Complicando lo sencillo: ruta del Gollizno del río Velillos o Frailes. Circular entre Olivares y Moclín.

Un gollizno no es más que la "estrechura de un paraje", también una "garganta o paso entre montañas" y en esta ruta vamos a recorrer los Tajos de la Hoz, la impresionante garganta que labra el Río Velillos (también llamado Frailes) en su camino hacia el pueblo de Olivares, separando las Sierra de Enmedio y del Marqués. La ruta es sencilla, bien señalizada y muy cómoda, solo hay que seguir las indicaciones del PR A-84 y dejarse llevar disfrutando de los maravillosos paisajes que nos ofrece el sendero.

El caso es que Galo había hecho esta ruta la semana pasada con María Jesús, así que para justificar la repetición había que meterle algo de picantillo. La primera variación es la más lógica y quizás lo más espectacular de toda la ruta; resulta obligado desviarse para subir al Peñón de las Vereas, asomarse al Tajo de las Palomas y disfrutar de las increíbles vistas que hay desde ese mirador natural. De hecho, hemos decidido que con las primeras nieves repetiremos ruta solo para disfrutar de esa vista cerrada por Sierra Nevada.

Galo me había dicho que lo más monótono de la ruta era la bajada desde Moclín hasta Olivares, así que estuve buscando alguna alternativa y surgió la posibilidad de desviarse del sendero y anticipar el descenso hasta el río, alargando el camino de vuelta. La bajada es clara, pero en un momento cambiamos la dirección que debíamos tomar y aún siendo conscientes de que lo habíamos hecho, seguimos por la acequia con la esperanza de que nos llevase hacía la base del Tajo de las Palomas, a la zona de las Cuevas de las Vereas; pero no fue así, pasado unas ruinas la acequia se ensucia y llega a un cortado, por donde parecía imposible continuar, así que volvimos sobre nuestros pasos y manteniéndonos sobre la acequia llegamos a la tubería que alimenta la Fabrica de la Luz. Desde ahí se desciende por un empinado sendero de servicio que nos deja en la misma Central Hidroeléctrica. Avisar que si sigues este track, simplemente ampliando el mapa se puede apreciar donde tomamos el desvío en falso y realmente es mejor no seguir nuestros pasos, ya que ese camino está bastante comido por las zarzas (se amplía la información en el waypoint).

Al llegar a la Central, cruzamos por el puente y volvemos hacia Olivares por el otro margen del río. Este sendero es estrecho y con cierta dificultad pero está bien marcado, aunque al no llevar referencias cometimos el error de abandonarlo para ver si había una zona de cruce que nos evitase el amplio rodeo; al intentar retomar al sendero nos liamos y nos metimos en una finca particular, de la tuvimos que salir volviendo sobre nuestros pasos y agachando el culo. El sendero merece la pena ya que las vistas son sencillamente espectaculares y le da un gran valor añadido a la ruta.

Con estas dos aclaraciones para no caer en los errores que cometimos nosotros, se puede completar una ruta fantástica, que creo que mejora en mucho la de por si espectacular ruta del Gollizno, aunque también aumenta bastante su dificultad.