COBALLES (501) (Caso)-RUTA VERDE VALDEROSA PR AS-244 (Circuito) (Parque Natural de Redes)

COBALLES (501) (Caso)-RUTA VERDE VALDEROSA PR AS-244 (Circuito) (Parque Natural de Redes)


DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 15 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.111 m.
ALTURA MÍNIMA: 496 m.
ASCENSO TOTAL: 900 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Abril de 2024.

COBALLES (501) es un pueblo casín del Alto Nalón, a la altura del K. 38,5 de la AS-111, con final en el PUERTO DE TARNA (1.490). Está ubicado en la orilla occidental de la cola del EMBALSE DE TANES, cuyas construcciones se asientan escalonadamente en la soleada ladera del monte con vertiente al RÍO CALEAO, afluente del Nalón.

La RUTA VERDE VALDEROSA (PR AS-244) es un itinerario circular numerado con principio y fin en Coballes, recorrido variado y pintoresco, cuyos puntos de interés iremos describiendo. Está marcada como PR AS-244, SENDA VERDE COBALLES-LA TRAPA –los cuatro primeros kilómetros-en sentido de las agujas del reloj. A partir de la Trapa, collada con área recreativa, continúa como SENDA VALDEROSA-COBALLES, otros diez kilómetros, que cierran el circuito, pero con la numeración en sentido inverso de los hitos kilométricos.

El PARQUE NATURAL DE REDES (1996) abarca 307,94 kilómetros cuadrados de los concejos de Caso y Sobrescobio, siendo declarado “Reserva de la Biosfera (2001)” y “Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)”, por su potencial contribución a restaurar el hábitat natural, incluyendo los ecosistemas y la diversidad de la flora y fauna silvestres, pasando a formar parte de las “Zonas Especiales de Conservación” integradas en la RED NATURA 2000. La formación vegetal dominante son los bosques maduros, que ocupan una tercera parte de la superficie total del Parque. Estas masas forestales representan un enclave privilegiado para muchas especies faunísticas, destacando entre ellas: oso, gato montés, rebeco cantábrico, liebre de piornal, perdices pardillas, urogallo cantábrico, buitre leonado, alimoche, águila real, chova piquigualda, carbonero palustre, pito negro, mito…

Aparcamos pasado el puente que cruza el pantano, en la margen izquierda del mismo. Una empinada carretera nos aúpa hasta el barrio alto de la población y, subiendo por sus estrechas callejuelas, con rumbo a la derecha del núcleo urbano, desembocamos en la parte superior, junto a una fuente abrevadero.

Tomamos la pista de la derecha con señalización vertical de la ruta. Iniciamos su recorrido progresando transversalmente, en ascenso dirección sur, por las estribaciones surorientales de un pequeño cordal, integrado por los picos TEYERA (902), EL CABAÑÓN (939), LA BERRUGA (1.056) y MONTE LLANERES (1.043), ladera cuyas aguas vierten al RÍO CALEAO. Vamos consumiendo los tres primeros kilómetros, marcados con hitos de piedra y señales COBALLES-LA TRAPA, entre variada vegetación con predominio de castaños centenarios y jóvenes robles.

Atrás dejamos majadas y pequeños collados: LA COLLADA (728), LOS LAVAYOS (700), COTIELLOS (725), COLLADOS (775) y LA PANDIELLA (870). De frente empiezan a emerger las primeras cumbres de la SIERRA DE CORTEGUERO (1.886), mientras que, a nuestras espaldas, se impone en primeros planos, al otro lado de la AS-111, CERRO PIQUERO (1.111) con repetidor de TV, sobresaliendo al fondo las cotas más próximas alineadas en el CORDAL DE PONGA Y CASO.

La ruta gira al suroeste y, al fondo del estrecho valle, a nuestra izquierda, divisamos BUSPRIZ (700) –aproximadamente a la altura del kilómetro tres- coqueta aldea perteneciente a la Parroquia de San Pedro de Coballes, a la que se accede por carretera desde PUENTE DE PIEDRA (550), a escasos kilómetros de Caleao. Terminando la subida habremos recalado en COLLADA LA TRAPA (1.006-K 4), final de la ruta homónima. Un área recreativa corona el collado, con fuente a la izquierda de la pista, sobre la base septentrional del ESCOBIO (1.102). De frente, las cumbres en cadena de SIERRA BERMEJA, con el protagonismo de PEÑA CULLARGAYOS (1.391) al poniente. En primer término, donde mueren las estribaciones orientales de dicha sierra, el extenso y frondoso VALLE FRESNÉU.

Proseguimos por la senda, ahora denominada VALDEROSA, K. 10, numeración de más a menos en los sucesivos puntos kilométricos hasta el regreso a Coballes por el circuito. La pista desciende ligeramente, ajustándose a los pliegues sinclinales y anticlinales del cordal, atraviesa un tupido bosque de hayas y, tras cruzar un par de arroyos, FOLGUERU y MEDIAU, desemboca en el MAYÁU FRESNÉU (940, K. 5,6) campera y cabaña a los pies de la COLLADA FANARRIONDAS (1.168). En el descenso, habremos vislumbrado al norte, encuadrado al fondo del angosto valle, TANES (510) por encima de las aguas embalsadas, idílica estampa, remanso de sosiego.

