E2 Camino del Mar. Playa Las Catedrales a Foz

Comencé en Pensión La Yenka, donde dormí, está orilla de la playa oeste de Las Catedrales. Lloviznaba suavemente pero sabía que pronto iba a dejarlo, y así fue, tuve una agradable mañana con sol y nubes, hasta la ría de Foz.
El camino, la senda, la Vía, como queráis o quieran llamar, continúa por el trazado perfil de la costa, es escrupulosamente fiel, salvo "exigencias del guión", pocas veces. Mucho, mucho ha invertido la xunta en esta vía que está escrupulosamente trazada.
Inevitable escuchar continuamente el bramido del mar, de la mar, es como una amenaza constante que hace a la Tierra, la golpea y retrocede para volver a golpearla, así una y otra vez, esa insistencia produce a veces efectos que son después aprovechados para promocionar esa tierra herida, como los acantilados de las Catedrales.
Esta costa está abierta al norte, es por ello sensible a la formación de oleaje que atrae a los surfistas de Europa. Autocaravanas, hombres de negro y pelo rubio son los que más ves cuando camino por la vía, por no decir los únicos. Gracias a ellos las playas, la playa pues no aprecio interrupción en kmts, tienen otra nota de color.
La placidez termina cuando la costa encuentra la ría de Foz, la desembocadura del Río Masma, un espacio natural protegido como zona Especial Conservación y zona de Especial Protección de Aves. La anchura de la boca o desembocadura del Río o de la Ría tendrá unos 200 m, sin embargo la obligación de caminar por él perímetro te obliga a hacer unos 11 kmt. Yo caminé la mitad, hasta A Espiñeira donde un puente te facilita el paso a la otra orilla. El día anterior no terminé bien, las piernas se negaban a caminar los últimos km por lo que eso y la carretera por donde iba ahora la vía decidieron que hasta había llegado. Llamada a un taxi y en 30' estaba en el Hotel Villa de Foz.
Mañana me espera una etapa más larga y que será igual de placentera por los espacios naturales y el buen tiempo que se espera.