158. Desde Barbadillo del Pez a Peña del Medio
near Barbadillo del Pez, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 58 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 525 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
En los últimos dos meses, habíamos pasado por allí en cuatro ocasiones. Pero siempre con rumbo a rutas cercanas. Siempre de paso. Sin detenernos; ni al ir ni al volver. ‘Como si’ lo hiciéramos de menos. Como sólo por estar en medio, de camino a otra parte.
Como si su único mérito fuera proporcionarnos un vado obligado a Barbadillo de Herreros o a Monterrubio de la Demanda, al Cerro Dos Hombres, o al Río de la Umbría; a las estribaciones sureñas, aún colosales, de la Sierra de la Demanda. Como si fuera ‘la Cenicienta’.
‘Como si…’. ¡Basta! Nos dijimos que ‘eso’ no estaba bien. Sentimos algo así como vergüenza. Es verdad que desde ‘fuera’, desde la carretera, no se apreciaban maravillas. Aparentemente, sólo inmensas laderas de robles; homogéneas.
Pero ya estábamos obligados moralmente a darle una oportunidad. Y también necesitábamos desembarazarnos del sentimiento de culpa. No estaba cerca; tampoco muy lejos. “Venga, vamos, aunque pueda ser algo aburrido. Al menos, paguemos ese peaje por lo bien que nos ha servido como tránsito a otros lugares formidables”.
¡Qué guantada de realidad nos íbamos a llevar! (¡Merecida!)
Nada más apearnos y dar unos pasos, empezamos a notar la auténtica naturaleza de nuestra ‘Cenicienta’…. Y el asombro fue creciendo conforme avanzábamos durante la marcha; sin descanso en las sorpresas, sin sobrantes, hasta llegar a un final explosivo. Era una ‘Cenicienta’ de verdad, una princesa, una belleza de ruta.
Hablo de Barbadillo del Pez y sus montes en los ramales que derivan de la Sierra de Mencilla.
LA RUTA
Tomamos como guía el trazado de ‘Ledanias’ https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/valdepez-ermita-sta-julita-pena-del-medio-15486488 . Hicimos pequeñas variaciones, especialmente entre sus km 1 y 4 (los nuestros: del km 1,4 al 3,1). Allí, en lugar de desviarnos por la izquierda, seguimos recto por la pista principal.
La longitud de ambas rutas fue prácticamente idéntica, y el resto del itinerario también. Hubo, no obstante, una diferencia de más de 200 m en desnivel entre ambos trazados (menor en nuestro caso). Inexplicable.
La ruta transcurre a lo largo de un extenso bosque de robles, principalmente, con algunas praderas y una dehesa cerca del final. Hay zonas de pinos y reductos de hayas. Algunos barrancos nos quedan a los lados. Estamos en las laderas surorientales de la Sierra de Mencilla.
Desde el inicio en Barbadillo del Pez hasta la Peña del Medio hay 10,7 km de subida prácticamente constante, salvo unos pocos descansillos. Pero es un ascenso tendido, paulatino. Apenas si notas el desnivel de 500 m (~5% de pendiente). Además, todo ese largo tramo se hace por pistas y caminos en buen estado.
Luego, en el regreso desde la Peña del Medio, todo es descenso; casi 6 km. El trayecto es algo más pronunciado que el de subida, pero también por pistas con buen firme. El recorrido al completo es, por tanto, muy cómodo. El encumbrado final hasta las peñas es corto y fácil, sin exigencias técnicas.
La ruta no tiene, pues, complejidades en su descripción ni tampoco en su realización. Prácticamente, no hay más que seguir el camino ‘principal’. No obstante, a lo largo del trazado hay unos cuantos desvíos que han de evitarse. Conviene llevar una guía para no desorientarse.
Algunas pequeñas desviaciones sí merecen la pena. Así ocurre con los abundantes árboles ‘singulares’ o para cortas incursiones en las orillas del arroyo de Valdierre. En el km 2,8, un desvío (izquierda) un poco más largo (250 metros) nos lleva a la ermita de Santa Julita.
