123. Cresteando por la Sierra de La Tesla, desde Quintanalacuesta
near Quintanalacuesta, Castilla y León (España)
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Itinerary description
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 86 (para Senderismo): dificultad 'Dura' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 927 metros (superior al que estima Wikiloc).
Era ésta mi quinta visita a la Sierra de La Tesla en algo menos de un año; sin apenas solapamientos con las otras. Es fácil, pues, imaginarse mi devoción por esta sierra.
Como ya he alabado sus excelencias en cada una de las otras ocasiones, seré más parco en ésta. Eso no significa que esta última (por ahora…) excursión haya resultado menos atractiva. He disfrutado tanto como en las otras cuatro. Y eso es un mérito extra de esta sierra: Indica que no ha habido saciación o habituación. Me quedo con…todas.
Me guié para la presente ruta por el trazado de luis.itxina: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/342-cordal-de-la-tesla-san-lazaro-san-mames-y-pena-corba-desde-quintanalacuesta-y-por-baillo-36329377 . Guía muy detallada y altamente fiable. Hice pequeños cambios que incrementaron la longitud en poco más de un km y el desnivel en algo menos de 30 metros.
La orientación y la navegación con esa guía resultan desahogadas. Otra cosa bien diferente son las demandas físicas. Por un lado, están los algo más de 16 km de recorrido y un desnivel de casi 850 metros. Pero lo más duro no es la subida, sino el descenso. Hay una larga y pindia bajada, parte de la cual se hace por una vaguada pedregosa. Además de un buen calzado y algún apoyo (bastón) para evitar resbalones, hacen falta ‘amortiguadores’ resistentes en pies, piernas y caderas.
La ruta zarpa de (y recala en) el pueblo de Quintanalacuesta. Asciende zigzagueando hasta el Portillo de Medina, entre los picos San Lázaro y San Mamés. Encumbramos aquél, primero; retrocedemos y remontamos éste a continuación. Encaramos luego el cordal hasta Peña Corba, la cima de La Tesla. Este cresteo no es un paseo, pero tampoco es complicado ni peligroso. Hay un sendero generalmente visible, aunque hay ramales que pueden desorientar. En algunos tramos hay que bajar algo y volver a subir.
Unos 500 metros antes de llegar a Peña Corba, hay un enorme peñascón; parece decirte: “hasta aquí has llegado”. Tiene aspecto inexpugnable hasta que estás a un par de metros. No te dejes amedrentar antes. Si avanzas esos dos metros y miras a tu derecha, se te aparecerá de repente una canal que lo hiende; lo raja lo suficiente como para permitirte ascender con comodidad y seguridad (parece un ‘milagro’). Invisible hasta que te das de bruces con ella.
Ya tienes Peña Corba al alcance. Hasta aquí, has podido impregnarte visualmente de la inmensidad que se te abre a uno y otro lado (norte y sur) de la larga cresta (4,5 km entre el pico San Lázaro y Peña Corba); y también de frente, hacia el oeste. En el este, las formas y colores se difuminan y la visibilidad se reduce: los rayos del sol inciden oblicuamente contra ti en las primeras horas de la mañana. En torno a Peña Corba, y durante un trecho después, aún continuarás disfrutando de ese espectáculo.
Tras dejar Peña Corba, aún en el cordal, en menos de un km, tendrás que empezar a bajar. Primero, hacia el collado entre esta ladera y el Monte Pilas (inconfundible por su espolón rocoso inclinado), en dirección norte. Ladera-abajo sin sendero, salpicada de brezo algo tímido (ya o aún) en colorido, pero cómoda. Luego, a partir del collado, otro giro hacia la derecha y empieza algo así como un agridulce calvario: una vaguada con fuerte inclinación y piedras sueltas durante 2 km. A veces tendrás que caminar de lado para conseguir mayor estabilidad en los pies. Paraje formidable.
El paso de la vaguada pedregosa se ahonda y se estrecha. Pero se abre, por fin, a un valle más amplio y herboso. Nos desviamos otra vez a la derecha para dirigirnos a la ermita de la Virgen de la Hoz. Pero antes toca una última remontada. El paisaje se ha suavizado. Es más amistoso y, por lo menos, igual de bonito. Después de la dura bajada, el cuerpo (sobre todo, los pies) agradecen la subida; sorprendentemente. ¡Quién lo iba a decir!
