Croda da Lago. Lago Federa, Refugio de Croda da Lago y Forcella Ambrizzola.

Una bellísima ruta lineal, por un entorno boscoso excepcional hasta llegar al lago Federa (para nosotros uno de los paisajes más bellos de todo el viaje), que tras el refugio se convierte en un continuado ascenso por un cómodo sendero, con excepcionales vistas y ningún árbol, hasta llegar a la Forcella Ambrizzola, donde existe la posibilidad de continuar por otras rutas alternativas, entre las cuales debemos destacar la posibilidad de convertir la ruta en circular (con un aumento moderado del desnivel a recorrer y de la dificultad técnica de la ruta) o seguir hacia otros senderos, lo que aumentaría notablemente la longitud, desnivel y dureza de la ruta.
El punto de inicio está situado dn un lateral de la carretera SP638, donde hemos dejado el coche aparcado en un lateral de la carretera, donde hay bastantes más aparcados anteriormente. Subimos unos metros por el lateral de la carretera, hasta llegar añ inicio de un sendero que, poco más adelante salva un pequeño puente sobre un arroyo que recibe el nombre de Ru Corto. Poco más adelante volvemos a cruza otro puento, algo más grande, sobre el Ra Cateana, al que se une algo más adelante el Corto, y a continuación empezamos a subir por un bonito camino entre el bosque, al pie del pico Coltondo, hasta encontrar otro puento que cruza sobre un nuevo arroyo, algo más caudaloso, el Ru Formin. Todos ellos nacen en el macizo de Croda da Lago y las Cinque Torri.
A partir de ese momento la subida se hace algo más empinada, pero el sendero es bellísimo y, a medida que ganamos altura, las vistas se hacen impresionantes. No mucho después rodeamos la punta norte de la sierra de Corda da Lago y pasamos a su cara este, la pendiente se suaviza y a lo lejos aparece la espectacular silueta del Becco di Mezzodi, el puntiagudo pico que a continuación pasará a dominar el paisaje del fondo, mientras que a nuestra derecha la Corda da Lago se mantiene como bellísima referencia, y a la izquierda los valles de Cortina y Cadore nos dejan sin habla cada vez que nos detenemos para admirar este extraordinario paisaje.
Todavía puede ser mejor, y poco después, para demostrarlo, aparece ante nuestros ojos el Lago Federa. Aquí hay que tomar decisiones heroicas y decidimos girar a la derecha en una próxima bifurcación, para seguir el sendero que recorre el lado oeste del Lago, al pie del Ago linglese, un espléndido paredon rocoso que se eleva por encima de los 2300 metros. Al llegar al final del lago, cruzamos un pequeño puente con una valla de cierre, y llegamos al Refugio de Croda da Lago, donde descansaremos unos breves minutos mientras admiramos un paisaje difícilmente superable.pidien
Pronto llega Carlos pidiendo seguir adelante, hacia el collado que vemos al fondo, al pie del Becco di Mezzodi. Aún tenemos que ascender unos 250 metros, pero la pista parece ascender de modo bastante progresivo y no parece un problema importante, aunque el desnivel total alcanzará, o superará, los 700 metros. Las vistas son, de nuevo, impresionantes pero un detalle cae como una losa sobre los admiradores: hemos superado el umbral alpino y ya no hay árboles en nuestro camino, solo un paisaje de fantástica roca erosionada y los picos descarnados y blanquecinos de las cumbres dolomíticas. Seguimos la marcha y eventualmente llegamos a la Forcella Ambrizzola, el collado donde nuestro sendero encuentra múltiples posibilidades de continuación (hacia Cortina, Cadore, el Passo Giau o la cara oeste de la Chorda del Lago, pasando al pie del Torreone Marcella, a la que nos asomamos para ver el perfil de la cumbre más alta de la sierra, la Cima Ambrizzola, a 2.715 metros), pero para facilitar el camino de los más limitados nuestro guía ha decidido que volveremos por el mismo lugar por el que hemos venido, aunque rodearemos el lago por el otro lado. Nos quedamos, pues, un corto tiempo en la Forcella, apenas lo necesario para empaparnos de la rocosa belleza de un lugar mítico, y volvemos hacia el refugio. Aquí pararemos un rato, para descansar y comer y beber algo, y luego desharemos el camino hasta el lugar donde hemos dejado aparcado el coche, con el único cambio de volver esta vez por el este del lago.
En conjunto una fantástica ruta, con una longitud media-alta y un desnivel total alto, a la que nos hemos ajustado César y yo bajando el ritmo en las subidas, para disminuir la exigencia cardiaca y el consumo de oxígeno, aunque a cambio no hemos necesitado hacer paradas fuera de las del Refugio y la Forcella, donde todos la hicimos. Ni que decir tiene que en este ámbito unas buenas botas de montaña, bastones, sombrero, protección solar, una mochila ligera y reservas de agua suficientes y algo de comida son parte importante de la preparación.