Circular al Tozal Blanco y la Punta del Cuezo desde Espierba. Valle de Pineta

Si fuéramos unos cursis redomados, deberíamos calificar esta ruta como "experiencia de bosque". Lo cierto es que transcurre en su casi totalidad por bosques de gran belleza, al inicio de pino rojo, y más arriba de pino negro, salpicados por árboles caducifolios. El paisaje se completa con el magnífico frente norte del Valle de Pineta, que se extiende delante de nuestros ojos durante el transcurso del recorrido, desde el Puntal de Bachaco al este, pasando por las Zucas, hasta el Monte Perdido y el conjunto del Balcón de Pineta al oeste. Los cambios de las luces invernales a lo largo del día acaban de aliñar un espectáculo que no nos va a dejar indiferentes.

Iniciamos la ruta en Espierba, accesible desde la carretera que recorre el Valle de Pineta. No hay mucho espacio de aparcamiento, pero justo en el inicio del PR-HU 192, que seguiremos, hay un buen espacio para 3-4 coches.

Seguiremos pues el PR que, en fuerte pendiente, va ganando altura por el bosque hasta alcanzar la pista carrozable que asciende desde el mismo Espierba. Vamos cortando mediante atajos la mayoría de las curvas, hasta que salimos al Collado de Espierba.

Desde aquí podríamos continuar directamente hacia la Punta del Cuezo, pero vale la pena hacer un recorrido de ida y vuelta por el cordal (nos va a añadir unos 30-40' al horario) hasta el Tozal Blanco para disfrutar de sus vistas.

De vuelta al Collado de Espierba, seguiremos la pista en dirección este. Esta transcurre ligeramente por debajo del cordal y, en poco rato, nos va a llevar al Collado de Sarratillons. Aquí deberemos abandonar la pista y tomar el sendero que, ahora ya por el lomo de la sierra, se dirige, con cierta pendiente, sobre todo al final, hacia la Punta del Cuezo. Desde su cima disfrutaremos del conjunto del Valle del Río Real, con el Robiñera y la Munia al fondo; del Valle de Ordiceto y del Macizo del Cotiella.

Para descender, seguiremos el cordal en dirección este, ya perdiendo altura, para alcanzar unas campas herbosas. Justo cuando empieza el arbolado, deberemos cambiar totalmente de dirección y tomar un sendero (hitos) que se dirige claramente hacia el sur. El trazado es sinuoso y la pendiente pronunciada. En algún punto podemos dudar por la existencia de diversos rastros, pero si nos despistamos no es difícil encontrar nuevamente el sendero correcto.

Tras un descenso pronunciado, la pendiente se suaviza y llegamos a los Llanos de Diera, con alguna construcción agrícola. Aquí recuperamos las marcas del PR, que seguiremos, primero por sendero y finalmente por pista carrozable, hasta llegar de nuevo a Espierba.