CUSCO: CERRO SENQA TREK 1D
near Sacsaywaman, Cusco (Peru)
Viewed 548 times, downloaded 16 times
Trail photos
Itinerary description
Ruta circular de un día partiendo desde la ciudad de Cusco, pasando por Sacsayhuamán hasta llegar al apu tutelar Senqa o Sinqa como también mencionan en otras fuentes. El regreso es por la ruta que lleva al conocido Balcón del Diablo hasta llegar nuevamente a la ciudad de Cusco.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La geografía sagrada del valle del Cusco
El valle del Cusco, contemplado desde las cumbres del cerro Wanakawri (Huanacaure),1
muestra un panorama asombroso por la presencia de importantes elevaciones orógenas, adjetivadas
como apus, los pretéritos dioses tutelares que componen su geografía. Reunidos alrededor del cerro
Senqa, levantan sus picos en medio de una agreste topografía conformada por punas, planicies y
quebradas, moldeadas por el tiempo y la naturaleza desde el Periodo Pleistoceno, época en la que el
valle correspondía al lecho de un lago (Fig. 1). Estos cerros, que definen la cuenca del río Watanay
(Huatanay), contienen una multiplicidad de elementos naturales considerados sagrados desde tiempos arcaicos y, como componentes del paisaje natural, permitieron la fijación y consolidación de los
primeros asentamientos humanos en el valle del Cusco.
Apus y paqarinas de los ayarmaka: Senqa y Pillku Orqo (Piqol)
Senqa es la principal elevación del valle del Cusco y la ciudad se extiende en su falda sur
occidental. Desde sus altas cumbres, mojonadas con saywas rituales y apachetas, se aprecia al oriente la extensión del valle hasta la localidad de Luqre y la laguna de Wakarpay, mientras que hacia el norte y noroeste se divisa la gran planicie de Anta, Maras y Chinchero, bajo la custodia de los nevados Sallqantay, Waqaywillka (La Verónica), Chikon y Sawasiray-Pitusiray. Los señores ayarmaka pretendían proceder de una roca en el cerro Senqa, cerro considerado sagrado por dar origen al río Saphy o Watanay, cuya corriente hídrica estructura la trama urbana prehispánica del Cusco. Por esta razón, durante la hegemonía inka, los ayllus ayarmaka continuaron adorando a dicho sitio como su paqarina o lugar de nacimiento (Cobo 1956 [1653], citado en Bauer
2000: 187); no obstante que la waka Akillay, situada en la quebrada de Waypo, hacia el Valle Sagrado, era su principal santuario (Rostworowski 1988a: 28), además de las wakas ayarmaka Waypowanakawri y Chincherowanakawri (Espinoza 1987: 36).
Bernabé Cobo clasifica a este antiguo adoratorio como la séptima waka, llamada Saphy
(Capi), del sexto seqe, Qollana, de Chinchaysuyo (Cobo 1956 [1653], citado en Bauer 2000: 188). Con ello establece una relación entre los ayarmaka, el cerro Senqa como lugar de su origen y el río Saphy, simbólicamente la «raíz» de una planta de quinua a la que se le atribuía la procedencia, conservación y razón de existir del Cusco. Esta correlación es de gran trascendencia para la historia mítica andina, ya que la palabra «ayar» (ayara: variedad de quinua considerada como planta sagrada y alimento
potencial) aparece como apelativo de los hermanos que salen de Thanput’oqo en Paqareqthanpu, cuyos nombres están relacionados al cultivo de plantas alimenticias. Según Rostworowski, los inkas adjudicaron ese título a sus fundadores con el fin de establecer una vinculación genealógica o continuidad entre el grupo inka y el ayarmaka (palabra que proviene posiblemente del vocablo «ayar-mak’a», que significa ‘olla para la quinua’) (Rostworowski 1988a).
Al oriente del valle, siguiendo la cadena montañosa de Senqa, se levanta imponente, otro
gran cerro tutelar, que luce una cárcava rojiza en su parte frontal. Se trata del cerro Pillku Orqo, llamado también Piqol, a cuyos pies se despliega hoy la trama urbana de Larapa y San Jerónimo.
