De la Ermita de la Araña a la Ermita del Puntarrón pasando por el vértice geodésico Rallero (Totana y Lorca)
near Corvillones, Murcia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Tres eran mis objetivos con esta ruta: subir al vértice geodésico Rallero y visitar dos ermitas, la de la Araña y la del Puntarrón.
La Ermita de la Araña es el punto de salida y final de la ruta, por tanto primer objetivo cumplido. El siguiente es el vértice geodésico, y para ello nos dirigimos al cerro en busca de su cuerda. Es el tramo más físico, pues tendremos que salvar más de doscientos metros de desnivel monte a través, aunque el terreno es fácil. Eso sí, recomiendo llevar pantalón largo.
Una vez arriba aparece un sendero que recorre toda la cresta de la Loma de Aguadera. El vértice geodésico está en el primer cabezo y las vistas son estupendas, tanto al norte (Sierra Espuña y la Sierra de la Tercia) como al sur (Sierra de la Almenara).
Aquí comenzamos un divertido paseo cresteando la cuerda, teniendo precaución en uno de los descensos, algo pronunciado y con piedra suelta. Yendo con cuidado no planteará ningún problema.
El último hito es la Ermita del Puntarrón. Antes de que acabe la cuerda sobre la loma veo abajo a la izquierda un camino. En un collado salgo de la senda para unirme a él. En la primera ocasión giraremos a la izquierda, luego, en un cruce en T, seguiremos a la derecha, y tras vadear una rambla llegaremos a las inmediaciones de una casa en ruinas que corona un cabezo. Aquí conectaremos con otro camino donde giramos a la izquierda. Se trata del Camino de Perpiñán.
Este camino se reduce a un sendero que acabará desembocando en una pista de tierra junto a un caserío en ruinas. Primero habremos dejado a la izquierda las Casas del Cabezo, y enseguida veremos destacar, ya en la pista y a la izquierda, la Casa de la Torre.
Pero antes de visitarla giraremos a la derecha, hacia unos eucaliptos. A unos doscientos o trescientos metros llegamos al núcleo de casas del Puntarrón. Todas están en ruinas, y la ermita, consagrada a Nuestra Señora del Rosario, es la última edificación, reconocible por sus arcos, que aún permanecen.
El lugar es pura desolación, pero tiene un encanto innegable. Es como Los Allozos, con su ermita y todo. Me recreo en este lugar oculto en medio del monte, pensando que hace unas décadas debía haber actividad diaria y un número relativamente grande de gente.
Decido ponerme en marcha y volver por la pista de tierra, que va paralela a la Rambla de los Adanes. Me quedan unos seis kilómetros de paseo y el día es perfecto: soleado y poco calor. Alcanzo la Ermita de la Araña muy contento con la ruta, que ha sido de los más agradable, tanto patrimonial como paisajísticamente.
La Ermita de la Araña es el punto de salida y final de la ruta, por tanto primer objetivo cumplido. El siguiente es el vértice geodésico, y para ello nos dirigimos al cerro en busca de su cuerda. Es el tramo más físico, pues tendremos que salvar más de doscientos metros de desnivel monte a través, aunque el terreno es fácil. Eso sí, recomiendo llevar pantalón largo.
Una vez arriba aparece un sendero que recorre toda la cresta de la Loma de Aguadera. El vértice geodésico está en el primer cabezo y las vistas son estupendas, tanto al norte (Sierra Espuña y la Sierra de la Tercia) como al sur (Sierra de la Almenara).
Aquí comenzamos un divertido paseo cresteando la cuerda, teniendo precaución en uno de los descensos, algo pronunciado y con piedra suelta. Yendo con cuidado no planteará ningún problema.
El último hito es la Ermita del Puntarrón. Antes de que acabe la cuerda sobre la loma veo abajo a la izquierda un camino. En un collado salgo de la senda para unirme a él. En la primera ocasión giraremos a la izquierda, luego, en un cruce en T, seguiremos a la derecha, y tras vadear una rambla llegaremos a las inmediaciones de una casa en ruinas que corona un cabezo. Aquí conectaremos con otro camino donde giramos a la izquierda. Se trata del Camino de Perpiñán.
Este camino se reduce a un sendero que acabará desembocando en una pista de tierra junto a un caserío en ruinas. Primero habremos dejado a la izquierda las Casas del Cabezo, y enseguida veremos destacar, ya en la pista y a la izquierda, la Casa de la Torre.
Pero antes de visitarla giraremos a la derecha, hacia unos eucaliptos. A unos doscientos o trescientos metros llegamos al núcleo de casas del Puntarrón. Todas están en ruinas, y la ermita, consagrada a Nuestra Señora del Rosario, es la última edificación, reconocible por sus arcos, que aún permanecen.
El lugar es pura desolación, pero tiene un encanto innegable. Es como Los Allozos, con su ermita y todo. Me recreo en este lugar oculto en medio del monte, pensando que hace unas décadas debía haber actividad diaria y un número relativamente grande de gente.
Decido ponerme en marcha y volver por la pista de tierra, que va paralela a la Rambla de los Adanes. Me quedan unos seis kilómetros de paseo y el día es perfecto: soleado y poco calor. Alcanzo la Ermita de la Araña muy contento con la ruta, que ha sido de los más agradable, tanto patrimonial como paisajísticamente.
Waypoints
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Una buena ruta aunque la última parte algo pesada por la pista, pero me ha gustado mucho, gracias por comparti
Hola. La vuelta se hace un poco cansina, es cierto, pero da gusto caminar por aquellos parajes solitarios. Y la sensación que emana de las ruinas de la Ermita del Puntarrón y del caserío, con ese sabor amargo que dejan estos lugares que tuvieron tanta vida hace no tanto tiempo. Muchas gracias por la valoración y comentario. Saludicos.