Cusipata (Departamento de Cusco, Perú): ascensión a la montaña Vinikunka o de los Siete Colores

Este itinerario consiste en ascender a la montaña Vinikunka y volver prácticamente por el mismo camino.

Descripción de nuestra experiencia en este recorrido: teníamos noticias de la popularidad de esta ruta. Habíamos visto fotos en internet con un colorido increíble. Habíamos comprobado en Wikiloc que la ruta no era ni larga ni con demasiado desnivel. Sabíamos que había un buen camino. Y así es en realidad. Sin embargo ¿porqué se puede considerar una excursión complicada? Porque se hace desde los 4.650 msnm hasta los 5.036, y a esta altitud empieza a ser más escaso el oxígeno, los esfuerzos para andar hacia arriba son mucho mayores, en muchas personas el aturdimiento y embotamiento de la cabeza son notables por la falta de una adaptación adecuada a las alturas. Nosotros notamos la altitud pero habíamos tomado las medidas que nos habían recomendado (infusiones y caramelos de coca, cápsulas de “Altivital”, aspiración de “Agua de Florida” en momentos concretos, etc.) y además comenzamos y continuamos ascendiendo despacio, sin prisas, y con pausas muy breves, como nos habían aconsejado. Además de habernos desenvuelto durante varios días a más de 3.500 msnm de altitud. Y llegamos en perfectas condiciones a la cima. Y todo esto a pesar de que para hacer este itinerario partimos desde Cusco, con cuatro horas de recorrido en furgoneta, la mitad por asfalto en buenas condiciones y la otra mitad por tierra con baches, piedra y mucho polvo, aunque hay poco más de 100 km. Es lo más común para la mayoría de turistas. En nuestra furgoneta o microbús viajamos 7 personas, una decidió esperar en el punto de partida a nuestro regreso. Habíamos parado a mitad del camino a tomar un consistente desayuno, ya que salimos de Cusco a las 4.30 de la mañana.
¿Realmente merece la pena este esfuerzo? Desde nuestro punto de vista decimos que sí y sin dudas, porque el recorrido transcurre por unos paisajes espectaculares, de colores imposibles, nunca vistos en otros entornos, de formas llamativas y cautivadoras de las que hemos disfrutado un montón en una ascensión sosegada.
A pesar de que encontramos varios aspectos que no nos gustaron en absoluto.
Uno de ellos es la masificación del itinerario, íbamos en procesión. La acumulación de personas para hacerse una foto en algunos puntos concretos era muy llamativa. Y no hay que olvidar que estábamos en temporada baja. No quiero imaginar esta montaña un día de julio o agosto. Y a quienes nos apasiona la montaña y el senderismo una de las cosas que disfrutamos es la perfecta compañía de la naturaleza en medio de esa aparente soledad.
Otro aspecto negativo son las publicaciones de fotos de estos parajes por parte de agencias turísticas, touroperadores, y otros grupos interesados en atraer turistas a estos lugares. Estas imágenes están manipuladas hasta extremos inconcebibles, con exageraciones esperpénticas del color. Creo que es totalmente innecesario hacer esto. Estos parajes son lo suficientemente atractivos, originales y bellos presentados de forma realista y no manipulados.
En el inicio del itinerario hay un aparcamiento de considerables dimensiones, ya había unos cuantos microbuses-furgonetas cuando llegamos y supongo que en los meses de Julio y Agosto se abarrota. El camino está flanqueado por casetas con cubiertas de colores un poco más arriba. En ellas te venden hojas y caramelos de coca, botellas de agua y refrescos, algunos alimentos, recuerdos variados, gorros, etc, etc. Aprovechan la enorme afluencia de gentes a esta procesión para sus negocios a pesar de estar esto a unos cuantos kilómetros del un núcleo habitado. También ofrecen el servicio de acercamiento en caballo hasta las proximidades de la cima. De hecho existe dos caminos paralelos: uno para caminantes y el otro para arrieros. Es todo un espectáculo ver correr delante de sus caballos y tirando de ellos a mujeres y hombres que bajan a toda velocidad para conseguir un nuevo cliente. También vemos a otras personas que ascienden con Alpacas y Llamas, y no están buscando pastos para ellas, sino a turistas que deseen hacerse una foto acompañados de los animales junto a sus dueños o sin ellos.
Otro aspecto que a mí me llamó la atención es la aparición de terrazas de cultivo más abajo del valle. Como en todos los Andes las terrazas están hechas en laderas imposibles y su tamaño es de unos pocos metros cuadrados. Es una heroicidad trabajar estos terrenos a tanta altitud, porque los cultivos en estas circunstancias son muy limitados, de extraordinario esfuerzo y de producción escasa. Podríamos calificar de heroica esta agricultura.
En mi opinión, creo que deberían diversificarse los destinos para hacer recorridos de montaña por lugares tan atractivos como este. Y estoy convencido de que en la gran extensión de los Andes Peruanos existen esos entornos tan maravillosos como este.