CT-13 Amarante - Guimaraes (Camino de Torres)

Como un regalo más, se presenta este lunes luminoso y de calor que hará mella en mi piel cada vez mas quemada a pesar de darme crema solar, no con la frecuencia debida. En un principio había pensado dividirlo en dos etapas, pero siempre me impongo el reto de hacer la marathon en cada Camino que emprendo.

Y como diría Joan Manuel Serrat:... “hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo, depende en parte de ti”...

Así que lo asumo mentalmente mientras empiezo a caminar por las calles que me alejan de la ciudad buscando un bar donde desayunar y lo encuentro a 1,8 km de mi salida, justo en la rotonda de S. Lázaro que es la continuación de la rúa de Mario Monterroso. Se trata de la Gasolinera Galp que tiene un Snack Bar bien preparado. Desde aquí empieza la subida hacia Chaos y que después se convierte en una pista forestal de empinada pendiente, mas del 15% diría yo, destrozada por las ruedas de los tractores y embarrada por la escorrentía de las recientes lluvias. A tener en cuenta que desde la rotonda de la gasolinera, situada a 100 m de altitud, se sube a los 465 m en apenas 5 kms.

Por sendas forestales y caminos adoquinados sin perder apenas altura durante 4 km mas, supero Freixo de Cima e iré acercándome a la primera población con servicios, Vila Cova de Lixa donde a su entrada aprovecho la cafetería Pao Quente da Lixa para alimentarme y descansar después de estos primeros 11 kms. tan exigentes.

El ritmo y las paradas voy adaptándolos, puesto que snacks donde descansar y tomar algo no faltan en este trazado entre urbano y rural y así van sucediendo poblaciones como Lixa, Caramos, Várcea, dejando a mi derecha Margaride y Felgueiras, mezclados con tramos de calzada, algunas presuntamente de origen romano. Como la que me acerca al Convento de São Martinho de Caramos. Poco después hago otro descanso en la cafetería snack Dona Laura II, en Forca (Varziela).

Antes del puente romano de Arco, me desvío para fotografiar el Mosteiro de Santa Maria de Pombeiro en Ribavizela con un hermoso pórtico románico protegido por una bóveda que sobresale en un estilo barroco del sXVIII, como el resto de la fachada. No veo ninguna puerta abierta para poder curiosear y por otro lado son las tres de la tarde (horas siempre españolas) y posiblemente sea la hora do “almoço o da sesta para la segurança” de este mosteiro, hoy dedicado al turismo de clase acomodada.

Al cruzar el Vizela en el puente de Arco, me sorprende lo caudaloso que baja este afluente del rio Ave, y admiro el edificio de piedra en su orilla izquierda que todavía conserva la gran rueda hidráulica a paletas de eje horizontal, que haría mover el molino en su interior.

Cuando llego a Palhais, un poco después de pasar bajo la autoestrada A7 cerca de Serzedo, el estratégico Café Esplanada que allí encuentro está cerrado hasta dentro de una hora. Como son las cuatro y media y me queda el tramo por la pista de cicloturismo que aprovecha el trazado de la antigua vía férrea que unía Guimarães con Fafe, me dispongo a trepar por una dura cuesta de mas del 20% y que en solo 400 m. me eleva a la cota de dicha pista. Ahora se trata de regular bien el ritmo y empleo dos horas y media en recorrer los 8,6 kms que tiene, la mayoría del trayecto con buena sombra debido a los bosques por donde discurre. Procuro hacer descansos, comer algo y cuando por fin consigo cobertura, llamar por teléfono para poder tener un alojamiento. Los de la Pousada de Juventude están completos pero me remiten al Hostel Prime donde si me confirman alojamiento. Ya puedo caminar tranquilo pues le he marcado una hora de llegada con margen.

Por la rua da Arcela, antigua entrada a Guimarães, paso por la iglesia de S. Dámaso desde donde ya se puede admirar el Castillo de Guimarães, Poco después descubro la estatua de Mumadona Dias que en el siglo X estableció los cimientos del que seria el reino de Portugal dos siglos después. Interesante es la historia de esta condesa sobrina de los tutores del rey Ramiro II de León, ya que después de ser madre de seis hijos, a la muerte de su marido D. Mendo, fundó un convento y allí profesó. Pero sin dejar de ser la dueña de incontables dominios de los condados de Coimbra y Portugal, muchos herencia de su marido. A ella se debe la construcción del castillo para proteger el monasterio y la ciudad de las invasiones normandas, frecuentes en las costas portuguesas. La leyenda le atribuye una sabia política de acoger a los perseguidos y ganar su fidelidad para repoblar y hacer crecer esta ciudad libre.

Al llegar al Hostel Prime, r. da Liberdade 42-43, tfn.253546335 ó movil 967058786, enseguida simpatizo con el dueño y me instala en una luminosa habitación de 2 literas con baño para mi solo. Luego, delante del ordenador, le facilito diversos trucos y programas informáticos para desarrollarlos en sus horas de guardia. En agradecimiento me dice donde puedo cenar bien y barato. Se trata de la Casa Alves-Porta Larga, rua da Cadeiroa 41, una calle paralela a la del hostel.

Tiempo en movimiento: 10:22 horas.

Castelo de Guimarães: http://www.monumentos.pt/Site/APP_PagesUser/SIPA.aspx?id=1060
Cidade de Guimarães: http://www.monumentos.pt/Site/APP_PagesUser/SIPA.aspx?id=11899