Dehesa del Camarate y Peñón de los Soldados

Magnífica ruta otoñal en un paraje inolvidable, siempre y cuando no se haga en fin de semana. Todo lo bueno es muy deseado, por eso si puedes hacerlo entre semana disfrutarán tus sentidos sin agobios y además podrás llegar con tu propio vehículo hasta la entrada misma de la Dehesa, ahorrandote 6 kms prescindibles.

La finca del Camarate ha sido dehesa de reses bravas hasta hace pocos años, en que fue comprada por la Junta de Andalucía e incorporada al Parque Nacional. El temor a los toros se encargó de mantener alejados a curisosos y gracias a ello el bosque se encuentra en magnífico estado de conservación.


Contrasta este húmedo bosquedal entre la casi desértica llanura de la Hoya de Guadix y la alta montaña de Sierra Nevada. Cuenta con una biodiversidad botánica de primer orden: arces, robles, cerezos, serbales y tejos (principalmente).

Llegando a Lugros y antes de que la carretera descienda y cruce el barranco del río Alhama, sale a derechas (junto a una unas naves ganaderas), un carril que continúa paralelo al río, hasta introducirse en la Cañada Real de los Potros, una vía pecuaria por la que se realizaba trashumancia entre S. Nevada (Granada) y S. Morena (Jaen). Normalmente podremos pasar con vehículo, pero los fines de semana habrá que aparcar junto a las naves ganaderas (parking de Los Monteses).

Llegaremos a la entrada de la Dehesa del Camarate, lo que se conoce como el Horcajo del Camarate. Lo primero que encontramos son las ruinas de una hermosa ermita con su escalinata que evoca tanto una estampa del romanticiscmo becqueriano como la imagen de un cuento de hadas.

En ese punto se presentan dos opciones. Si giramos a derechas entraremos en "El Bosque Encantado". Nosotros preferimos girar a izquierdas, ascendiendo por un sendero de montaña que gana cota con facilidad serperteando entre robles y con magníficas vistas al río Alhama. Esta senda conecta finalmente con el camino que atraviesa El Bosque Encantado, en lo alto del Collado de los Carneros, y ya ascendemos con facilidad al bonito Tentadero que bien podría aparecer en la película Matador de Almodóvar. Imagen surrealista y lugar ideal para acampar y reponer fuerzas.

Continuamos la marcha. Y poco más adelante tras una curva a la izquierda sale un desvío para llegar al Tejo del Camarate, árbol singular de gran tamaño y edad. En nuestro caso nos apetecía ver el entorno recién nevado de los Lavaderos de la Reina, así que continuamos hasta el Peñón de los Soldados (5 kms desde el Tentadero).

A la bajada retornamos por el mismo camino hasta el Tentadero y luego el Cerro de los Carneros. Ahí giramos a izquierdas y entramos de lleno en El Bosque Encantado, por el Barranco de las Rozas, disfrutando de toda su policromía con una orientación favorable del sol para tomar las fotos de recuerdo.

La ruta es fácil, pero exige estar en buena forma. Son mas de 25 kms y mil metros de desnivel, aunque sin dificultad técnica alguna.

Mi sincero agradecimiento al Club de Esquí y Senderismo de Pinos Genil. Rafa y Jorge son buena gente!!