El Crómlech de Mendigorría

En esta ruta vamos a pasar por 3 de los 5 monumentos megalíticos situados en el término de Mendigorría. Dos de ellos, las cistas de Andión y Mondelaparte son bastante conocidas, pero el tercero, el Crómlech de Peñasgordas, es casi desconocido.

El Crómlech de Peñasgordas está incluido en el Registro de Bienes Protegidos del Patrimonio Cultural del Gobierno de Navarra. Se puede consultar en el siguiente enlace:

https://administracionelectronica.navarra.es/webExtRegistroBienes/Pantallas/GestionBienMantenimientoConsulta.aspx?idBien=6628&acc=0

Fue descubierto en 2005 y está formado por 10 piedras que forman un círculo de unos 6 m de diámetro.
Lo más curioso del caso, es que está totalmente aislado del resto de crómlech de Navarra. Los más cercanos están situados en Urbasa, Andía, Aralar...o en los Pirineos.

Las Cistas de Mondelaparte y Andíon, fueron descubiertas por Javier Nuin Cabello en 2002.
Las dos son muy parecidas. Varias piedras clavadas verticalmente, que forman una especie de habitáculo en el que se guardaban los restos de los finados. Unas veces directamente, y otras en el interior de urnas. En estos casos se guardaban las cenizas.
La Cista estaría tapada con una o varias losas de piedra, que en estos dos casos han desaparecido.
Ambas cistas están situadas en pequeños altos, y orientadas hacia el sur.

Dejaremos el coche junto a la carretera, en el cruce del que parte la carretera a Muruzábal de Andión.
Cruzaremos el puente sobre el río Arga. Este puente tiene mucha historia.
Por él fue por donde escapó por los pelos el pretendiente Don Carlos, en la Primera Guerra Carlista, después de perder la Batalla de Mendigorría contra las fuerzas liberales. Esto sucedió el 15 de julio de 1835.

Cuando llegamos a un corral, tomamos el camino de Mondelaparte, que nos lleva directamente la la Cista de Mondelaparte. Está un poco apartada del camino y debido a que no es muy visitada, no tiene una senda definida. Hay que pasar un poco entre las coscojas.

Seguimos camino y lo abandonamos hacia la izquierda para bajar al camino de Estella. Hay que atravesar un par de sembrados.
Una vez en La Quemada, tomamos un sendero a la derecha, que entre robles y paralelo al Barranco de Juslavilla, nos lleva hasta el Crómlech de Peñasgordas. El sendero es una maravilla. Bien marcado y muy agradable de andar.
Una vez arriba, en el Alto de Arguiñano, hay dos campas pequeñas al abrigo cubiertas de hierba. Es precisamente por esta hierba por la que costó un poco localizar el crómlech.
Una vez allí, parece increíble que siga entero después de tanto tiempo.

Volvemos sobre nuestros pasos y nos encaminamos a la Cista de Andión. También está en un alto y orientada al sur.
También hay que pincharse un poco para acceder a ella.
Tenemos vistas sobre Muruzábal de Andíon, las ruinas de Andelos, Larraga...

De aquí, en poco rato bajamos a la carretera de acceso a Andelos, y volvemos al punto de partida.

Una ruta bonita e interesante. Merece la pena por los parajes atravesados y los monumentos megalíticos.

Nota importante:
En esta ruta se orillan tres sembrados. No tienen ninguna dificultad, pero hay que tenerlo en cuenta por si está lloviendo y están recién labrados, o por si falta poco para la cosecha.
También hay dos puntos en los que los senderos están muy cerrados de monte bajo, aunque son sólo unos metros. Se trata de los accesos a las dos cistas.