechas calles entre los vetustos muros de piedra de las casas (algunas reconstruidas) y encuentro síntomas de vida humana, gracias en gran parte a la pista que la comunica con el valle desde el N.

Tras pasar junto a la arruinada iglesia de Santa María, una pedregosa senda se dirige SE hacia el río que he de vadear. En la otra orilla un camino en ascenso me conduce hacia El Collado. Hacía casi cuatro lustros que no visitaba esta aldea y la he encontrado con bastantes casas reconstruidas, entre otras aún arruinadas. Callejeo hacia la espadaña de la iglesia de Juan Bautista.

Nota: hasta ahora el recorrido ha sido un “sencillo paseo” (salvando los vadeos) pero ahora se transforma (3) en un tránsito donde se requiere soltura en orientación entre la espesa vegetación. Se puede regresar sencillamente hasta el lugar de inicio por la pista asfaltada(1).

Rememorando el curso de orientación (mapa y brújula) que en su práctica final me hizo descubrir estos maravillosos parajes, me dirijo por las campas hacia una difusa senda entre las estrepas. He de decir que existe una senda (2) más marcada (y mucho más recomendable) que marcha 150m más abajo, buscando el cauce.-Pero mi elección está echada, a veces, no sé por qué, elegimos el camino más tortuoso y más largo..., ¡quizás en busca de la aventura!-.
La senda me conduce manteniendo la altura y tras un largo trecho desaparece antes de llegar al robledal. Aprovecho en él una vieja trocha de saca (invadida por el matorral) para progresar ascendiendo(poco claro). Al llegar a una loma la senda vuelve a aparecer y "sin pérdida" me conduce hasta el río que he de vadear de nuevo, justo debajo de Reinares.

Me despido de este sugerente lugar, que merece visitarse e inicio el camino de vuelta.
Llegando a la cabecera del río (donde se transforma el camino en pista) , remonto la corriente pegado a las una orillas , saliendo a unas trazas de rodadas (abrevadero) que me conducen al rato por terreno elevado y abierto hacia Santa Marina. La cuidada aldea de muros y tejados de lajas de piedra se encuentra muy bien conservada (se puede ver algún horno desde el exterior) y domina una magnífica panorámica. El viento y la lluvia arrecian y decido regresar al colladíto de partida por la carretera.

Un triángulo recomendable, que se puede amoldar a nuestras posibilidades 1,2 o 3 (vosotr@s decidís), donde con tanto vadeo de ríos he echado en falta las Bermudas, ja,ja. Un recorrido en el centro de La Rioja desconocida para compartir con la familia y amig@s o para hacer un poco el cabra, ¡beeee! je,je