Cueva del Yedrón, Peña Blanca, Cagasebo desde Castañeda (Sierra Sur)

Corta , aunque preciosa ruta la que nos ha preparado Pedro J. Castro para el Club Deportivo de Montaña Aznaitín y que se desarrolla casi exclusivamente dentro de los límites del Parque Periurbano Monte La Sierra, e escasos kilómetros de la capital del Santo Reino (Jaén).

“El Parque Periurbano Monte La Sierra es un pequeño paraíso ecológico a pocos kilómetros de la capital jiennense. Los cambios de paisaje se suceden en este espacio pasando de relieves abruptos y accidentados a formas suaves y alomadas. 

Desde el barranco de Otíñar hasta el embalse del Quiebrajano se alza una topografía de continuas y escarpadas pendientes, habitada por la vegetación típica del monte mediterráneo con encinas, quejigos y acebuches que se alterna con pinares de repoblación. Los animales con mayor presencia en este enclave son la cabra montés y el jabalí, mientras que en las copas de los árboles se cobija la ardilla y más arriba, en el cielo, vuelan el águila perdicera o el azor. 

Los inmensos barrancos, con paredes casi verticales, brindan la oportunidad de practicar la escalada, gracias a las numerosas vías abiertas. Entre las cuevas existentes se conservan algunas muestras de arte rupestre, como en la Cueva de los Herreros. 

El dibujo del paisaje de esta sierra está también condicionado por dos valles, el del río Quiebrajano y el de la Cañada de las Hazadillas. Al estrecho barranco horadado por el primero de ellos, se asoma el mirador del Vitor con unas excelentes panorámicas del entorno. Además, en sus inmediaciones se encuentra un interesante dolmen correspondiente al Paleolítico. En el valle de la Cañada de las Hazadillas se encuentran diversas instalaciones para el ocio y la educación ambiental, además de diversas rutas para senderismo o cicloturismo. “ (Fuente del texto: Ventana del Visitante de los Espacios Naturales de Andalucía).

Ésta ruta recorre algunos de los rincones más agrestes, escarpados y de bosques más densos de la Sierra Sur y aunque corta en kilometraje ,algo más de 12 km, en la misma se obtiene un desnivel positivo acumulado de casi 900 m, por lo que la exigencia física es evidente. Casi todo el recorrido se realiza por caminos y senderos bien definidos, aunque en algunos tramos éstos se desdibujan y hay que hacerlo campo a través, siendo en estos casos donde se realizan los ascensos más explosivos. Así mismo ,el cresteo desde Peña Blanca al Cerro del Cagasebo y el descenso hasta el Puerto de la Nava es campo a través, con algunos tramos incómodos de lapiaz, pero sin excesivas dificultades técnicas.
Uno de los grandes atractivos de ésta ruta, a parte de por su puesto los paisajísticos ,motivo largamente sobrado para realizarla, es la visita a la singular Cueva del Yedrón. Ésta, es una maravilla, en realidad se trata de un pequeño abrigo que alguien se ha encargado de convertir en refugio, sellando cualquier resquicio o apertura, poniendo una bella puerta y pintando y acondicionando con toda clase de detalles su interior. Pero lo realmente fascinante se encuentra en el exterior, habiendo varios grabados en las rocas con símbolos celtas, incas o mayas, barandas, escaleras esculpidas en la roca, un mirador y depósitos que recogen el agua de las rocas de forma ingeniosa.
No sabemos realmente si el dar a conocer un lugar como éste es conveniente o no, pues se corre el riesgo de que el vandalismo se cebe con tantas horas de esfuerzo; pero por otro lado ,el que los amantes de la naturaleza recorran éstos bellos senderos, ayudando así a su mantenimiento, a que no se pierdan y de que el conocimiento de la situación de ésta cueva pueda servir a alguien de refugio en un momento de necesidad, creo que lo justifican.

Comenzamos a caminar en la pequeña aldea de Castañeda (situada a escasos metros de la Presa del Quiebrajano), tomando una pista hacia el Norte, (que de seguirla en su totalidad nos llevaría al CREA Quiebrajano), para en breves metros tomar un sendero a la izquierda , poco visible al principio y con el que atajamos bastantes metros de pista. Salimos a un carril, casi donde éste cruza el bello Arroyo de los Miradores. Seguimos el carril en su totalidad , hasta donde éste acaba, en el Puerto de la Senda (953 m), inmersos en un denso bosque de encinas, quejigos y pinos.
En éste Puerto, cruce de senderos, seguimos al Oeste, recorriendo agrestes enclaves de gran belleza y teniendo vistas de las Alcandoras, Cruz de la Chimba, Matamulos, Embalse de Quiebrajano, Pitillos......
Seguimos una dirección más o menos Norte, pero terminamos perdiendo el sendero, momento en que campo a través en fuerte ascenso hacia el Oeste llegamos a una encina o quejigo muerto, bien visible desde lejos y con una cruz de madera en su tronco. Éste árbol nos sirve de referencia para volver a encontrar el sendero, que tomamos a la derecha, hacia el Norte.
Seguimos por el sendero hasta que en breves metros, en una bifurcación , donde hay cerca un afloramiento rocoso, seguimos el de la izquierda, que nos lleva a la escondida Cueva del Yedrón (1.150 m).
Tras disfrutar largamente de éste maravilloso lugar regresamos al sendero, que sigue dirección Oeste y Norte después hasta que se termina desdibujando , momento en que en muy acusado ascenso, campo a través y en dirección Oeste llegamos a Peña Blanca (1.452 m), impresionante atalaya, donde se obtienen impresionantes panorámicas de la zona más septentrional de la Sierra Sur, de la Campiña, la capital y por su puesto de todo Monte La Sierra.
Seguimos hacia el Sur, por la cresta hacia el Cerro del Cagasebo (1.588 m), en su mayor parte de forma bastante cómoda, eso sí, en fuerte ascenso. Éste cerro es otra formidable atalaya, antesala de la majestuosa Pandera, que nos ofrece desde aquí una bellísima estampa.
Descendemos hacia el Sur, por un incómodo pedregal hasta la preciosa Nava y desde aquí hasta el Puerto de la Nava (1.486 m). Aquí de nuevo tomamos un sendero, que nos llevaría hasta el Puerto de las Coberteras de seguirlo íntegramente. Descendemos hacia el SE, pasando por la Fuente de la Nava y tras varios zigzags del sendero, en una bifurcación, tomamos el de la izquierda, de menor entidad, a veces bastante cerrado de vegetación y que se introduce en un denso y precioso bosque mediterráneo.
El sendero termina en un carril, que seguimos a la izquierda y que va a parar a la carretera muy cerca de Castañeda, pasando por un tramo de olivar.