Llegamos, bajando otra vez, pero ahora más blandamente, a la ermita. Paradisíaco lugar. Seguimos descendiendo (‘llueve sobre mojado’ para los pies) hasta el pueblo de Baíllo. Debe haber allí más perros sueltos que humanos. Tuve que decirles ‘quien soy’ (ni caso...) y enseñarles la cachava (aunque a regañadientes, esto sí lo entendieron...). Una rústica, pero encantadora iglesita de origen románico y con añadidos varios nos apaciguó a todos, a los perros y a mí. Y ya estamos camino del final, en Quintanalacuesta.
El trayecto entre Baíllo y Quintanalacuesta es agradable, pero probablemente no supe apreciarlo tanto como corresponde. Estaba sediento y con los pies doloridos. Sin reservas de agua. Metí la cabeza bajo el chorro de la fuente y luego bebí una botella de 1,5 litros. Después de 6 h y 2 min de caminata, sin sentarme (excepto para un cambio de calcetines; tampoco quiero fanfarronear), no me quedaba mucha fogosidad para explorar el pueblo. En mi defensa, al menos, sí tuve ánimo para admirar y fotografiar su iglesia.
En un día luminoso y claro, el mayor atractivo de la ruta lo constituyen las panorámicas desde la estirada atalaya de la cresta (más de 5 km); en 360 grados a la redonda. Aparte, las vistas durante el ascenso y el descenso. Por el norte, el Valle de Las Merindades (Villarcayo, Medina de Pomar, etc.) y las siluetas de los montes cantábricos al fondo. Por el sur, todo el interior de la sierra y sus valles transversales de caída al Valle de Valdivielso. Por el oeste, el macizo de La Mazorra, lo que intuyes de los cañones del Ebro y el Rudrón, Peña Amaya y, al fondo, la Montaña Palentina. Sólo el este queda algo desdibujado (por la mañana) a causa de la luz frontal del sol.
ANÉCDOTAS
Recuerdo con agrado dos encuentros humanos. En ellos me demoré una hora. Y ello a pesar de que no soy, precisamente, un tipo hablador (aunque surjan dudas si hacemos caso de la locuacidad de mis relatos de las rutas). Debe ser que ‘la montaña une’.
(1) Locura de Amor (por La Tesla):
En Peña Corba encontré a una pareja de bilbaína y burgalés. Me pidieron que les hiciera un par de fotos. Compartimos algunas experiencias senderistas por la zona. Y, cómo no, para mostrar mi apego afectivo a La Tesla, les conté aquello (ver [*], debajo) de que «…si algún día estuviera en 'el corredor’ (‘Dios no lo quiera’), que mi último deseo sea satisfecho: unas horas libre por esta sierra, por piedad». Se rieron (por no emplear otra palabra…) con mi hipérbole; no me extraña. Gente inteligente. En otras circunstancias, quizá habrían pensado que estoy majara.
(2) Un Tipo Considerado (...con su Bici):
Finalizando mi parte más dura del descenso, un hombre subía con su bici, justo antes del inicio de la vaguada rocosa. Demostró tener arrestos para llegar hasta allí; y más para querer continuar. Le informé de la situación. Quedamos de acuerdo en que esa hazaña no era posible para la bici, por muy buena que fuera. Ni siquiera era factible para él (con la bici), ‘aunque fuera vasco’. Donostiarra, me dijo (y casado con una burgalesa; me alegró también aquí lo de la permeabilidad de las fronteras). Charlamos un rato amigablemente. Tiró para arriba. La bici se quedó; esperándole.
Posdata. Bajando de Peña Corba, perdí un calcetín. …No, aún no estoy ‘tan mal’: no lo llevaba puesto. Iba colgando del cinturón; secándose. Con tanto meneo en el agitado y montaraz descenso…. Si alguien lo encuentra, ‘ya sabe dónde paro’. Por cierto, era (muy) usado. No es que yo lo añore. Es por su par: se ha quedado tristón.
RUTAS CERCANAS (todas en la Sierra de La Tesla):
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-panizares-81252077
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-bisjueces-a-pena-corva-81957615
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-hoz-de-valdivielso-90810562
[*] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/quecedo-107462572
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 86 (para Senderismo): dificultad 'Dura' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 927 metros (superior al que estima Wikiloc).
Era ésta mi quinta visita a la Sierra de La Tesla en algo menos de un año; sin apenas solapamientos con las otras. Es fácil, pues, imaginarse mi devoción por esta sierra.
