El Río Segura de punta a rabo (1) Fuente Segura - La Toba
near Fuente Segura, Andalucía (España)
Viewed 437 times, downloaded 20 times
Trail photos
Itinerary description
Un pequeño sueño que se queda en sólo un buen sabor de boca, ¡pero menudo sabor de boca!.
La idea era acompañar al QUIJAR DE LA VIEJA, de Santomera, en su chula iniciativa de hacer a lo largo de la temporada la ruta íntegra del Río Segura; desde su nacimiento, en Fuente Segura, Jaén, hasta su desembocadura, en Guardamar, Alicante.
Semejante empresa está más o menos al alcance de cualquiera, si se lo propone, pero lo cierto es que requiere de una preparación logística a la que ayuda mucho formar parte de un grupo organizado (autobús, guías, compañía numerosa que te lleva más en volandas, etc). Así iba a ser con El quijar, pero no sé si habéis oído hablar de la conciliación montaraz y familiar, y esa es la primera y sagrada premisa. Así que unas jornadas senderistas que pueden suponer estar fuera de casa tres cuartas partes del día (incluyendo 8 horas andando y 24 kilómetros recorridos, mi mejor registro hasta hoy) no entran demasiado en mis planes de humilde mortal.
Dicho esto, no sabía si titular la ruta sin el 1 entre paréntesis, porque no sé cuándo podré retomar este asunto, si es que lo hago. Pero al final decidí que sí, que qué leches, que ya iré viendo de hacerlo. No obstante, y si estáis interesados -y es que es un recorrido fascinante-, el Quijar sigue haciéndola y reflejándolo en su blog (http://elquijardelavieja.blogspot.com.es/) y en su página de FB.
El Quijar titula la iniciativa así: EL RÍO DE NUESTRAS VIDAS. Título mucho más oportuno y romántico que el mío, pero como queda claro que yo voy a ir a mi bola en el futuro, pues le he puesto mi toque particular (y casi malsonante).
Volviendo al título de ellos, y para comenzar con la ruta en sí, nada más dejarnos el autobús en la poza de cuyas tripas va manando el proyecto de río, a mí -como murciano que siempre ha vivido por la vega del segura- me vino a la mente que ahí mismo era donde yo y mis conciudadanos habíamos nacido, de alguna manera. O sea, que el origen de mi ciudad, y de tantas otras poblaciones de mi región, estaba ahí mismo, delante de mis morros; en ese puñado de litros de agua que poco a poco iban engordando el cauce y sembrando riqueza desde siglos y culturas atrás. Sobre el valor del agua y sus usos contemporáneos, más o menos afortunados, hablamos otro día.
Pues eso, que si uno comienza la ruta pensando así, ya mira al río con otros ojos.
Descendemos tranquilamente por Fuente Segura (o mejor dicho Fuenteseguras, la de arriba, la de enmedio y la de abajo, siempre a escasos metros del río y disfrutando de una arboleda fantástica, que se hará más densa según pasan los kilómetros. Cruzaremos de vez en cuando el río y alguno de los arroyos que lo alimentan. De hecho, la ruta no tiene ninguna dificultad técnica, y el único "peligro" es que puedas meter la patita en el agua en algún descuido.
Muchos kilómetros más adelante, la ribera del río y su mismo cauce van a ser domados, pero aquí, el pobre, aún no lo sabe, y tendremos que desviarnos forzosamente porque su curso se asalvaja un poco y la espesa - y pinchosa- vegetación hace imposible que sigamos caminando cerca de él. Así que toca montear, rodeando el cabezo del Masegoso, sin dificultad, pero con las únicas cuestas medio serias del camino. Cruzamos el arroyo de la Tobilla y reenganchamos -en una zona preciosa- con el Segura. Allí toca desvío (no obligatorio, pero sí absolutamente recomendable) para visitar la enorme y preciosa Cueva del agua, camino de Poyotello, población a la que no llegaremos.
Tras comida y reposo en la Cueva, reiniciamos ruta y vamos limando los últimos kilómetros del recorrido, disfrutando de un bonito mirador antes de llegar a Huelga (huerta) Utrera. De allí y hasta La Toba, un rato de "zapatazo asfaltero", pero con el río y el mar de árboles siempre a la vista, lo que ayuda al esfuerzo final.
Como decía, sin dificultad técnica, pero hay que tener costumbre y/o ganas de andar mucho. Yo no me echaría la mochila de hacer el camino de Santiago, pero tampoco esa de juguete que regalan en los súper con los Tranchetes. Son muchas horas y hay que estar preparado (agua -aunque se pasa por alguna fuente-, comida, protector solar, etc)
Fotos cortesía de Blas Rubio y El Jara, con curiosidad cinéfila de este último al final de la ruta, desde el autobús.
A disfrutar, vosotros que podéis.