DESTACADO
Esta ruta da mucho más de lo que exige (desde luego así fue cuando la hicimos). También nos regaló bastante más de lo esperado (y siempre esperamos lo máximo). Habíamos sido algo rácanos con ella. Merece un lugar entre las favoritas.
Pulverizó nuestras dudas previas. Íbamos como a ver qué pasa; ‘a cumplir’ la penitencia que nos habíamos autoimpuesto por haberla dejado marginada. …Y nos encontramos con una joya. No encuentro ningún ‘pero’. Es que no había ni barro después de 12 días de lluvia.
…Ya nos están llamando los otros alrededores de Barbadillo del Pez. Para ir no precisaremos de obligaciones morales que nos aguijoneen. Ya no lo haremos para confirmar nuestro propósito de enmienda. Nos moverá el recuerdo de nuestro pleno disfrute en la ruta actual.
Vayamos a los aspectos concretos de mayor interés.
Los bosques (y la dehesa, y los árboles singulares) otoñales:
A lo largo del ascenso, vamos inmersos en el bosque, con algunas áreas de cerros y miradores. Bosque de robles, sobre todo. El sol les sacaba los colores (vivos colores amarillo-anaranjado) a sus hojas de discretos tonos crema. Las hayas se las arreglan solas sin necesidad del sol para pavonearse (merecidamente), aunque ya les quedaban pocas hojas.
Pero ni siquiera ese tornasol otoñal era lo más atractivo de todo. Lo era, especialmente, la variedad de formas de los vetustos ejemplares. Algunos se inclinaban sobre el camino, como queriendo acompañarte. Las dehesas de las zonas medias y bajas, sobre todo en el descenso, son difícilmente superables.
Hay muchos árboles singulares, aparte del renombrado ‘roble borracho’ o el ‘haya centenaria’ (ésta ya muy achacosa). Robles con mil ademanes, como ambulantes. Robles con expresiones faciales; con caras fantasmales (algunas fotos lo ilustran). O el haya ‘hidra’ (etiqueta verbal 'maisidiana'), como un gran pulpo invertido de cien brazos retorcidos y ondulantes.
En fin, un bosque vivo, animado. No vimos ningún duende, pero….
Todo el descenso, casi 6 km, son una delicia integral; nada está demás.
Las vistas panorámicas:
Durante el ascenso, las vistas al exterior son algo limitadas. Aun así, a trechos se nos ofrecen panorámicas deslumbrantes. Pero es desde la Peña del Medio y durante gran parte del descenso cuando se nos da la opción de volar, visual y emocionalmente.
Al oeste, las laderas de la Sierra de Mencilla y las tierras de Lara. Al sur, las Mamblas y el macizo de Carazo. Al este, la Sierra de Neila, el Muñalba, el Tres Provincias, y Urbión. Girando hacia el norte, la Sierra de la Demanda riojana, incluido el Gatón y el San Lorenzo; y más norteños aún, el San Millán, el Cabeza Aguílez, el Otero, etc. No podías dejar de mirarlos.
Y no parecían parajes lejanos. Quizá el día claro los acercaba y reunía hasta hacerte formar parte de todos ellos.
El arroyo de Valdierre:
Dentro del entorno inmediato, el arroyo de Valdierre merece mención especial, siquiera breve. Después de las lluvias, bajaba impetuoso. Por aquellos barrancos, se hacía oír ya en la distancia. Luego, de cerca, reclamaba toda tu atención.
Daba gusto aproximarse a sus orillas cubiertas de hojas y contemplar los saltos de agua y su sinuoso fluir. Sin respiro. Es una suerte encontrárselo en varios puntos del recorrido durante el ascenso. Siempre distinto. Parece nuevo.
El lado cultural:
Por si la parte natural y paisajista no fuera suficiente para colmar tu satisfacción con esta ruta, hay dos aspectos de corte cultural e histórico.