Como ya he alabado sus excelencias en cada una de las otras ocasiones, seré más parco en ésta. Eso no significa que esta última (por ahora…) excursión haya resultado menos atractiva. He disfrutado tanto como en las otras cuatro. Y eso es un mérito extra de esta sierra: Indica que no ha habido saciación o habituación. Me quedo con…todas.
Me guié para la presente ruta por el trazado de luis.itxina: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/342-cordal-de-la-tesla-san-lazaro-san-mames-y-pena-corba-desde-quintanalacuesta-y-por-baillo-36329377 . Guía muy detallada y altamente fiable. Hice pequeños cambios que incrementaron la longitud en poco más de un km y el desnivel en algo menos de 30 metros.
La orientación y la navegación con esa guía resultan desahogadas. Otra cosa bien diferente son las demandas físicas. Por un lado, están los algo más de 16 km de recorrido y un desnivel de casi 850 metros. Pero lo más duro no es la subida, sino el descenso. Hay una larga y pindia bajada, parte de la cual se hace por una vaguada pedregosa. Además de un buen calzado y algún apoyo (bastón) para evitar resbalones, hacen falta ‘amortiguadores’ resistentes en pies, piernas y caderas.
La ruta zarpa de (y recala en) el pueblo de Quintanalacuesta. Asciende zigzagueando hasta el Portillo de Medina, entre los picos San Lázaro y San Mamés. Encumbramos aquél, primero; retrocedemos y remontamos éste a continuación. Encaramos luego el cordal hasta Peña Corba, la cima de La Tesla. Este cresteo no es un paseo, pero tampoco es complicado ni peligroso. Hay un sendero generalmente visible, aunque hay ramales que pueden desorientar. En algunos tramos hay que bajar algo y volver a subir.
Unos 500 metros antes de llegar a Peña Corba, hay un enorme peñascón; parece decirte: “hasta aquí has llegado”. Tiene aspecto inexpugnable hasta que estás a un par de metros. No te dejes amedrentar antes. Si avanzas esos dos metros y miras a tu derecha, se te aparecerá de repente una canal que lo hiende; lo raja lo suficiente como para permitirte ascender con comodidad y seguridad (parece un ‘milagro’). Invisible hasta que te das de bruces con ella.
Ya tienes Peña Corba al alcance. Hasta aquí, has podido impregnarte visualmente de la inmensidad que se te abre a uno y otro lado (norte y sur) de la larga cresta (4,5 km entre el pico San Lázaro y Peña Corba); y también de frente, hacia el oeste. En el este, las formas y colores se difuminan y la visibilidad se reduce: los rayos del sol inciden oblicuamente contra ti en las primeras horas de la mañana. En torno a Peña Corba, y durante un trecho después, aún continuarás disfrutando de ese espectáculo.
Tras dejar Peña Corba, aún en el cordal, en menos de un km, tendrás que empezar a bajar. Primero, hacia el collado entre esta ladera y el Monte Pilas (inconfundible por su espolón rocoso inclinado), en dirección norte. Ladera-abajo sin sendero, salpicada de brezo algo tímido (ya o aún) en colorido, pero cómoda. Luego, a partir del collado, otro giro hacia la derecha y empieza algo así como un agridulce calvario: una vaguada con fuerte inclinación y piedras sueltas durante 2 km. A veces tendrás que caminar de lado para conseguir mayor estabilidad en los pies. Paraje formidable.
El paso de la vaguada pedregosa se ahonda y se estrecha. Pero se abre, por fin, a un valle más amplio y herboso. Nos desviamos otra vez a la derecha para dirigirnos a la ermita de la Virgen de la Hoz. Pero antes toca una última remontada. El paisaje se ha suavizado. Es más amistoso y, por lo menos, igual de bonito. Después de la dura bajada, el cuerpo (sobre todo, los pies) agradecen la subida; sorprendentemente. ¡Quién lo iba a decir!
Llegamos, bajando otra vez, pero ahora más blandamente, a la ermita. Paradisíaco lugar. Seguimos descendiendo (‘llueve sobre mojado’ para los pies) hasta el pueblo de Baíllo. Debe haber allí más perros sueltos que humanos. Tuve que decirles ‘quien soy’ (ni caso...) y enseñarles la cachava (aunque a regañadientes, esto sí lo entendieron...). Una rústica, pero encantadora iglesita de origen románico y con añadidos varios nos apaciguó a todos, a los perros y a mí. Y ya estamos camino del final, en Quintanalacuesta.