En sus cumbres y alrededores existen varios adoratorios de los ayarmaka, uno de ellos denominado P’irkipukyo, un manantial ubicado bajo el camino que asciende de Pumamarka a Qoraw (Ccorao) y Ch’itapanpa (Chitapampa). En los alrededores, abarcando laderas aledañas como Puma Orqo y la quebrada de Pumamarka, también se hallaban santuarios inkas, especialmente destinados a ser templos-morada para momias reales, muestra de la arraigada tradición funeraria andina (Pizarro 1986
[1571]: 52-54, 89). En las inmediaciones de Piqol, en la zona de Rarapa (Larapa), se veneraron algunas, como la de Lloqe Yupanki. En temporadas de sequía y con el objeto de propiciar lluvias, el cuerpo momificado era sacado de su kancha o templo para ser llevado entre cultivos y sementeras a las punas, posiblemente a las alturas de Piqol, Qoraw y Ch’itapanpa (Valcárcel 1971: tomo III, 229).
Asimismo, en Larapa se rindió culto a la momia de Inka Roqa y fue en aquel lugar donde la encontró Polo de Ondegardo.11 Cobo afirma que su panaka, el ayllu Wikakiraw, llevaba su momia a los cultivos y punas «[...] cuando había necesidad de agua para los sembrados, lo solía sacar en procesión vestido ricamente y cubierto el rostro, y llevarlo por los campos y punas; y tenían creido que era gran parte para que lloviera» (Cobo 1956 [1653]).
Fuente: https://www.academia.edu/16894642/apus_tutelares_y_asentamientos_incas
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La geografía sagrada del valle del Cusco
El valle del Cusco, contemplado desde las cumbres del cerro Wanakawri (Huanacaure),1
muestra un panorama asombroso por la presencia de importantes elevaciones orógenas, adjetivadas
como apus, los pretéritos dioses tutelares que componen su geografía. Reunidos alrededor del cerro
Senqa, levantan sus picos en medio de una agreste topografía conformada por punas, planicies y
quebradas, moldeadas por el tiempo y la naturaleza desde el Periodo Pleistoceno, época en la que el
valle correspondía al lecho de un lago (Fig. 1). Estos cerros, que definen la cuenca del río Watanay
(Huatanay), contienen una multiplicidad de elementos naturales considerados sagrados desde tiempos arcaicos y, como componentes del paisaje natural, permitieron la fijación y consolidación de los
primeros asentamientos humanos en el valle del Cusco.
Apus y paqarinas de los ayarmaka: Senqa y Pillku Orqo (Piqol)
Senqa es la principal elevación del valle del Cusco y la ciudad se extiende en su falda sur
occidental. Desde sus altas cumbres, mojonadas con saywas rituales y apachetas, se aprecia al oriente la extensión del valle hasta la localidad de Luqre y la laguna de Wakarpay, mientras que hacia el norte y noroeste se divisa la gran planicie de Anta, Maras y Chinchero, bajo la custodia de los nevados Sallqantay, Waqaywillka (La Verónica), Chikon y Sawasiray-Pitusiray. Los señores ayarmaka pretendían proceder de una roca en el cerro Senqa, cerro considerado sagrado por dar origen al río Saphy o Watanay, cuya corriente hídrica estructura la trama urbana prehispánica del Cusco. Por esta razón, durante la hegemonía inka, los ayllus ayarmaka continuaron adorando a dicho sitio como su paqarina o lugar de nacimiento (Cobo 1956 [1653], citado en Bauer
2000: 187); no obstante que la waka Akillay, situada en la quebrada de Waypo, hacia el Valle Sagrado, era su principal santuario (Rostworowski 1988a: 28), además de las wakas ayarmaka Waypowanakawri y Chincherowanakawri (Espinoza 1987: 36).