La ermita de Santa Julita y San Quirico (km 3,1). Al parecer, hubo antaño en ese enclave un pueblo llamado Cerracín, desaparecido en el siglo XV. La ermita ha perdurado. De estilo románico (finales del siglo XI). Con fábrica sencilla de una sola nave, destacan su portada y algunos canecillos. En un paraje encantador.
El pueblo de Barbadillo del Pez. El río Pedroso lo cruza, labrando un bonito valle. Arquitectónicamente, llaman la atención las casas asoportaladas (algunas columnas en los soportales sorprenden por su inclinado equilibrio). Hacen pensar en una historia con cierta solera, al igual que algunas fachadas blasonadas.
ANÉCDOTA
Llevábamos kilómetros y horas sin ver a nadie. El inmenso paisaje se nos ofrecía en exclusiva. Sólo en la zona baja del descenso vimos tres coches de cazadores. En más de cuatro horas, únicamente oímos tres tiros; los tres seguidos; a distancia. Había sitio para todos.
Antes del tímido baleo, apenas el fogoso rumor de los arroyos bajando de las cumbres. Y en solitario pensábamos seguir. Aunque era sábado, estos retirados lugares parecen poco frecuentados. Pero algo alteró la soledad de modo repentino.
Tenía un encuadre perfecto para una foto. La senda culebreaba a través del bosque. Nadie a la vista. ‘Preparados,…listos,…¡ya!’ Justo en ese momento, surgieron ‘de la nada’ dos personas en un recodo, de frente; una pareja joven. Estaban a no menos de 25 metros de distancia.
‘¡Vaya!’, era para un ‘waypoint’, me dije.
Al cruzarnos, la chica me espetó muy seria (no sé si de modo fingido):
--“¿Hemos salido favorecidos en la foto?”. No hubo ni un ‘buenos días’.
--“No se preocupen; ahora *les* borro”, respondí inmediatamente.
Nótese que no dije ‘la’ borro (la foto). No. Dije: ‘les’ borro. ‘Lo juro’. Hay un matiz. No estaba seguro de poder eliminar un waypoint sobre la marcha una vez grabado, sin causar alguna alteración. Así que, mejor, haría alguna sustitución o corrección (borrar-les) ‘a posteriori’.
[Normalmente, no pienso ‘tan rápido’…. ¿Y si fuera que el ‘les’, en realidad, me salió inconsciente y automático como respuesta a su seca actitud, que yo percibí como innecesariamente desabrida? Un 'sin-queriendo', por mi parte, vamos].
Con la misma inusual celeridad, y tal vez para reforzar mi ‘les borro’, en cuanto pasaron, caminé detrás de ellos unos 15 metros. Cuando me hallaba más o menos en el punto de disparo de la foto (previa) de la discordia, me paré, giré en sentido contrario, y dije:
--“Voy a sacar de nuevo la foto”. No había ahora nadie en el encuadre, pero estaba yo ‘rezando’ para que no hubiera ninguna ‘aparición’ más….
Se rieron: --“Que tenga un buen día”.
Y yo también lo hice. Quizá nos habíamos ‘sobre-interpretado’ mutuamente.
Al ver las fotos en casa, comprobé que las dos personas aparecían difuminadas. …”¡Venga ya! Todo para nada”. Excluiré, no obstante, la foto de marras, por si acaso se sintieran identificados.
RUTAS CERCANAS
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/rio-de-la-umbria-desde-barbadillo-de-herreros-119065774
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cerro-guariste-pico-dos-hombres-y-rio-pedroso-desde-barbadillo-de-herreros-118100802
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/monterrubio-de-demanda-dehesa-ermita-de-los-martires-y-cerro-114360804
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/por-los-confines-de-las-tierras-de-lara-91663261
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pico-mencilla-desde-el-valle-del-sol-circular-93098871
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/entre-tinieblas-iglesiapinta-y-san-millan-de-lara-103975905
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 58 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 525 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
En los últimos dos meses, habíamos pasado por allí en cuatro ocasiones. Pero siempre con rumbo a rutas cercanas. Siempre de paso. Sin detenernos; ni al ir ni al volver. ‘Como si’ lo hiciéramos de menos. Como sólo por estar en medio, de camino a otra parte.
