CL ZA SA Abelon Ermita de San Vicente, Molinos y Cascada de Abelón, Mirador de la Poyata y Peña Campana.
near Abelón, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Dejamos el coche a la salida de Abelón, junto a la báscula, donde se encuentra un mapa del recorrido. Hay espacio para dejar varios coches.
La zona por la que transcurre el recorrido es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)
En esta ocasión realizamos el recorrido a la inversa del propuesto. La ruta esta señalizada como PR en un recorrido circular, con una longitud de unos 7 km y 230 m de ascenso que nos acerca a al eremitorio de San Vicente, situado junto al mirador de la desembocadura del Esla y continua hasta la zona de los molinos de Abelón y su famosa cascada, visitando en el camino de regreso la Peña Campana y el Mirador de Poyata.
Descripción de la ruta
La ruta se encuentra perfectamente señalizada con estacas con las marcas de PR (Pequeño Recorrido) rayas blanca y amarilla. Además, a lo largo del recorrido, veremos diversos carteles explicativos de lo que podemos ver a lo largo de la ruta. Muchos de estos carteles se encuentran muy deteriorados e ilegibles.
Transcurre por un paisaje típico de Sayago cortinas, fresnos y encinas. La primavera es el mejor momento para realizar la ruta ya que nos encontraremos con multitud de plantas aromáticas, el tomillo, el romero o el cantueso, que ofrecen un magnífico espectáculo de color y olor.A lo largo del recorrido se pueden observar aves como abubillas, lavanderas, milanos, etc.
El recorrido en su primera parte desciende 150 m desde los 760 m de altitud del punto de salida hasta la ribera del Duero, pero al realizarlo a la inversa el descenso resulta más suave, El camino ha sufrido algunos cambios desde la última vez que lo realizamos. Gran parte de las pistas de regreso se han arreglado, ensanchándolas y adecuándolas para la circulación de vehículos.
Una vez superadas las últimas casas nos desviamos a la izquierda para seguir las marcas del GR 14 de Senda del Duero que nos lleva hasta una amplia pista, donde abandonamos el GR par seguirla en dirección al Duero. Al principio, caminaremos rodeados de fincas cercadas con muros de piedra, junto a los que crecen grandes encinas. Son las llamadas cortinas: un ejemplo de aprovechamiento agrícola, ganadero y forestal del territorio que mantiene una gran biodiversidad.
Más adelante el paisaje cambia, desaparecen los muros y los árboles, y atravesamos antiguas fincas de cultivo de centeno, cubiertas ahora por matorrales como la escoba, el piorno, el tomillo moro y el barceo.
La pista nos lleva hasta el Eremitorio de San Vicente, colgado sobre el impresionante farallón rocoso situado en la confluencia del río Esla con el Duero. Junto al mirador una espadaña sobre una roca y un crucero. La antigua ermita de San Vicente ocupa el entorno de un yacimiento medieval. En Arribes hay numerosas ermitas en zonas elevadas del terreno que están relacionadas con la cristianización de antiguos poblamientos.
El Eremitorio de San Vicente es un lugar sagrado complejo, en el que se localizan los restos de la ermita de San Vicente mandada derribar en 1769, si bien pervivió en pie hasta principios del siglo XX. En sus inmediaciones encontramos una destacada roca sobre la que recientemente se ha levantado una pequeña espadaña. Se trata de una roca de origen posiblemente sagrado que se encuentra acompañada por una serie de rocas graníticas con cruces grabadas.
Muy cerca se encuentra el mirador de la desembocadura del Esla desde se goza de una privilegiadas vistas de la desembocadura de este en el Duero.
Continuamos camino hasta llegar a la confluencia con PR que desde Abelón desciende a la cascada
En un recodo del camino nos sorprenderá la vista del rio Duero encajado entre altas paredes graníticas. En el arroyo de la Cunca podemos visitar los restos de antiguos molinos harineros, que aprovechaban la fuerza estacional del agua. Entre ellos destaca un antiguo molino de cubo: un espectacular sistema de almacenaje de agua singular en estas tierras
Aún podemos observar en muy buen estado uno de los pozos que utilizaba las aguas del pequeño arroyo Cunca realizado en sillería de granito. Se trata de un molino de Cubo de piedra (más de 5 metros) que recoge el agua del arroyo y la almacena para, posteriormente, sacarla a través de un agujero a gran presión. Este agua mueve el rodezno que se encarga de moler el grano. Esta obra hidráulica está consideraba una de las más importantes de la provincia de Zamora. En Sayago, sólo existe un molino similar en la rivera de Villadepera.
