El Regall de Benicadell, cumbre, Planises,desde Beniarres18/12/2019

El Regall de Benicadell, cumbre, Planises,desde Beniarres18/12/2019. Llegado desde el mismo pueblo de Beniarres al Corral de Rosa, pasadas las antenas, empezamos andando por una pista de tierra unos pocos metros, una vez que llegamos al lecho de un barranco (Barranc del Port), la pista se transformó en senda; continuamos por ella hasta que tras vadear la torrentera por última vez, nos dimos de bruces con La Canal y los más de 500 metros de desnivel a salvar. La ascensión se dividía en tres tramos: uno primero de apenas 500 metros en los que había que salvar unos 170 metros de desnivel, un segundo tramo algo más largo (unos 700 metros) en los que se tenían que subir cerca de 300 metros, y un tercero mucho más suave de unos 300 m y unos 50 metros de desnivel. La ascensión fue muy dura; la pendiente era muy pronunciada y el terreno no daba tregua, sin apenas zig-zag y con mucha piedra suelta, cosa que incrementaba la dificultad y que nos hizo desarrollar mucho esfuerzo. la experiencia nos ha demostrado que por muy dura y prolongada que sea una pendiente, paso a paso, con determinación y cada uno a su ritmo, se consigue el objetivo. sobre las 9’50, se llega al primer collado, y tras disfrutar unos instantes de unas vistas maravillosas del Pantano de Beniarrés, atacamos el segundo tramo, igual de duro que el primero pero más largo. Sobre las 11’30, reemprendemos la marcha con el objetivo inmediato de alcanzar el tercer collado y desde ahí atacar la cumbre del Benicadell. Como ya he dicho anteriormente, este tercer tramo era bastante más asequible, en comparación con los dos anteriores, Una vez allí, había un breve trayecto de ida y vuelta hasta la cima, la mayoría decidió llegar hasta el punto geodésico y recrearse con esa sensación tan placentera que se siente cuando se corona una montaña. Desde ahí se emprende la bajada a bastante buen ritmo y disfrutando del paisaje de la cara norte del Benicadell. A las 13’40 se llegar a la Casa Forestal de Planisses, desde allí nos desviamos por otro precioso sendero que no abandonamos hasta llegar al cruce de éste con el Camí de l’Ombria, girando en ese momento a la derecha para introducirnos en una pista (primero de tierra y luego de cemento) que distaba unos 700 metros del lugar en el que habíamos dejado los coches.