Bernabé Cobo clasifica a este antiguo adoratorio como la séptima waka, llamada Saphy
(Capi), del sexto seqe, Qollana, de Chinchaysuyo (Cobo 1956 [1653], citado en Bauer 2000: 188). Con ello establece una relación entre los ayarmaka, el cerro Senqa como lugar de su origen y el río Saphy, simbólicamente la «raíz» de una planta de quinua a la que se le atribuía la procedencia, conservación y razón de existir del Cusco. Esta correlación es de gran trascendencia para la historia mítica andina, ya que la palabra «ayar» (ayara: variedad de quinua considerada como planta sagrada y alimento
potencial) aparece como apelativo de los hermanos que salen de Thanput’oqo en Paqareqthanpu, cuyos nombres están relacionados al cultivo de plantas alimenticias. Según Rostworowski, los inkas adjudicaron ese título a sus fundadores con el fin de establecer una vinculación genealógica o continuidad entre el grupo inka y el ayarmaka (palabra que proviene posiblemente del vocablo «ayar-mak’a», que significa ‘olla para la quinua’) (Rostworowski 1988a).
Al oriente del valle, siguiendo la cadena montañosa de Senqa, se levanta imponente, otro
gran cerro tutelar, que luce una cárcava rojiza en su parte frontal. Se trata del cerro Pillku Orqo, llamado también Piqol, a cuyos pies se despliega hoy la trama urbana de Larapa y San Jerónimo.
En sus cumbres y alrededores existen varios adoratorios de los ayarmaka, uno de ellos denominado P’irkipukyo, un manantial ubicado bajo el camino que asciende de Pumamarka a Qoraw (Ccorao) y Ch’itapanpa (Chitapampa). En los alrededores, abarcando laderas aledañas como Puma Orqo y la quebrada de Pumamarka, también se hallaban santuarios inkas, especialmente destinados a ser templos-morada para momias reales, muestra de la arraigada tradición funeraria andina (Pizarro 1986
[1571]: 52-54, 89). En las inmediaciones de Piqol, en la zona de Rarapa (Larapa), se veneraron algunas, como la de Lloqe Yupanki. En temporadas de sequía y con el objeto de propiciar lluvias, el cuerpo momificado era sacado de su kancha o templo para ser llevado entre cultivos y sementeras a las punas, posiblemente a las alturas de Piqol, Qoraw y Ch’itapanpa (Valcárcel 1971: tomo III, 229).
Asimismo, en Larapa se rindió culto a la momia de Inka Roqa y fue en aquel lugar donde la encontró Polo de Ondegardo.11 Cobo afirma que su panaka, el ayllu Wikakiraw, llevaba su momia a los cultivos y punas «[...] cuando había necesidad de agua para los sembrados, lo solía sacar en procesión vestido ricamente y cubierto el rostro, y llevarlo por los campos y punas; y tenían creido que era gran parte para que lloviera» (Cobo 1956 [1653]).
Fuente: https://www.academia.edu/16894642/apus_tutelares_y_asentamientos_incas
Waypoints
Panorama
14,305 ft
Mirador Cerro Senqa
Al frente se divisa la cumbre del Cerro Senqa. Comienza descenso y luego ascenso.
Photo
13,825 ft
Parte del camino
Ubicar las rocas y bajar por el lado izquierdo, que está menos empinado.
Information point
12,060 ft
Letrero informativo
No subir. Sólo seguir el camino de trocha de autos, camino izquierdo.
Comments (6)
You can add a comment or review this trail
Um local imperdível, para quem gosta de história: As Murallas de Sacsayhuaman!
Obrigado pela partilha deste magnífico trilho.
Um abraço
Guau... Es seguro hacer la ruta solo con mi pareja?
Hola @hernan arias 1. Claro que sí. Esta caminata no tiene ningún tramo técnico. Solo en la parte cercana para llegar al Cerro Senqa si es un poco empinada, pero el camino es amplio y se reduce un poco ya cercano a la cima. Si no tienen vértigo no habría problemas. La mayor dificultad sería el largo trayecto.
Alfredo Muchas gracias, pronto viajaré a Cusco, la voy a seguir y te cuento cómo nos va.
Genial Hernan, disfruten mucho la ciudad cuando esten por allá. Cusco ofrece infinidad de trekkings para todos los niveles. Un fuerte abrazo!
Súper, mil gracias Alfredo