Dverghamrar

Seguimos visitando lugares interesantes, y Dverghamrar no iba a ser menos. Las rocas de los enanos, como coloquialmente se puede traducir Dverghamrar, es de esos paseos cortos con historia.

El acceso de Dverghamrar es muy cómodo y se encuentra perfectamente señalizado, muy cerca de la carretera 1. En su parking dejamos la furgoneta y comenzamos esta pequeña ruta, después de leer los carteles informativos existentes sobre el lugar.

La ruta de Dverghamrar es circular, por lo que iniciamos la caminata a la altura del desvío que nos iba a indicar el camino de ida y el de vuelta. Nos desviamos hacia la derecha para completar la senda en el sentido más típico.

La primera parte de la ruta, siempre por sendero fácil y cómodo, va descendiendo hasta llegar a Dverghamrar, las rocas de los enanos, como se traduce coloquialmente. Se trata de formaciones rocosas de basalto, de origen volcánico y con forma de columnas. Desde aquí es visible la cascada Foss á Siðu, siendo muy típica la foto que se obtiene desde este punto, con el salto de agua entre las formaciones rocosas de Dverghamrar.

Visitado el principal atractivo de la ruta, continuamos la vuelta para llegar a Eirikslundur, otra de las formaciones rocosas del lugar, bastante más pequeñas y menos llamativas.

Tras completar las visitas a ambas formaciones rocosas importantes, continuamos el cómodo sendero, ahora en ligero ascenso, hasta llegar al desvío que marca la ruta circular.

Después de medio kilómetro, llegamos nuevamente al parking, donde damos por concluido el paseo.

Una ruta que no es imprescindible. Se trata de un corto trayecto que visita formaciones rocosas de basalto y de origen volcánico. No es una belleza, pero si se dispone de tiempo, podría completar perfectamente un viaje por Islandia.

MÁS INFORMACIÓN:
Dverghamrar

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)