Circular desde Rosuero, con ascensión a la Cebollera Vieja. Regreso por GR 88 y Cordel del Villar. Ruta de los cortafuegos.

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Para realizar esta ruta tomo como referencia una de elenaex5. He de confesar, después de terminarla, que no es una excursión que recomiende, ya que tiene tramos bastante feos e incómodos, como el camino (que después se transforma en trazas menores de ganado) entre zarzales, antes de llegar al bendito cortafuegos (ese fue nuestro primer pensamiento después del tramo tan infame que hicimos monte a través, esquivando matas), que más tarde se ha convertido en una pesada pesadilla por su monotonía y su pendiente. Cuando se acabó éste pensamos que la ruta iba a ganar enteros, pero no fue así porque gran parte de la subida por la loma hacia la cumbre se hace apenas sin traza entre piornal. Desde la cima de la Cebollera Vieja o Pico Tres Provincias (por ser divisoria entre Madrid, Segovia y Guadalajara) mejora sustancialmente la caminata, tanto por las vistas, como por el propio camino junto a la linde divisoria. También es bastante agradable el inicio de bajada desde el Reajo del Puerto por el GR 88, entre densa pinada. Pero poco después, cuando llegamos a amplio pistarraco, la ruta vuelve a perder muchos enteros, al igual que cuando continuamos bajando (otra vez) por cortafuegos. Cuando pasamos una curiosa barrera (las típicas blancas y rojas de las vías de tren) decido abandonar el track que íbamos siguiendo, para desviarnos en un doble cruce, por una preciosa cañada sobre verdes prados (hay que buscar el escondido y viejo cartel que indica "Rosuero". Aún vamos siguiendo el GR 88, aunque las marcas son más bien escasas. Poco después cruzamos las vías del tren, para girar más tarde a izquierda por la preciosa Cañada de Vera de la Sierra, cruzando el Arroyo la Garganta, antes de regresar a la pista por la que iniciamos la excursión, aunque ahora caminamos a su vera, sobre los cómodos verdes pastos, que nuestros cansados pies agradecen. Sin duda, este tramo final (desde que hicimos nuestra propia ruta al pasar la barrera rojiblanca) es la parte, con mucha diferencia, más cómoda y bonita de toda la ruta, el resto del recorrido lo recomiendo más bien poco.....a menos que seas un gran fan por ejemplo de los cortafuegos.