A la izquierda del molino se encuentra la desembocadura del Cunca que cae en forma de pequeña cascada al Duero. Ver la cascada con agua solo será posible si vamos justo después de unos días de lluvia, como en este caso, entonces forma una pequeña pero bonita cascada. En época seca solo caen unos hilitos.
Volveremos sobre nuestros pasos para tomar un desvió que nos llevará hasta la Peña Campana. Una roca que sorprende por las distintas cavidades provocadas por la erosión. Muy cerca y un poco antes de la Peña Campana, se encuentra una desviación que nos lleva al miador de Poyata con unas preciosas vistas del Duero encajado en los arribes.
La peña de La Campana carece de señalización, pero es perfectamente visible a la derecha junto a un alcornoque. Se trata de una curiosa formación rocosa que tiene el aspecto de una seta gigante. El paso del tiempo y los fenómenos meteorológicos la han ido modelando hasta convertirla en lo que es hoy en día. Merece la pena acercarse hasta ella para contemplar en su parte inferior las curiosas cavidades que presenta. Es lo que los geólogos llaman taffoni, una curiosa forma de erosión que llama poderosamente la atención.
La Peña de la Campana es un ejemplo de cómo la cultura popular ofrece explicaciones de las formas caprichosas de algunas rocas originadas por la erosión.
Regresamos al camino principal e iniciamos el ascenso entre fincas hasta el punto de inicio.
Waypoints
Ermita de San Vicente y desembocadura del esla
En el entorno se localiza la denominada Campanera de Abelón, una roca de la que la tradición oral menciona que “tres piedras has de coger; mientras un deseo para cada una de ellas pensarás. Una a una las debes tirar y si en sus entrañas quedaran, ellos se te cumplirán”, siendo interpretada como piedra de los deseos. La ermita contó con fervor popular y se creó una cofradía que organizaba todos los años una romería al lugar, pero con el paso del tiempo fue en declive y entre finales de ese siglo y principios del XX se perdió el fervor popular. Un siglo después de la ermita que se erigió en el lugar apenas quedaban algunas piedras como restos y fue entonces cuando la asociación cultural Amigos de Abelón decidió recuperar la romería que honraba a la Virgen de San Vicente
Vista del Duero y molinos
En los molinos de cubo, se construía un “cubo de presión” para ganar altura en el salto de agua y aumentar la energía potencial. Se podía conseguir que con una menor cantidad de agua la fuerza con la que incidía el chorro de agua sobre el rodezno fuese mayor y se obtuviese un mayor rendimiento. El cubo solía estar hecho de piedra o ladrillo, variando su altura y diámetro. En estos casos, la tipología constructiva del molino constaba de una edificación de tres o cuatro alturas, encontrándose en la inferior (semienterrada) el cárcavo y rodezno. En las superiores se encontraba el resto de la maquinaria y zonas de trabajo con los cereales. Como en los molinos de canales, el agua se hacía llegar al cubo a través de un caz. Algunos de estos molinos a su vez, tenían una presa que acumulaba agua para abastecer el cubo de una forma más regular.
Peña campana
La Peña de la Campana es un ejemplo de cómo la cultura popular ofrece explicaciones de las formas caprichosas de algunas rocas originadas por la erosión. No es una seta gigante fosilizada. Es la imagen de la acción de lluvias, frios calores y vientos durante millones de años. Primero desenterró esta gran roca de granítica surgida del interior de la tierra. Después la esculpió, arrancando los materiales más débiles. Y, por último, el agua formó estás cavidades curiosas, a las que la cultura popular ha intentado buscar explicaciones, unidas a leyendas a pobladores ancestrales. Los geólogos las llaman taffoni, su nombre proviene de la isla de Córcega
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