La idea era acompañar al QUIJAR DE LA VIEJA, de Santomera, en su chula iniciativa de hacer a lo largo de la temporada la ruta íntegra del Río Segura; desde su nacimiento, en Fuente Segura, Jaén, hasta su desembocadura, en Guardamar, Alicante.
Semejante empresa está más o menos al alcance de cualquiera, si se lo propone, pero lo cierto es que requiere de una preparación logística a la que ayuda mucho formar parte de un grupo organizado (autobús, guías, compañía numerosa que te lleva más en volandas, etc). Así iba a ser con El quijar, pero no sé si habéis oído hablar de la conciliación montaraz y familiar, y esa es la primera y sagrada premisa. Así que unas jornadas senderistas que pueden suponer estar fuera de casa tres cuartas partes del día (incluyendo 8 horas andando y 24 kilómetros recorridos, mi mejor registro hasta hoy) no entran demasiado en mis planes de humilde mortal.
Dicho esto, no sabía si titular la ruta sin el 1 entre paréntesis, porque no sé cuándo podré retomar este asunto, si es que lo hago. Pero al final decidí que sí, que qué leches, que ya iré viendo de hacerlo. No obstante, y si estáis interesados -y es que es un recorrido fascinante-, el Quijar sigue haciéndola y reflejándolo en su blog (http://elquijardelavieja.blogspot.com.es/) y en su página de FB.
El Quijar titula la iniciativa así: EL RÍO DE NUESTRAS VIDAS. Título mucho más oportuno y romántico que el mío, pero como queda claro que yo voy a ir a mi bola en el futuro, pues le he puesto mi toque particular (y casi malsonante).
Volviendo al título de ellos, y para comenzar con la ruta en sí, nada más dejarnos el autobús en la poza de cuyas tripas va manando el proyecto de río, a mí -como murciano que siempre ha vivido por la vega del segura- me vino a la mente que ahí mismo era donde yo y mis conciudadanos habíamos nacido, de alguna manera. O sea, que el origen de mi ciudad, y de tantas otras poblaciones de mi región, estaba ahí mismo, delante de mis morros; en ese puñado de litros de agua que poco a poco iban engordando el cauce y sembrando riqueza desde siglos y culturas atrás. Sobre el valor del agua y sus usos contemporáneos, más o menos afortunados, hablamos otro día.
Pues eso, que si uno comienza la ruta pensando así, ya mira al río con otros ojos.
Descendemos tranquilamente por Fuente Segura (o mejor dicho Fuenteseguras, la de arriba, la de enmedio y la de abajo, siempre a escasos metros del río y disfrutando de una arboleda fantástica, que se hará más densa según pasan los kilómetros. Cruzaremos de vez en cuando el río y alguno de los arroyos que lo alimentan. De hecho, la ruta no tiene ninguna dificultad técnica, y el único "peligro" es que puedas meter la patita en el agua en algún descuido.
Muchos kilómetros más adelante, la ribera del río y su mismo cauce van a ser domados, pero aquí, el pobre, aún no lo sabe, y tendremos que desviarnos forzosamente porque su curso se asalvaja un poco y la espesa - y pinchosa- vegetación hace imposible que sigamos caminando cerca de él. Así que toca montear, rodeando el cabezo del Masegoso, sin dificultad, pero con las únicas cuestas medio serias del camino. Cruzamos el arroyo de la Tobilla y reenganchamos -en una zona preciosa- con el Segura. Allí toca desvío (no obligatorio, pero sí absolutamente recomendable) para visitar la enorme y preciosa Cueva del agua, camino de Poyotello, población a la que no llegaremos.
Tras comida y reposo en la Cueva, reiniciamos ruta y vamos limando los últimos kilómetros del recorrido, disfrutando de un bonito mirador antes de llegar a Huelga (huerta) Utrera. De allí y hasta La Toba, un rato de "zapatazo asfaltero", pero con el río y el mar de árboles siempre a la vista, lo que ayuda al esfuerzo final.
Como decía, sin dificultad técnica, pero hay que tener costumbre y/o ganas de andar mucho. Yo no me echaría la mochila de hacer el camino de Santiago, pero tampoco esa de juguete que regalan en los súper con los Tranchetes. Son muchas horas y hay que estar preparado (agua -aunque se pasa por alguna fuente-, comida, protector solar, etc)
Fotos cortesía de Blas Rubio y El Jara, con curiosidad cinéfila de este último al final de la ruta, desde el autobús.
A disfrutar, vosotros que podéis.
Waypoints
Waypoint
4,587 ft
Fuente segura de abajo
Waypoint
4,508 ft
Pontón alto
Waypoint
4,183 ft
Abandonamos el río
Waypoint
4,232 ft
Cortijo del maestro
Waypoint
4,839 ft
Cabezo del Masegoso
Waypoint
4,738 ft
Poyotello
Waypoint
3,881 ft
Desvío a Cueva del agua
Waypoint
3,688 ft
Mirador
Waypoint
3,278 ft
Puente
You can add a comment or review this trail
Comments