De La Loma de Mariangela al Olivico ( aldea abandonada del abuelo León)

Son innumerables las historias que cuenta mi suegra del abuelo León y el Olivico, el cortijo que la vio nacer y donde vivió hasta que se casó.


La señora Diosnina va a cumplir 86 años y, teniendo en cuenta, que el cortijo perteneció en primer lugar al tatarabuelo de su abuelo León, los restos del Olivico tienen más de 100 años.

Parece ser que hay un sendero cómodo desde Cotorríos, pero nosotros preferimos llegar desde La Loma de Mariangela por ser más agreste y natural. Es más corto pero con mayor dificultad.

Tu decides.

Empieza la ruta siguiendo el sendero hacia Cotorríos que sale desde La Loma. Cruza la cancela (no te olvides de cerrarla) y sigue la senda unos 600 metros. Como referencia toma la línea de alta tensión.

El primer poste de la luz que verás será por donde bajarás de vuelta. Para subir, busca el segundo poste con número A737971. Ahí tienes que salir del camino, dejar el poste a tu derecha y empezar a subir en diagonal unos 35º o 40º.

No hay senda marcada, está empinado y la hojarasca hace que sea resbaloso. ¿Por qué mola? Porque, si vas temprano es posible que veas rebecos como nosotros.

Debes ir encontrando muros de piedra de contención del terreno.

Fijate en que se mezclan pinos con olivos. ¿Sabes por qué? Porque esa zona era el olivar del abuelo León, y una vez que el Olivico pasó a ser parte del parque natural, los olivos no los quitaron y ahora conviven con los pinos tan característicos de la Sierra de Cazorla.

Si no te has desviado mucho, a un kilómetro aproximadamente llegarás al cortijo.

Entraras por la parte alta y lo primero que es posible que te llame la atención son dos círculos muy grandes de piedras construidos en el suelo. Eran las eras del abuelo de mi suegra, donde trillaban el trigo.

La casa más grande era la del abuelo León, y la de la izquierda donde vivió su nieta Diosnina, mi suegra.

Preciosas vistas para una vida de duro trabajo. ¿Te lo imaginas?

Date una vuelta por la aldea y disfruta de la paz, las vistas y los recuerdos de más de 100 años.

No te recomiendo que vuelvas por el mismo sitio porque te perderás los bancales y las albercas.

Te comento que hemos intentado marcar el camino de vuelta con mojones de piedra. No sé si aguantarán.

Si paseas entre las casas verás que hacía la izquierda sale un camino que se interrumpe en una alambrada. Deja ese cercado a tu izquierda y empieza a bajar en diagonal en dirección a La Loma.

Seguirás caminando entre pinos y olivos y debes encontrar los bancales de antiguas huertas y la primera alberca. Continuando hacia abajo en diagonal verás la segunda alberca a tu derecha.

En la primera alberca encontrarás una parra con uvas conviviendo con un olivo.

En la segunda hay una higuera con higos pequeños y muy ricos, si tienes la suerte de encontrar alguno madurito 😋.

A partir de ahí, busca como referencia los cables de la linea de alta tensión y llegarás al poste A737970 (el que dejaste a tu derecha al comenzar la ruta). Un poco más abajo volverás al sendero que trajiste al principio para volver a La Loma.

La ruta es corta pero no exenta de dificultad y muy bonita.

Espero que la disfrutes.

❤️ En homenaje a mi suegra Diosnina y a su abuelo León.