Cruz de Guatuso- Cueva del Tigre.

Es una caminata que empieza de manera contraria a lo que uno acostumbra ya que es de bajada. La primera parte del recorrido es por un camino de lastre hasta que se llega a un portón para ingresar a un potrero, razón por la cual es importante pedir permiso a los dueños o ir con alguien del pueblo.
Si uno presta atención es posible observar el Pacífico desde una parte del potrero y si tanto las condiciones climáticas como la visión de uno lo permiten puede observar los barcos. No es una forma poética lo anterior. Al principio creí que me estaban exagerando pero al prestar atención no solo vi el mar, sino que vi el barco.
Desde ese mismo punto pero al frente se aprecia la Potenciana, uno de los lugares que tendré pendiente y que desde ahí me invitaba a visitarlo.
Antes de la Cruz llegamos a una especie de mirador hacia el barranco donde uno se pregunta qué significará estar vivo? Y lo mejor es que si uno es bastante osado lo puede averiguar al descender un poco en ese mirador para ver hacia abajo.
De ahí a la Cruz es un camino donde se observan rocas de origen volcánico, haciéndonos divagar en que alguna vez esas rocas estaban cubiertas por el agua del mar. Lo cual es bastante interesante.
Una vez en la Cruz la vista lo deja sin aliento a uno, ver esas combinaciones tan perfectas de formas y colores. Uno se da cuenta que el mundo encaja tan perfectamente, el celeste y el verde con el color anaranjado-café del barro, simplemente es la descripción de un paisaje recién pintado.
La razón de que se encuentre una cruz en ese sitio se debe a que hubo un tiempo donde asustaban y se veían brujas por ese sector,fue así como la comunidad se organizó para hacer una misa y poner la cruz, luego de esto se dice que las apariciones no se volvió a presentar. (viajar no sólo es caminar, sino también conocer la historia del lugar)
Una vez alcanzado el objetivo decidimos seguir bajando para buscar la Cueva del tigre, primero pasamos por una Catarata que esta a la pura orilla del camino de lastre algo sumamente peculiar. Nos volvimos a adentrar a la montaña pasando por el río pro la cueva no aparecía. Han habido muchos derrumbes por lo que el camino se encuentra perdido. De repente cuando nos habíamos rendido la encontramos. Y que dicha que lo hicimos, ya que es una cueva que se presta para acampar y parece sacada del libro que curiosamente estoy leyendo el cual trata de los hombres de las cavernas en Europa.
Igualmente la cueva tiene su historia, la utilizaban durante la guerra del 48 los hombres que no querían luchar allí se escondían por días. Hasta que los descubrieron.
Por desgracia no teníamos más tiempo así que no pudimos ir a unas pozas que quedan por ahí cerca.
Pero a pesar de este viaje tan enriquecedor,nos quedaba la peor parte. La subida. Regresar al carro nos costó debido a la pendiente del potrero.