Como si su único mérito fuera proporcionarnos un vado obligado a Barbadillo de Herreros o a Monterrubio de la Demanda, al Cerro Dos Hombres, o al Río de la Umbría; a las estribaciones sureñas, aún colosales, de la Sierra de la Demanda. Como si fuera ‘la Cenicienta’.
‘Como si…’. ¡Basta! Nos dijimos que ‘eso’ no estaba bien. Sentimos algo así como vergüenza. Es verdad que desde ‘fuera’, desde la carretera, no se apreciaban maravillas. Aparentemente, sólo inmensas laderas de robles; homogéneas.
Pero ya estábamos obligados moralmente a darle una oportunidad. Y también necesitábamos desembarazarnos del sentimiento de culpa. No estaba cerca; tampoco muy lejos. “Venga, vamos, aunque pueda ser algo aburrido. Al menos, paguemos ese peaje por lo bien que nos ha servido como tránsito a otros lugares formidables”.
¡Qué guantada de realidad nos íbamos a llevar! (¡Merecida!)
Nada más apearnos y dar unos pasos, empezamos a notar la auténtica naturaleza de nuestra ‘Cenicienta’…. Y el asombro fue creciendo conforme avanzábamos durante la marcha; sin descanso en las sorpresas, sin sobrantes, hasta llegar a un final explosivo. Era una ‘Cenicienta’ de verdad, una princesa, una belleza de ruta.
Hablo de Barbadillo del Pez y sus montes en los ramales que derivan de la Sierra de Mencilla.
LA RUTA
Tomamos como guía el trazado de ‘Ledanias’ https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/valdepez-ermita-sta-julita-pena-del-medio-15486488 . Hicimos pequeñas variaciones, especialmente entre sus km 1 y 4 (los nuestros: del km 1,4 al 3,1). Allí, en lugar de desviarnos por la izquierda, seguimos recto por la pista principal.
La longitud de ambas rutas fue prácticamente idéntica, y el resto del itinerario también. Hubo, no obstante, una diferencia de más de 200 m en desnivel entre ambos trazados (menor en nuestro caso). Inexplicable.
La ruta transcurre a lo largo de un extenso bosque de robles, principalmente, con algunas praderas y una dehesa cerca del final. Hay zonas de pinos y reductos de hayas. Algunos barrancos nos quedan a los lados. Estamos en las laderas surorientales de la Sierra de Mencilla.
Desde el inicio en Barbadillo del Pez hasta la Peña del Medio hay 10,7 km de subida prácticamente constante, salvo unos pocos descansillos. Pero es un ascenso tendido, paulatino. Apenas si notas el desnivel de 500 m (~5% de pendiente). Además, todo ese largo tramo se hace por pistas y caminos en buen estado.
Luego, en el regreso desde la Peña del Medio, todo es descenso; casi 6 km. El trayecto es algo más pronunciado que el de subida, pero también por pistas con buen firme. El recorrido al completo es, por tanto, muy cómodo. El encumbrado final hasta las peñas es corto y fácil, sin exigencias técnicas.
La ruta no tiene, pues, complejidades en su descripción ni tampoco en su realización. Prácticamente, no hay más que seguir el camino ‘principal’. No obstante, a lo largo del trazado hay unos cuantos desvíos que han de evitarse. Conviene llevar una guía para no desorientarse.
Algunas pequeñas desviaciones sí merecen la pena. Así ocurre con los abundantes árboles ‘singulares’ o para cortas incursiones en las orillas del arroyo de Valdierre. En el km 2,8, un desvío (izquierda) un poco más largo (250 metros) nos lleva a la ermita de Santa Julita.
DESTACADO
Esta ruta da mucho más de lo que exige (desde luego así fue cuando la hicimos). También nos regaló bastante más de lo esperado (y siempre esperamos lo máximo). Habíamos sido algo rácanos con ella. Merece un lugar entre las favoritas.
