El Portús - El Roldán - El Portús (Cartagena)

El tiempo empleado para tan pocos kilómetros da una buena idea de la paliza que puede suponer recorrer este trocico de esta parte -¿la más chula?- de la costa murciana.

La ruta fue idea de mi ideólogo-costero-cartagenero, GABI LONDO. Todo son senderos conocidos y requetepisados, pero la combinación de hoy es especialmente atractiva, aunque la parte final puede hacerse jodidilla en pleno verano, al volver por interior y perder la brisilla de los acantilados.

Arrancamos fuertecillo, desde la mismísima cala de la Rambla del Portús, para cruzar la colindante playa de La morena. ¡Atención, walking dummies!, es un principio precioso pero de poner las manos continuamente y de llevar cierta precaución, aunque no haya cortados vertiginosos. La senda -cuando la hay- se desdibuja mucho, pero los hitos (muchas gracias) y la intuición te llevan bien. Subimos todo el tiempo, en dirección al Puntal del moco, y hay que tomárselo con tranquilidad si estás justico de forma física (como servidor). No pasa nada, toca hacer paradicas y disfrutar del ma-ra-vi-llo-so paisaje. Llegada al puntal y buen momento para un primer bocadico e hidratación. A la bajada, entroncamos con el GR-92 y nos dirigimos por el mismo hacia el Roldán. Si ya has tenido bastante y no quieres completar esta ruta, tienes la buena opción de volver desde ahí mismo al Portús, tranquilamente por el interior. Nosotros seguimos y atacamos el Roldán desde el oeste, para bajarlo después por el norte. Imprescindible hacer la parada de almuerzo fuerte arriba, en la batería antiaérea abandonada, y seguir empachándose de vistas alucinantes desde Cabo Tiñoso a Escombreras, incluida, cómo no, la del puerto de Cartagena.
A la vuelta empieza a pesar un poco el esfuerzo empleado en los dos subidones anteriores (Puntal y Roldán), pero es un dejarse llevar y aguantar el calor que ya empezaba a ser molesto.

Llegamos al punto de partida por la rambla del Portús y es buen momento para meter los piececidos en el agua. Si pudieran, te darían un beso en los morros. Sobra decir que, más cerca del verano, procede un baño como dios manda.

Imprescindible agua protección solar y calzado de agarre. Yo tiendo a ir "enmochilado" de más, por si los porsis, pero es mejor que lleves mochila lo menos aparatosa y pesada posible, por las trepadillas y tal. Bastones (y sólo si son bien plegables) pueden venir bien para las bajadas.

La dificultad no es fácil en ningún caso, pero dejo abierto entre moderada y difícil, según de torpecillo seas.

Foticos de GABI y servidor. Su perra, Robin, se portó como una campeona, una vez más.