Colinas del Campo - Campa de Santiago - Picos Rebeza y Cernella

Inicio y fin de ruta en Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, pueblo perteneciente al Ayuntamiento de Igüeña, en El Bierzo.
Por el camino tradicional (ahora formando parte del Camino Olvidado de Santiago), bordeando el río Boeza, subimos hasta la Campa de Santiago, a unos 7'5 kilómetros de distancia. La subida no es dura, aunque sí hay algunas rampas un tanto inclinadas. Hay varias fuentes por el camino; también a los pies de la Ermita de Santiago, junto al río.
Tras un breve descanso para tomar algo de fruta, continuamos la ruta cruzando toda la Campa hasta llegar al refugio de Mazariel (estufa, leña, sartenes, platos, altillo para dormir...), ¡bien equipado!
Dejando atrás el refugio, es fácil perder el camino, por lo tupido de la vegetación. Hay que guiarse por una señal en rojo que dice "Catoute"; siguiendo la senda que hay al pie del cartel, subiremos al Alto de Fuentesfrías (2.009 metros, según el mapa del IGN), al Pico de la Rebeza (2.034 metros) y al Pico de la Cernella (2.117 metros). En este punto llevamos recorridos13 kilómetros.
Seguiremos la senda para bajar ahora a las Lagunas de Rebeza, al pie del Pico de la Cernella. Es 7 de julio y este año no ha nevado mucho, por lo que tienen poca agua; además, en la más grande vemos varios peces muertos (contamos nueve, pero habrá más). En la pequeña, con bastante menos agua, vemos un par de peces nadando y no hay ninguno muerto.
Desde las lagunas, donde paramos a comer y darnos un baño, sin meter la cabeza bajo el agua, por si las moscas, iniciamos el descenso hasta Colinas del Campo, en paralelo al río Susano, que nace en las mismas lagunas; son casi siete kilómetros por una senda de suelo irregular al principio, donde el sol pega fuerte, y que va a confluir con el camino que desde Colinas lleva al Pico Catoute.
El último tramo del descenso lo hacemos a la sombra, sobre un suelo más mullido, y reponiéndonos de la calorina con las frías y ricas aguas de la Fuente del Moral.
Una vez en Colinas del Campo es obligado tomarse una cerveza, sentados en una roca del río, mientras nuestros pies se refrescan en la corriente.