Pulverizó nuestras dudas previas. Íbamos como a ver qué pasa; ‘a cumplir’ la penitencia que nos habíamos autoimpuesto por haberla dejado marginada. …Y nos encontramos con una joya. No encuentro ningún ‘pero’. Es que no había ni barro después de 12 días de lluvia.
…Ya nos están llamando los otros alrededores de Barbadillo del Pez. Para ir no precisaremos de obligaciones morales que nos aguijoneen. Ya no lo haremos para confirmar nuestro propósito de enmienda. Nos moverá el recuerdo de nuestro pleno disfrute en la ruta actual.
Vayamos a los aspectos concretos de mayor interés.
Los bosques (y la dehesa, y los árboles singulares) otoñales:
A lo largo del ascenso, vamos inmersos en el bosque, con algunas áreas de cerros y miradores. Bosque de robles, sobre todo. El sol les sacaba los colores (vivos colores amarillo-anaranjado) a sus hojas de discretos tonos crema. Las hayas se las arreglan solas sin necesidad del sol para pavonearse (merecidamente), aunque ya les quedaban pocas hojas.
Pero ni siquiera ese tornasol otoñal era lo más atractivo de todo. Lo era, especialmente, la variedad de formas de los vetustos ejemplares. Algunos se inclinaban sobre el camino, como queriendo acompañarte. Las dehesas de las zonas medias y bajas, sobre todo en el descenso, son difícilmente superables.
Hay muchos árboles singulares, aparte del renombrado ‘roble borracho’ o el ‘haya centenaria’ (ésta ya muy achacosa). Robles con mil ademanes, como ambulantes. Robles con expresiones faciales; con caras fantasmales (algunas fotos lo ilustran). O el haya ‘hidra’ (etiqueta verbal 'maisidiana'), como un gran pulpo invertido de cien brazos retorcidos y ondulantes.
En fin, un bosque vivo, animado. No vimos ningún duende, pero….
Todo el descenso, casi 6 km, son una delicia integral; nada está demás.
Las vistas panorámicas:
Durante el ascenso, las vistas al exterior son algo limitadas. Aun así, a trechos se nos ofrecen panorámicas deslumbrantes. Pero es desde la Peña del Medio y durante gran parte del descenso cuando se nos da la opción de volar, visual y emocionalmente.
Al oeste, las laderas de la Sierra de Mencilla y las tierras de Lara. Al sur, las Mamblas y el macizo de Carazo. Al este, la Sierra de Neila, el Muñalba, el Tres Provincias, y Urbión. Girando hacia el norte, la Sierra de la Demanda riojana, incluido el Gatón y el San Lorenzo; y más norteños aún, el San Millán, el Cabeza Aguílez, el Otero, etc. No podías dejar de mirarlos.
Y no parecían parajes lejanos. Quizá el día claro los acercaba y reunía hasta hacerte formar parte de todos ellos.
El arroyo de Valdierre:
Dentro del entorno inmediato, el arroyo de Valdierre merece mención especial, siquiera breve. Después de las lluvias, bajaba impetuoso. Por aquellos barrancos, se hacía oír ya en la distancia. Luego, de cerca, reclamaba toda tu atención.
Daba gusto aproximarse a sus orillas cubiertas de hojas y contemplar los saltos de agua y su sinuoso fluir. Sin respiro. Es una suerte encontrárselo en varios puntos del recorrido durante el ascenso. Siempre distinto. Parece nuevo.
El lado cultural:
Por si la parte natural y paisajista no fuera suficiente para colmar tu satisfacción con esta ruta, hay dos aspectos de corte cultural e histórico.
La ermita de Santa Julita y San Quirico (km 3,1). Al parecer, hubo antaño en ese enclave un pueblo llamado Cerracín, desaparecido en el siglo XV. La ermita ha perdurado. De estilo románico (finales del siglo XI). Con fábrica sencilla de una sola nave, destacan su portada y algunos canecillos. En un paraje encantador.
