Circular por los Picos de Urbion; Cordal a Viniegra de Arriba, de La Risca al San MIllan

Picos de Urbion; Cordal a Viniegra de Arriba
De La Risca al San Millán

Bilbao a Veintitrés de Agosto de 2013.
Hoy nos hemos acercado hasta Viniegra de Arriba, pretendemos realizar una ruta circular que partiendo del pueblo se interna en el cerrado barranco del arroyo ormazal y continua por él hasta el final donde se asciende al collado Ochernas entre el Alto de las Tres Mojones y La Risca (1.909m.) seguiremos todo el cordal pasando por Malmaterna (1.906 m.), Traición (1.911 m.) Rastraculos (1.825 m.) y por último el San Millán (1.611 m.) volviendo a Viniegra por una bonita y pendiente ladera en donde apreciamos distintos sitios que nos parecieron “camas” de ciervos.
Comenzamos a andar por la ancha pista que se interna en el arroyo de la penilla camino de Vinuesa, atentos porque enseguida hay que abandonarla para meternos a la derecha y atravesando el rio seguirlo en su mayor parte por su margen derecha estamos en la llanada penedillo y ahora sí, seguiremos el arroyo ormazal.
Por el camino nos encontraremos con vacas, atravesaremos el arroyo en varias ocasiones, ahora en verano es fácil, no lleva mucha agua, pero cuando la haya tened en cuenta que no hay puentes.
Son casi siete kilómetros de barranco, entretenido pero se hace largo. En algunos tramos es muy cerrado y angosto, subes muy poquito unos 300 m y al salir al final a terreno despejado la recompensa de las verdes campas es importante.
A partir de aquí toca girar a la derecha y poco a poco subir al collado, puedes ir por donde quieras pero la mejor forma es pasar un “hombro” rocoso y por detrás, por campa como si fuéramos al nacimiento del arroyo y/o al pinar girar a la derecha y subir. Si nos metemos antes del hombro, entraremos en un paraje rocoso difícil de progresar.
En nuestro caso partimos la subida en dos, aprovechando la escusa de que nos encontramos una cuerna de ciervo de 4 puntas para descansar un ratito tomar un trago y coger aire, mientras sacamos algunas fotos.
Al llegar al cordal las vistas son estupendas con la Muela y su circo presidiéndolo todo. Que magnifico paisaje.
Nos dirigimos ahora por la pista hacia la subida a La Risca y a medio camino nos encontramos con la segunda sorpresa del día.
Un yacimiento de fósiles, bueno vale, sin ser pretencioso, en la ladera sur encontramos una zona con muchas ammonites (molusco cefalópodo extinto que puede datar de entre 400 millones de años hasta unos 60. Los de aquí son pequeños y pegados a la roca pero los hay de más de un metro de diámetro)
Tras sacar un montón de fotos reanudamos el camino por la pista que seguimos hasta que cambia de vertiente y comienza a descender, en ese momento nos subimos campo a través a la cima de La Risca.
Iniciamos ahora un continuo sube y baja hasta el final.
Bajamos del pedregoso La Risca y seguido nos subimos al herboso Malmaterna sin otro signo identificativo que unas piedras.
Otro sube y baja nos dejará en el Traición, en algunos sitios lo dicen de “la traición” e incluso algunos sitúan aquí una romántica leyenda.
Veréis hace muchos, pero que muchos años llegó hasta por aquí un señor llamado Publio Cornelio Escipion, era el año 133 AC. y mandaba un poderoso ejército romano que tenia asediada la ciudad de Numancia. Resulta que había un numantino llamado Retógenes que con unos amigotes consiguió burlar el cerco romano y escapó a pedir ayuda. Pero hete aquí que todos los pueblos que visitó se la negaban, pues era mucho el miedo que le tenían al romano. Llegó por fin a la ciudad de Lutia (que algunos quieren situar en los alrededores de Viniegra) y se encontró con un numeroso grupo de jóvenes que se fueron a luchar con él. Los ancianos de Lutia, temerosos de la represalia de Escipion, decidieron darle aviso y éste con su ejército detuvo en el alto de la Traición a los celtiberos que partían hacia Numancia y exigió de ellos que se le entregaran 400 jóvenes a quienes cortó la mano derecha, consiguiendo así que no pudieran luchar y que ninguna otra tribu celtibera diera ayuda al “héroe Retogenes”.
Por leyendas que no quede y si no, nos la inventamos.
Bueno nosotros vamos a seguir recorriendo el cordal, el próximo objetivo es el Rastraculos al que llegamos sin mayor complicación.
Fea cumbre con antenas, que entiendo necesarias, y una caseta que estorban el paisaje tan bonito de la zona, si no fuera por las nubes de mosquitas que nos asaltaron a lo mejor le encontraba algo a la cima, pero lo mejor fue salir de allí pitando y en la bajada hacia el Collado San Millán entendí el porqué del nombre, joder con la bajada… pronunciada y más larga que un día sin pan.
Llegamos ahora al único sitio con sombra de todo el recorrido, me refiero a la subida al San Millan, que se realiza por un bonito sendero entre un bosque de robles que a nosotros nos proporcionaron la sombra necesaria para comer el bocata y descansar un poco las piernas.
La cima es herbosa y proporcionas unas vistas buenísimas de Viniegra de Arriba, el castillo Ganiquete, el Alcaste y de todo el cordal que hemos recorrido.
Ya solo nos falta bajar y eso también tiene tela.
Bajamos por un cortafuego sin camino definido, que ahora no tiene dificultad pero que no me gustaría hacerlo con nieve hielo o simplemente mojado, porque la inclinación es alta, unos 400 metros de desnivel en poco más de un kilometro.
En esta bajada nos encontramos en varios sitios unas zonas de hierbas altas tumbadas como si fueran “camas” de animales, muy cercanas a las escobas que predominan entre la vegetación “retama negra” de flor amarilla y semilla de legumbre negra, usada desde siempre para hacer escobas y que aquí alcanzan casi las dos metros.
Por aquí nos encontramos la segunda cuerna del día también de cuatro puntas.
Llegamos al pueblo por las cercanías de la Ermita de la Magdalena y nos fuimos directos a saciar nuestra sed a la fuente de los tres caños que manaba una abundante rica y fría agua.
Y eso es todo amigos, circular cerrada y hasta otra.
Permitidme que vaya a estirar que la bajada me ha cargado los musculos.
Nos vemos en las montañas.