Costa das Rías Baixas. Etapa 13: San Vicente do Mar (Porto Pedras Negras) ~ O Grove (Ponte Illa da Toxa)

Desde el Puerto de Pedras Negras, en San Vicente do Mar, partimos para seguir recorriendo la costa de Galicia y realizar una de las etapas más bonitas hasta la fecha.
Nada más pasar el puerto el camino nos lleva hacia el mar donde comienza un paseo de madera que nos acompañará durante los dos primeros kilómetros. Lo primero que nos encontramos es un mirador en el que destaca la escultura en homenaje a "La Mujer del Pescador", que mira al mar con su niña abrazada en clara actitud de espera..
Pasamos tres hermosas playas: la de Pedras Negras, Buraca da Alondra y Farruco y alcanzamos la Punta O Morro donde se encuentra ubicado el siguiente mirador. En el mismo podemos apreciar un monumento en agradecimiento a los voluntarios que ayudaron a limpiar el chapapote procedente del vertido del petrolero Prestige hundido en 2002 y que representa a esas admirables personas en plena tarea de limpieza, vestidos con monos y mascarillas y con los capazos donde recogían los restos de fuel.
El siguiente arenal será la Praia da Barrosa y luego vendrán la de Abelleira y la Praia de Canelas, donde finaliza el paseo de madera y da comienzo un sendero que nos conduce directamente a la zona de O Conchido, donde se encuentran las Baterías militares pertenecientes al Ministerio de Defensa.
El sendero continúa siempre cercano al mar, con gran cantidad de rocas que realzan la belleza con sus formas caprichosas. Tras pasar la pequeña Praia do Con negro llegamos a o Petón do Con Negro, un saliente tras el que encontramos la Praia de Aguieira. Esta es una zona de parking en la que pudimos ver una buena cantidad de autocaravanas. Las siguientes son las Praias de Barreiro y la de Castiñeira, tras pasar esta última el camino sigue por un sendero estrecho que va hacia la izquierda, lo encontramos con bastante vegetación pero se pudo transitar sin problema hasta llegar a Punta Pedregal, donde se encuentra una torreta y desde donde podemos observar unas maravillosas vistas a las playas que acabamos de cruzar.
Seguimos camino y llegamos hasta el Mirador do Carreiro, una zona de grandes rocas desde las que podremos observar en primera línea la pequeña Illa do Pombeiro, y a lo lejos las Illas de Sálvora y Vionta a nuestra izquierda y percibir la costa de Riveira hacia la derecha. Podríamos decir que ya estamos en la entrada de la Ría de Arousa.
Hacemos un pequeño trayecto de pista y pasamos por la Praia de Pateiro, seguimos de frente hasta salir al mar rodeando las casas hasta la zona dos Illotes de la Praia do Carreiro. Aquí hay que poner atención porque sólo se podría acceder a la playa con marea baja, ya que de lo contrario sería complicado y por tanto, más recomendable seguir por la pista de O Carreiro. Cabe destacar que hacia lo alto de esta praia se encuentra el Castro Marítimo de Adro Vello, hoy en día bastante descuidado.
Seguimos atravesando praias a cual más bonita: la do Barreiriño, la de Punta Barcela o Praia dos Franceses donde se encuentra una antigua salazón hoy convertida en una casa vacacional; la Praia de Area Grande, Mexilloeira, Area das Pipas, Reboredo... espléndidos arenales en una de las zonas costeras más bonitas.
Al pasar la Praia de Reboredo subimos hacia la pista que nos conduce hasta Punta Moreira, donde pasamos junto al Acuario do Grove y el Conjunto Escultórico de Punta Moreira, obra de la Escuela de Canteiros de Pontevedra, instalado en el año 2014 y conocido con el nombre de "Aldea Marinera", ya que las 42 esculturas que decoran este singular enclave siguen esa misma temática.
El paseo habilitado en la zona recorre también las antiguas fábricas de salazón, hoy convertidas en museo. Una de ellas data de mediados del siglo XVII y otra de las fábricas se levantó en 1931 sobre una más antigua que se hallaba en ruinas (1790). Cuenta con un pequeño embarcadero y en su día llegó a funcionar también como almacén de coloniales.
Nada más pasar el museo, pudimos cruzar hacia el extremo opuesto por la arena ya que la marea estaba en lo más bajo. En caso contrario existe la opción de seguir el Paseo que rodea la zona y cruzar por un puente. El sendero hasta Praia Lobagueira o Lavaxeiras es algo estrecho y hay que ir con atención, pero no tiene inconvenientes y las vistas hacia el Porto de Meloxo y Punta Moreiras son estupendas.
