De Calabaceira a Cidade Velha por la Ribeira Grande (Isla de Santiago, Cabo Verde)

Corta pero bonita ruta que iniciamos en las proximidades de Calabaceira para descender a la Ribeira Grande y seguirla en moderado descenso hasta llegar a Cidade Velha considerada Patrimonio de la Humanidad.

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Era nuestro primer dia en la Isla de Santiago y en Cabo Verde. Por la mañana habíamos estado en Praia, la capital de la isla y aunque vimos una ciudad bastante pobre, no captanos en toda su crudeza las condiciones de vida de estas gentes. Al fin y al cabo en la ciudad vive mucha gente que percibe ingresos y puede gastarlos en cosas similares a las que estamos acostumbrados en occidente. Hay calles asfaltadas, edificios pintados, etc. Intuyes la existencia de barrios muy deprimidos pero como el viaje guiado no nos llevó a ellos no fuimos conscientes de lo que era la vida en los núcleos pequeños de Cabo Verde hasta que pasamos por Calabaceira. No nos detuvimos allí puesto que íbamos muy apurados de tiempo. Tampoco saqué fotografias de lo que vi pero la verdad es que para alguin como yo que nunca había salido de la cómoda y rica Europa, Calabaceira fue el primer shock de este viaje: las casa estaban a medio construir, habia plásticos por doquier, la tierra era marrón sin nada de vegetación, animales aquí y allá, algunos, los que necesitan para alimentarse, atados a árboles para que no escaparan. Lo que dije antes, un auténtico shock para mi. El coche nos dejó en las afueras de Calabaceira en la parte alta de la Ribeira Grande. Empezamos a caminar entre el polvo del camino y a unos centenares de metros llegamos al borde de la Ribeira Grancia. Transcurria un centenar de metros por debajo de nosotros y lucia verde de vegetación; nos sentimos como caminando por un desierto y teniendo a la vista un oasis, tal era el contraste existente. Empezamos a bajar hasta llegar al fondo del valle, recorriéndolo hasta llegar a Cidade Velha. He de decir que no vimos agua lir ninguna parte y que el fond9 tampoco era tan frondoso como se veia desde arriba pero, en fin, al menos habia vegetación, caña de azucar y plataneras que permitian el sustento a los habitantes de la zona.




El camino no tiene ninguna dificultad técnica; de hecho yo lo hice con unas náuticas y no tuve ningún problema.. a lo largo de la ruta nos encontramos con destilerias que procesan un licor de unos 45 grados que llegamos a probar, con gente que cortaba caña de azúcar, con algún pájaro autóctono, con unos pequeños macacos en libertad, díficiles de avistar debido a que se confundían con las ramas de los árboles y con dos espectaculares baobab.




La ruta acabó en Cidade Velha donde nos recogió la furgoneta que nos llevó a nuestro alojamiento. Nos quedamos en la parte baja, la que da al puerto, sin subir a la zona elevada donde se halla la antigua fortaleza de esta población, Patrimonio de la Humanidad. Para mayor información sobre Cidade Velha y la Ribeira Grande, ver el enlace adjunto de la Unesco.