El Barco de Ávila: Cuesta de las Viñas -Cerro Negro- y poblado abandonado de Cabezuelo.

Bordeamos el Cerro Negro y el pico de Santa Bárbara por la Cuesta de las Viñas, accediendo desde La Carrera y Cereceda, y pasando por el poblado abandonado de Cabezuelo.

Atención a la época del año; en tiempo de lluvias algunos tramos pueden estar algo anegados, y también hay numerosos arroyos. Llevad calzado adecuado.
Igualmente la zona está muy parcelada y hay que saltar alguna valla y atravesar puertas alambradas.
Atención en época de calor. No hay mucha sombra.

Saliendo del pueblo de El Barco de Ávila atravesamos el Tormes por su puente medieval, y el Aravalle por el Puente de las Aceñas. Cruzamos la carretera y tomamos el Cordel de Extremadura hasta Las Pasaderas, área recreativa y moderna pasarela que atraviesa de nuevo el Aravalle, y subiendo hasta el pueblo de La Carrera, con su imponente y extraña iglesia de Santa Ana, de inicios del s. XX .
Seguimos subiendo hasta el pequeño pueblo de Cereceda y hasta el pueblo abandonado de Cabezuelo.
Cabezuelo además de abandonado a principios de los 70' del pasado siglo, está tomado por la vegetación y es difícil moverse en torno a él más allá de su calle principal, aunque el paisaje alrededor, de pastos y heras, es espectacular. Su urbanismo asolado, engullido por la naturaleza, y sus construcciones derruidas producen un extraño desasosiego.

A partir de aquí vamos a intentar alcanzar la pista de la Cuesta de las Viñas. Para ello volvemos sobre nuestros pasos y buscamos un pequeño sendero a nuestra izquierda según bajamos.
Es el tramo quizás más complicado. El sendero no está muy claro, va entre fincas y hay que estar atento. Al terminar el camino junto a un pinar, atravesamos diferentes parcelas, cruzamos un muro de piedra por su parte más fácil, según creo yo, y atravesamos una puerta alambrada algo complicada. La Cuesta de las Viñas está al lado.
Vamos subiendo por fácil pista y bordeando Santa Bárbara y Cerro Negro. El acceso a la cima está complicado al estar el territorio muy vallado y cercado con alambre.Lo intento por un camino que al final no tiene continuidad y termina en una mole granítica con cazoletas, quién sabe si naturales o vettonas. Creo que lo mejor es seguir la pista y descender hasta la antigua Colada que unía Bejar con El Barco de Ávila. En primavera el paisaje es muy bonito, verde y florido.
Al llegar a la Colada, esta puede estar algo anegada de agua en algunos tramos, por regatos y arroyos estacionales, pero con maña se puede solucionar. El camino es casi llano y nos dejará en la carretera N-110, frente a un paso de peatones y el Hotel Mirador de Gredos. Llegar de nuevo al pueblo es ya sencillo por el lateral del hotel.