El Barranc de l'Escurrupenya, el Racó del Llobet y el Barranc de la Quebrantà (PR-CV 56), Sierra Mariola
near Estación del Norte, Valencia (España)
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Trail photos
Itinerary description
El objetivo principal de esta excursión es el Barranc de l'Escurrupenya, cuya traducción sería algo así como el "Barranco de la Peña Escurridiza" o "Barranco de la Peña Resbaladiza”, lugar sorprendente y muy escondido que poca gente conoce.
Además visitaremos lugares emblemáticos de esta vertiente de la Sierra Mariola, como la Font de la Boroná, la Font del Xop, el Racó del Llobet y el Barranc de la Quebrantà.
La dificultad de la excursión es moderada, a excepción del trayecto por el interior del Barranc de l'Escurrupenya cuya dificultad bien puede calificarse como alta. En este trayecto es necesario extremar las precauciones además de tener la pericia necesaria para trepar evitando riesgos innecesarios y la suficiente dignidad para mantener la compostura. ¡Paso firme y mirada al frente!
A pesar de lo que se consigna, la longitud de esta excursión no supera los 17 km. Recomendado a montañeros habituados.
La excursión
Salimos del Club de Tenis de Muro y, tomando el camino de la antigua vía del Xitxarra, enlazamos con el Camí de Les Llorences que nos llevará hasta el área recreativa de la Querola tras haber pasado bajo la vía del FFCC Alcoy-Xátiva.
Desde la Querola tomaremos una senda en ascenso permanente que nos llevará a la pista de la Boroná a la altura de la Caseta de Grutonia. Es durante este trayecto donde vamos a encontrar a nuestra izquierda las indicaciones del desvío hacia el Barranc de l'Escurrupenya, camino que se desaconseja por su dificultad, pero que está marcado en todo momento con flechas de pintura roja.
La dificultad de la senda aumenta con el ascenso, tornándose intrincada, abrupta y de difícil discurrir, hasta llegar a una pared rocosa que no presagia lo que vamos a encontrar detrás. A través de grietas y pasadizos entre enormes bloques rocosos accedemos al recóndito interior del Barranc de l'Escurrupenya.
Entramos en un asombroso enclave perdido, escondido y repleto de frondosa y húmeda vegetación, con un microclima propio y diferente al de nuestra procedencia. Un paraje sorprendente con reminiscencias literarias que nos evoca entornos similares al de “El Mundo Perdido” de Conan Doyle o al de Shangri-La de “Horizontes Perdidos” de Milton.
Entre grandes bloques rocosos y exuberante vegetación iremos ascendiendo hacia el cielo abierto del barranco. Este ascenso debe hacerse gateando por estrechas oquedades y trepando por rocas tortuosas, por lo que se recomienda llevar una mochila ligera y poco voluminosa, así como plegar los palos y dejar las manos libres. Este tramo puede presentar cierta dificultad para los no habituados. En todo momento se señala la opción más favorable mediante flechas de pintura roja.
Superado el barranco llegamos a un imponente mirador natural desde el que se divisa una panorámica aérea de la Plana de Muro. Una mirada hacia atrás nos muestra que salimos de una grieta enorme que en algún momento se deslizó o escurrió de un gran bloque rocoso. La interpretación de este acontecimiento es lo que ha dado origen al nombre de l'Escurrupenya (“peña escurridiza”).
Retomamos la senda que nos llevará a la Font de la Boroná, donde desayunamos, para seguir hacia el Racó del Llobet y la Font de Sant Miquel. Desde aquí tomaremos una senda que nos llevará a la pista que bordea el Barranc de la Quebrantà, llegando de nuevo al punto de partida.
Además visitaremos lugares emblemáticos de esta vertiente de la Sierra Mariola, como la Font de la Boroná, la Font del Xop, el Racó del Llobet y el Barranc de la Quebrantà.
La dificultad de la excursión es moderada, a excepción del trayecto por el interior del Barranc de l'Escurrupenya cuya dificultad bien puede calificarse como alta. En este trayecto es necesario extremar las precauciones además de tener la pericia necesaria para trepar evitando riesgos innecesarios y la suficiente dignidad para mantener la compostura. ¡Paso firme y mirada al frente!
A pesar de lo que se consigna, la longitud de esta excursión no supera los 17 km. Recomendado a montañeros habituados.
La excursión
Salimos del Club de Tenis de Muro y, tomando el camino de la antigua vía del Xitxarra, enlazamos con el Camí de Les Llorences que nos llevará hasta el área recreativa de la Querola tras haber pasado bajo la vía del FFCC Alcoy-Xátiva.
Desde la Querola tomaremos una senda en ascenso permanente que nos llevará a la pista de la Boroná a la altura de la Caseta de Grutonia. Es durante este trayecto donde vamos a encontrar a nuestra izquierda las indicaciones del desvío hacia el Barranc de l'Escurrupenya, camino que se desaconseja por su dificultad, pero que está marcado en todo momento con flechas de pintura roja.
La dificultad de la senda aumenta con el ascenso, tornándose intrincada, abrupta y de difícil discurrir, hasta llegar a una pared rocosa que no presagia lo que vamos a encontrar detrás. A través de grietas y pasadizos entre enormes bloques rocosos accedemos al recóndito interior del Barranc de l'Escurrupenya.
Entramos en un asombroso enclave perdido, escondido y repleto de frondosa y húmeda vegetación, con un microclima propio y diferente al de nuestra procedencia. Un paraje sorprendente con reminiscencias literarias que nos evoca entornos similares al de “El Mundo Perdido” de Conan Doyle o al de Shangri-La de “Horizontes Perdidos” de Milton.
Entre grandes bloques rocosos y exuberante vegetación iremos ascendiendo hacia el cielo abierto del barranco. Este ascenso debe hacerse gateando por estrechas oquedades y trepando por rocas tortuosas, por lo que se recomienda llevar una mochila ligera y poco voluminosa, así como plegar los palos y dejar las manos libres. Este tramo puede presentar cierta dificultad para los no habituados. En todo momento se señala la opción más favorable mediante flechas de pintura roja.
Superado el barranco llegamos a un imponente mirador natural desde el que se divisa una panorámica aérea de la Plana de Muro. Una mirada hacia atrás nos muestra que salimos de una grieta enorme que en algún momento se deslizó o escurrió de un gran bloque rocoso. La interpretación de este acontecimiento es lo que ha dado origen al nombre de l'Escurrupenya (“peña escurridiza”).
Retomamos la senda que nos llevará a la Font de la Boroná, donde desayunamos, para seguir hacia el Racó del Llobet y la Font de Sant Miquel. Desde aquí tomaremos una senda que nos llevará a la pista que bordea el Barranc de la Quebrantà, llegando de nuevo al punto de partida.
Waypoints
Intersection
2,761 ft
Atajo
Waypoint
1,931 ft
Barranc de la Quebrantà
Comments (1)
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La explicación es magistral.