La pista se revuelve momentáneamente hacia el oeste –en este punto se echa de menos una señal de PR-, atraviesa la pradería para, seguidamente rumbo norte, subir en zigzag el duro repecho que nos sitúa en el entorno de la GALLERA (1.110-K. 6,4), collado y majada con cabaña en finca cerrada, más área de descanso, donde abunda profusamente el acebo. CULLARGAYOS (1.391) y sus acólitos por ambos lados, picos MEZQUITA (1.309) y TERRALINA (1.302), parecen al alcance de la mano. A su vez, se amplía el horizonte del CORDAL DE PONGA Y CASO al noreste.

Nuevo descenso de pocos metros y encrucijada del PR AS-244 (1.085), kilómetro 6,5 aproximadamente de nuestro itinerario. Si quisiéramos desviarnos para alcanzar el Cullargayos -cosa que hicimos en otra ocasión-, seguiríamos de frente por la pista que, junto a otra construcción con cierre, discurre paralela a la sierra, lamiendo su falda, hasta morir, al cabo de quinientos metros, en la última cabaña del recorrido (1.120), a la altura del COLLÁU LA CRUZ (1.171). Un sendero, bien marcado, parte de la misma, para encarar el acusado y duro desnivel hasta dicho collado, en la base meridional del P. MEZQUITA (1.309).

Una vereda subiendo entre matorral, rumbo norte, bordea el P. Mezquita por su falda oeste, y nos llevaría hasta COLLAÍNA MEZQUITA (1.283), antesala de peña CULLARGAYOS (1.391), por su cara sur, vía de acceso al mismo. Continuando por el sendero bien marcado, con señales de PR, se alcanzaría la cima, tras un par de trepadas cómodas.

Pero hoy toca continuar el recorrido de la Senda Verde Valderosa. Giramos rumbo noreste en la encrucijada a que hemos hecho referencia, y en descenso prolongado con fuerte desnivel, a los pies de la vertiente este de Sierra Bermeja, la pista nos introduce en el VALLE DE FRESNÉU (852-K 7,9), escoltados por el tupido y centenario hayedo, a la sazón brillante de verde rabioso.

El hermoso valle se extiende a lo largo de varios kilómetros, en cuyo fondo se alternan praderías y arbolado. La pista continúa en descenso más suave, ajustándose a las singularidades del terreno y pasando al lado de caseríos dispersos, para recalar en VALDEROSA (668-10,5), pequeña aldea con cuatro casas. Las señales del PR, renovadas recientemente, nos guían en bajada a través de una estrecha senda por un tupido bosque hasta el ARROYO VALDETANES (593-K. 11). En algunos mapas aparece como Riega de Valderosa. También está restaurado el puente que lo cruza.

La pista vuelve de nuevo entre arbolado y praderías para, en ascenso sostenido, rumbo noreste, transitar por otra pequeña aldea, ABLANÉU (589-K. 11,6). Continuamos la marcha en ligera subida, despejándose el panorama al norte. Desde un MIRADOR (640-K. 12) contemplamos absortos la singular estampa del Embalse de Tanes, a nuestros pies, en toda su extensión y con todos sus recovecos, más la población homónima y Abantro en las proximidades. Giro de la pista al sureste, pasando por los Invernales de LINARES (641-K. 12,6), con caseríos campera y ganado pastando, para recalar definitivamente en Coballes descendiendo, con hermosas imágenes de la población y de la cola del embalse.

Ruta de recorrido medio, sin complicaciones técnicas, que discurre por pistas bien acondicionadas, salvo medio kilómetro de senda entre arbustos. Algunos tramos de desnivel requieren cierto esfuerzo. En general está bien señalizada, tras los retoques recientes, excepto alguna carencia que ya referimos. Destacaríamos la segunda parte de la ruta, la Senda Verde de Valderosa propiamente dicha: el fulgor explosivo del hayedo, la estética de los elementos bucólicos, que conforman el valle de Fresnéu, el rumor melódico del arroyo de Valdetanes y la visión contemplativa de las aguas remansadas en el pantano.

Parajes idílicos que evocan ese estado perdido y deseado de la Arcadia feliz, sueño de armonía y de paz, reflejado en las églogas del famoso poeta latino, la primera de las cuales celebra la melodía de la “dulce flauta”, que interpreta Títiro, entonando “cantos pastoriles”, justamente “a la sombra de una frondosa haya”. Es primavera. Apelando a la mitología griega, como cada año por abril y mayo, Perséfone, diosa de la fertilidad, habría emergido de las tinieblas del mundo subterráneo, trayendo consigo un nuevo ciclo de vida, de luz y de color.