El trayecto entre Baíllo y Quintanalacuesta es agradable, pero probablemente no supe apreciarlo tanto como corresponde. Estaba sediento y con los pies doloridos. Sin reservas de agua. Metí la cabeza bajo el chorro de la fuente y luego bebí una botella de 1,5 litros. Después de 6 h y 2 min de caminata, sin sentarme (excepto para un cambio de calcetines; tampoco quiero fanfarronear), no me quedaba mucha fogosidad para explorar el pueblo. En mi defensa, al menos, sí tuve ánimo para admirar y fotografiar su iglesia.
En un día luminoso y claro, el mayor atractivo de la ruta lo constituyen las panorámicas desde la estirada atalaya de la cresta (más de 5 km); en 360 grados a la redonda. Aparte, las vistas durante el ascenso y el descenso. Por el norte, el Valle de Las Merindades (Villarcayo, Medina de Pomar, etc.) y las siluetas de los montes cantábricos al fondo. Por el sur, todo el interior de la sierra y sus valles transversales de caída al Valle de Valdivielso. Por el oeste, el macizo de La Mazorra, lo que intuyes de los cañones del Ebro y el Rudrón, Peña Amaya y, al fondo, la Montaña Palentina. Sólo el este queda algo desdibujado (por la mañana) a causa de la luz frontal del sol.
ANÉCDOTAS
Recuerdo con agrado dos encuentros humanos. En ellos me demoré una hora. Y ello a pesar de que no soy, precisamente, un tipo hablador (aunque surjan dudas si hacemos caso de la locuacidad de mis relatos de las rutas). Debe ser que ‘la montaña une’.
(1) Locura de Amor (por La Tesla):
En Peña Corba encontré a una pareja de bilbaína y burgalés. Me pidieron que les hiciera un par de fotos. Compartimos algunas experiencias senderistas por la zona. Y, cómo no, para mostrar mi apego afectivo a La Tesla, les conté aquello (ver [*], debajo) de que «…si algún día estuviera en 'el corredor’ (‘Dios no lo quiera’), que mi último deseo sea satisfecho: unas horas libre por esta sierra, por piedad». Se rieron (por no emplear otra palabra…) con mi hipérbole; no me extraña. Gente inteligente. En otras circunstancias, quizá habrían pensado que estoy majara.
(2) Un Tipo Considerado (...con su Bici):
Finalizando mi parte más dura del descenso, un hombre subía con su bici, justo antes del inicio de la vaguada rocosa. Demostró tener arrestos para llegar hasta allí; y más para querer continuar. Le informé de la situación. Quedamos de acuerdo en que esa hazaña no era posible para la bici, por muy buena que fuera. Ni siquiera era factible para él (con la bici), ‘aunque fuera vasco’. Donostiarra, me dijo (y casado con una burgalesa; me alegró también aquí lo de la permeabilidad de las fronteras). Charlamos un rato amigablemente. Tiró para arriba. La bici se quedó; esperándole.
Posdata. Bajando de Peña Corba, perdí un calcetín. …No, aún no estoy ‘tan mal’: no lo llevaba puesto. Iba colgando del cinturón; secándose. Con tanto meneo en el agitado y montaraz descenso…. Si alguien lo encuentra, ‘ya sabe dónde paro’. Por cierto, era (muy) usado. No es que yo lo añore. Es por su par: se ha quedado tristón.
RUTAS CERCANAS (todas en la Sierra de La Tesla):
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-panizares-81252077
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-bisjueces-a-pena-corva-81957615
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-tesla-desde-hoz-de-valdivielso-90810562
[*] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/quecedo-107462572
Waypoints
Comments (4)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Leer la crónica de esta ruta ha sido rememorar lo ya andado por esa querida Sierra de la Tesla: Sus rincones, sensaciones, y hasta aquellos sudores, metidos, en el horno que fue, el desfiladero de La Hoz.
Gracias maisid
Sí, es un lugar muy especial. Imprescindible vivir esa experiencia e inolvidable para saborear en el recuerdo. Gracias a tu guía, me puse en modo 'piloto automático', seguro, con todos los recursos libres para gozar del presente. Un poco de sufrimiento añadido la hizo aún más memorable para el futuro.
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
A pesar de la niebla del día que lo hice, la Tesla sigue siendo un entorno privilegiado y
muy recomendable.
Gracias por compartir.
Sí, lo es. Gracias por tu valoración, jldb61. La ruta lo merece (yo la tomé de luis.itixina...👍). A esa no necesita uno ponerle fantasía. Viene ya 'de casa' con traje de gala. Saludos.