Do Mosteiro de Herbón a Castro Valente

Cualquier caminata por Galicia es un viaje al pasado.

En este caso vamos a visitar dos enclaves de la comarca del Ulla cargados de historia.

El primero, de donde partimos, es el Monasterio de Herbón. Fue fundado por Fray Gonzalo Mariño y Fray Pedro de Nemancos en el año 1396.
Desde su fundación hasta el año 1700 pasa de ser un pequeño eremitorio a un buen convento que acogería en el 1509 ya 22 personas.

En el siglo XVII recibe un gran impulso pues pasa a ser colegio de misioneros dirigidos por los Padres Franciscanos. Según bula papal nadie podría ir a misiones en el nuevo mundo sino había estudiado en estos colegios. Así es como el convento adquirió un gran poder y autonomía durante esta época.
Por esta razón el edificio es agrandado y dotado de nuevos servicios y se edificó una nueva iglesia barroca de grandes dimensiones de planta cruciforme y con cubiertas abovedadas diferentes en cada uno de sus tramos. En el interior se conservan retablos barrocos y un órgano litúrgico de gran valor.

Durante la Guerra de la Independencia el monasterio sufrió un gran revés ya que los invasores lo consideraron foco de organización y apoyo a las guerrillas independentistas opuestos a Napoleón. Así empezó su decadencia que se vio agravada por la desamortización.

En 1913 vuelve a adquirir la categoría de colegio-seminario y se instala en él una comunidad religiosa.

Parece ser que uno de los monjes franciscanos que recorrió tierras americanas en sus misiones fue el responsable de traer el famoso fruto que ha dado tanta popularidad a la comarca: el pimiento.

El segundo, en el monte que se ve justo enfrente separado por las aguas del río Ulla, es el Castro Valente.

Las últimas investigaciones en Castro Valente desvelan que el enclave no es un castro como podría dar a entender su nombre sino es, en realidad, una fortaleza medieval de once hectáreas con una muralla con 30 torres

Castro Valente está situado entre los municipios de A Estrada y Padrón.
Aunque siempre se tuvo por un castro según las últimas investigaciones científicas, podría haber sido en realidad una fortaleza de época altomedieval.

Castro Valente es un monte solitario que se eleva 395 metros sobre el nivel del mar.

Ya desde el siglo XIX se conoce la existencia de este lugar, pero nunca se había hecho un estudio mínimamente en profundidad. Hay un equipo de arqueólogos de la Universidad de Santiago que está llevando a cabo un proyecto de estudio de este lugar del que que no se sabe casi nada.

Actualmente el yacimiento arqueológico está en serio peligro de destrucción teniendo en cuenta las numerosas pistas forestales que se han abierto, los cortafuegos, tendidos eléctricos, repoblación con acacias, y, sobre todo, con la construcción prevista de un parque eólico.

Para terminar esta caminata pasaremos cerca de Bandín por la llamada Fonte da Virxe cuyas aguas tienen fama de curar las verrugas.