Circular CUEVAS del RELOJ - OJO de SAN PRUDENCIO - ERMITA de SANTIAGO de LOKIZ - AGUJERO de OLLOBARREN

La misteriosa Sierra de Lokiz es una de las sierras más desconocidas de Navarra. Descubrirla siempre es causa de sorpresa, por sus imponentes crestas rocosas repletas de oquedades, cuevas y rincones increíbles. Hoy nos adentramos en sus entrañas para descubrir lugares sorprendentes como el Ojo de San Prudencio y el Agujero de Ollobarren, a través de una circular que nos dejará ganas de mucho más.

Comenzamos la ruta en el pueblo de Ganuza, a la entrada del mismo encontraremos una zona habilitada para el parking donde podremos dejar nuestro vehículo. Atravesamos Ganuza a través de sus acogedoras callejuelas y nos dirigiremos hacia la Sierra de Lokiz que nos observa con sus enormes paredes de piedra. Tras cruzar una valla, ascenderemos por el camino a la derecha que nos lleva en constante subida a través del Puerto Viejo hasta el pie de los inmensos muros de Lokiz.

Una vez aquí, el camino es muy evidente, avanzaremos por el camino que discurre cómodamente al pie de las paredes de piedra. Nos encontraremos primero las Cuevas del Reloj, unas enormes cuevas de formas caprichosas. A medida que avanzamos las curiosas formas de Lokiz, nos van sorprendiendo a cada paso. Cruzaremos una cueva y en seguida llegaremos al pie de la enorme pared rocosa que dará paso al Ojo de San Prudencio.

Hay que trepar por una canal de piedra con ayuda de las manos, no es un tramo complicado, pero si se va con niños o se padece de vértigo, no es aconsejable subir. El tramo dispone de una cuerda de la que podemos ayudarnos para subir y bajar. Una vez trepamos y llegamos a una repisa, debemos continuar por una cueva. Es muy oscura y en algunos tramos hay que agacharse mucho, por lo que se recomienda llevar frontal para iluminarse. Al final del túnel, nos encontramos con la gran sorpresa del Ojo de San Prudencio, un enorme agujero tallado en la piedra desde el que se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares. En determinadas épocas del año, el acceso al Ojo de San Prudencio está prohibido, al ser una zona de nidificación de aves, por lo que es conveniente informarse de si es posible acceder en esa época antes de ir.

Tras disfrutar de la increíble panorámica desde el Ojo de San Prudencio, volvemos a bajar con cuidado por el canal y seguimos avanzando por el camino en dirección al Puerto Nuevo por el que ascenderemos hasta llegar a la Ermita de Santiago de Lokiz. Desde allí seguiremos por un cómodo camino, que nos llevará sin pérdida hasta el Mirador de Ollogoyen y al espectacular Agujero de Ollobarren, una enorme grieta excavada en las paredes de Lokiz, a través de la cual puedes continuar el camino y traspasarla como si una especie de portal mágico se tratara. Una vez allí, ya solo quedará volver a Ganuza, en un evidente camino de bajada.