El pueblo de Barbadillo del Pez. El río Pedroso lo cruza, labrando un bonito valle. Arquitectónicamente, llaman la atención las casas asoportaladas (algunas columnas en los soportales sorprenden por su inclinado equilibrio). Hacen pensar en una historia con cierta solera, al igual que algunas fachadas blasonadas.
ANÉCDOTA
Llevábamos kilómetros y horas sin ver a nadie. El inmenso paisaje se nos ofrecía en exclusiva. Sólo en la zona baja del descenso vimos tres coches de cazadores. En más de cuatro horas, únicamente oímos tres tiros; los tres seguidos; a distancia. Había sitio para todos.
Antes del tímido baleo, apenas el fogoso rumor de los arroyos bajando de las cumbres. Y en solitario pensábamos seguir. Aunque era sábado, estos retirados lugares parecen poco frecuentados. Pero algo alteró la soledad de modo repentino.
Tenía un encuadre perfecto para una foto. La senda culebreaba a través del bosque. Nadie a la vista. ‘Preparados,…listos,…¡ya!’ Justo en ese momento, surgieron ‘de la nada’ dos personas en un recodo, de frente; una pareja joven. Estaban a no menos de 25 metros de distancia.
‘¡Vaya!’, era para un ‘waypoint’, me dije.
Al cruzarnos, la chica me espetó muy seria (no sé si de modo fingido):
--“¿Hemos salido favorecidos en la foto?”. No hubo ni un ‘buenos días’.
--“No se preocupen; ahora *les* borro”, respondí inmediatamente.
Nótese que no dije ‘la’ borro (la foto). No. Dije: ‘les’ borro. ‘Lo juro’. Hay un matiz. No estaba seguro de poder eliminar un waypoint sobre la marcha una vez grabado, sin causar alguna alteración. Así que, mejor, haría alguna sustitución o corrección (borrar-les) ‘a posteriori’.
[Normalmente, no pienso ‘tan rápido’…. ¿Y si fuera que el ‘les’, en realidad, me salió inconsciente y automático como respuesta a su seca actitud, que yo percibí como innecesariamente desabrida? Un 'sin-queriendo', por mi parte, vamos].
Con la misma inusual celeridad, y tal vez para reforzar mi ‘les borro’, en cuanto pasaron, caminé detrás de ellos unos 15 metros. Cuando me hallaba más o menos en el punto de disparo de la foto (previa) de la discordia, me paré, giré en sentido contrario, y dije:
--“Voy a sacar de nuevo la foto”. No había ahora nadie en el encuadre, pero estaba yo ‘rezando’ para que no hubiera ninguna ‘aparición’ más….
Se rieron: --“Que tenga un buen día”.
Y yo también lo hice. Quizá nos habíamos ‘sobre-interpretado’ mutuamente.
Al ver las fotos en casa, comprobé que las dos personas aparecían difuminadas. …”¡Venga ya! Todo para nada”. Excluiré, no obstante, la foto de marras, por si acaso se sintieran identificados.
RUTAS CERCANAS
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/rio-de-la-umbria-desde-barbadillo-de-herreros-119065774
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cerro-guariste-pico-dos-hombres-y-rio-pedroso-desde-barbadillo-de-herreros-118100802
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/monterrubio-de-demanda-dehesa-ermita-de-los-martires-y-cerro-114360804
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/por-los-confines-de-las-tierras-de-lara-91663261
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pico-mencilla-desde-el-valle-del-sol-circular-93098871
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/entre-tinieblas-iglesiapinta-y-san-millan-de-lara-103975905
Waypoints
Panorama
4,633 ft
23
Comments (4)
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Aunque el nombre de Peña del Medio no es muy deslumbrante, ofrece unas buenas vistas sin tener que subir a ningún pico. Bonitas fotos del robledal con los colores otoñales. Saludos.
Gracias, Ledanias, por ofrecer esa joya de ruta.
Una gran concentración de robles fantasiosos y realmente singulares. Cordiales saludos, Maisid.
Gracias, Manu Arroyo. Sí, alucinante. Ese fue uno de los grandes alicientes de una ruta que cogimos en un momento ideal. Nos salió 'redonda'.