El Torcal de Antequera, Cornisa del Diablo, rutas verde y amarilla, Antequera (Málaga)

Nuestra ruta de hoy la haremos por el Torcal de Antequera, iremos hasta la Cornisa del Diablo, vuelta y enlazamos con las Rutas amarilla y verde, hasta el inicio en el Centro de Visitantes.

Comenzamos dejando los vehículos en la explanada de aparcamientos de la entrada del Torcal.

Comenzamos nuestro recorrido para ir pasando por distintos puntos de interés, como:
El Abrigo o Refugio de Juan Ramos, también veremos curiosas formaciones rocosas, la Sima del Apretadero; hasta que llegamos a uno de los puntos más complicados de nuestra ruta: la Cornisa.

Hay varios niveles de cornisas, la primera que tomamos es la inferior. Ya de antemano advertir que no es un paso apto para todos los paseantes de la zona. Es un recorrido de pocos metros, que no nos llevará a ningún lugar, eso sí, con vistas increíbles, pero con un paso muy estrecho, tanto en la altura como en el ancho, por donde hay que pasar a gatas o agachado, resbaladizo y que cualquier resbalón o que la misma mochila tropiece con la parte superior de la roca, podría ser fatal.

Lo pasamos hasta el final y volvimos por el mismo sitio, con muchísimo cuidado y ayudándonos entre todos, como siempre.

Pasado este primer tramo complicado, seguimos hacia la parte superior, donde entramos en el segundo tramo, no menos complicado: La Cornisa del Diablo.

El tránsito por la Cornisa del Diablo requiere no padecer de vértigo y tener mucho cuidado al pisar.
La grieta de subida de la parte baja a la parte alta de la cornisa es dificil. No es muy larga (unos 5-8 metros), pero es muy estrecha. En la primera mitad hay un par de buenos agarres. Pero a medio camino hay una zona donde te ves obligado a usar rodillas y antebrazos para auparte.
Este punto es algo expuesto, porque no tiene agarres firmes, y más aún cuando el suelo está humedo, como fue en nuestro caso.

Una vez pasado todo esto, el resto ya es casi un paseo.

Seguimos la ruta y vamos viendo distintas formaciones rocosas podemos dejar volar nuestra imaginación, para poder ver todas las figuras que queramos:
El Sombrerero o champiñon, la Proa del barco, el Ovni, amonite grande y decenas de los más pequeños...

Más adelante pasaremos también por la Sima del Chaparro y la Sima de la Mujer, con 120 m. de profundidad, ésta última.

Y seguimos viendo más figuras en las rocas:
La Casa del guarda, el crater, la Maceta, el dinosaurio, la vieja, la paloma... Un sinfín, hasta que enlazamos ta con la ruta amarilla y la verde.

Este último tramo de recorrido no reviste nada de dificultad, aunque si que se hace algo mas trabajoso, ya que hay que ir caminado, todo el tiempo, sobre piedras y, además húmedas, pero que con tranquilidad y sin prisas, se pasa sin el más mínimo problema y disfrutando del paisaje de nuestro apreciado Torcal, hasta el inicio y final de ruta.

Una ruta, la de hoy en la que, desde luego, no nos ha faltado de nada, con su dosis de adrenalina incluida, muy bonita y súper distraída, aunque como dije al principio: no apta para cualquier paseante o personas que sufran de vértigo.