Atravesamos la Praia y llegamos al Puerto en donde vemos bastantes embarcaciones dedicadas casi todas ellas a la pesca del marisco. Tras la zona portuaria de Meloxo pasamos junto al pintoresco barrio Virxe das Mareas. Seguimos pegados al mar rodeando esta punta donde hay algunas conserveras y una planta de tratamiento de aguas.
Llegamos a las Praias de Rons y de Conroibo y desde aquí iremos hasta la Punta de Cantodorxo. Hay una señalización y junto a ella sale un estrecho sendero que nos lleva hasta unas grandes laxes o rocas en las que encontramos un cruceiro de piedra pegado al mar que fue instalado allí para marcar el inicio del Vía Crucis fluvial del Ulla y de la Ruta Xacobea do Mar de Arousa. Luego seguimos por el sendero para rodear Cantodorxo, pero recomendamos hacer el trayecto de ida y vuelta por el mismo sitio porque la maleza invade el estrecho camino y es casi imposible seguirlo. En nuestro caso nos vimos obligados a salir metiéndonos por la fábrica de conservas, por suerte no nos llamaron la atención pero.... En fin, es una pena que un rincón tan bonito se encuentre así de abandonado.
Ahora toca ir por asfalto y paseo rodeando la zona de O Esteiro y el Puerto de O Grove, donde podemos ver la Lonja y la Plaza de Abastos. Desde aquí también salen los barcos de paseo que visitan las bateas y ofrecen degustaciones de mejillón.
Seguimos por el Paseo Marítimo donde podemos observar a lo largo del mismo distintas esculturas que adornan el camino y nos acompañan hasta la Ponte da Illa da Toxa, que vamos a cruzar para recorrer también todo su perímetro.
De las illas atlánticas gallegas, La Toxa situada a poniente de la villa de O Grove es la más conocida. Tiene una superficie de 110 hectáreas que fueron lugar de pastoreo hasta el descubrimiento de sus fangos termales y aguas medicinales dando origen al antiguo balneario, lo que trajo consigo un aumento espectacular del turismo. Hoy es centro termal de ocio y turístico y cuenta con balnearios, antiguas fábricas de jabones y cosméticos, hoteles de lujo, campo de golf, puerto deportivo, centro de congresos, casino, pistas de tenis, padel, tiro al vuelo, tiro con arco, piscinas, urbanizaciones, un centro comercial y otros establecimientos. Sin embargo el centro de la isla todavía conserva casi virgen una zona de pinares.
Nada más cruzar a ponte vamos hacia nuestra izquierda, pasamos la Praia de Covadelos y siguiendo el camino muy pronto llegamos a la parte que ocupa el Campo de golf. Vamos siempre pegados a la línea roja que marca el extremo del Campo, por cierto, aprovechado al límite. Resulta que justo ese día se celebraba un Campeonato de España, nos lo advirtieron y amablemente nos pidieron cuidado, pero lo rodeamos sin más problema que estar atentos a los golpes que lanzaban.
Un par de pequeños arenales como el Da Mourisca, Cruz das Ánimas o San Marcial que por cierto no son nada atractivas rodean este extremo de la illa.
Muy próximo a Punta San Marcial se encuentra un campo de tiro, luego por un bonito trayecto de paseo llegamos hasta Punta Serrón donde se encuentra el pequeño puerto deportivo.
Seguimos rodeando el perímetro hasta llegar a los jardines que rodean al Gran Hotel Balneario y la curiosa Capilla de San Caralampio que data del siglo XII y fue reconstruida en el siglo XIX recubriéndola con conchas de Vieira para aislarla de la humedad. Esta ermita está dedicada a San Caralampio y a la Virgen del Carmen y conserva su culto desde el siglo XII, siendo una de las más singulares de toda Galicia.
Su interior es modesto y con cierto aire marinero.
Seguimos por el característico Paseo do Mar de la isla, llegamos a Punta Vendaval y en el tramo final pasamos por las pequeñas Praias dos Fornos y Ponte da Illa para llegar nuevamente al inicio de nuestro recorrido por La Toxa y cruzar la Ponte para volver a la vila do Grove y dar por finalizada nuestra etapa.

Es una ruta que consideramos dificultad técnica baja y muy fácil de seguir. Los kilómetros siempre se pueden ajustar a lo que uno esté dispuesto realizar , pero no tiene más problema que ese. Hay que tener en cuenta las mareas en algunos puntos, pero como siempre hay alternativas.
A por la siguiente!