El Navachica desde el Arroyo Cabañeros

Ruta difícil de describir porque discurre por senderos muy poco frecuentados, la vegetación ha invadido la mayor parte del trazado y hace muy difícil caminar por ellos. Tanto es así que sugiero aquí que, además de llevar pantalón largo, se utilicen también las polainas. Porque las polainas no sólo sirven para la lluvia o la nieve, también sirven para evitar que termines con las piernas llenas de arañazos al menos desde las rodillas hacia abajo.

Ruta para realizar avanzado el otoño o incluso en invierno y debido a su largo recorrido hay que salir temprano o se os hará de noche. No está de más llevar frontales por si acaso.

La ruta comienza junto al Arroyo de Cabañeros, justo al final de la pista que sale desde Los Prados y que se interrumpe por una valla que está siempre cerrada (hay 9 km desde Los Prados). Aquí dejamos el vehículo y nos ponemos en marcha. Deciros también que la verja que da paso a esta pista en Los Prados se abre a las 9 de la mañana. Será conveniente llamar a Los Prados para que os dejen el candado sin cerrar para poder abrir la verja y así aprovechar las primeras horas de la mañana.

Cruzamos la valla y continuamos un trecho de aproximadamente una hora hasta llegar al Cortijo Cabañeros (hoy en ruinas) y seguimos avanzando hasta llegar al Arroyo de Cabañeros. Aquí tomamos a nuestra izquierda, cruzamos el arroyo y enseguida comienza el ascenso. Pasamos la Cueva de la Colica y seguido llegamos a un sifón, fruto de una prospección que hicieron en un arroyo (hoy la presión del agua fluye con fuerza). Continuamos para llegar al Collado del Eje con la Pared de la Gitana (esta subida se conoce como la Cuesta Rascal). Seguido llegamos al Hundidero, Huerta Chica y Huerta Grande. Hasta aquí la pista se anda con relativa facilidad siempre en suave ascenso. Pero un trecho más adelante la pista termina y se abre a nuestra derecha el sendero que nos llevará al Collado de las Encinillas. Y aquí comienza lo difícil, este sendero está muy perdido, así que habrá que estar muy pendiente del GPS para no despistarnos. Cuando cruzamos los distintos barrancos la vegetación se hace más densa debido a la humedad del entorno. Mi consejo es ponerse las polainas justo cuando empieza el sendero.

Con más pena que gloria conseguimos alcanzar el Collado de las Encinillas. Y comenzamos el cresteo que nos llevará al Navachica. Aquí la vegetación se reduce mucho ya que el terreno está formado por rocas principalmente. Además de que cada vez la altitud es mayor. Pero como he comentado antes, este sendero está bastante abandonado y cuesta, a veces, seguirlo. Así después de más de 17 km hacemos cumbre en el Navachica. Aquí paramos a comer y emprendemos la marcha, cresteando también, con dirección del Lastonar, y después de una fuerte bajada, llegamos al Collado de las Ventosillas. Aquí el sendero está mejor marcado y nos facilita llegar al Collado del Gallego y luego la Loma del Gallego. A continuación llegamos al Collado de la Monticanilla, y aquí el sendero vuelve a llenarse de vegetación. En este collado está el cruce que a la izquierda nos llevaría a las Casetas de la Monticana y a la derecha (que es el que tenemos que tomar) nos lleva de nuevo hasta la pista donde está la valla y nuestro vehículo...

Ruta tremenda no solo por los casi 30 km de su trazado. Sino por las dificultades que la vegetación y el propio terreno nos han causado. De manera que esta ruta no está cualificada para personas que estén empezando en la montaña. Ni siquiera para aquellos montañeros que no tengan experiencia suficiente en este tipo de trazados. Mejor desistir si no se está en muy buena forma física y se va con algún especialista.

El GPS ha marcado 29,4 km, hemos superado una altitud acumulada de 1.293 metros y hemos tardado 9 h, 49 m.