Circular al Niañu desde el Pedroso, subiendo por el Collado Andolléu, bajando por el Valle de Brañanueva.

Punto de partida: El Pedroso (Piloña)

Partimos desde Oviedo por la autovía A-64 para salir en Lieres e incorporarnos a la N-634 por la que circulamos hasta Infiesto, donde nos desviamos a la carretera local PI-4. Poco después de pasar Espinaredo en dirección a Riofabar, a la altura del albergue de Los Avellanos, tomamos un desvío a la izquierda indicado como: Raiceu, El Pedrosu, Les Cuerries, por una carreterilla local, aparcando en El Pedroso frente a la casa de Apartamentos Rurales "El Torneru".
Comenzamos nuestra andadura valle arriba por una pista que discurre paralela al arroyo de La Felguerina.
Después de recorrer el primer kilómetro, al llegar a una intersección de pistas, obviamos la que parte a la izquierda, hacia el valle de Brañanueva, por la que habitualmente subíamos al Niañu. En esta ocasión, continuamos por la pista de la derecha, que es desconocida para nosotros, pero que queremos explorar, siendo conscientes que alarga de forma considerable la subida al pico.
En continuo ascenso, pasamos por la Campera Gapito y la Vega Llevis, hasta llegar al Collado Andolléu, donde nos encontramos con la casa Tartiere. A nuestra derecha tenemos el Pico Vizcares.
Después de un breve descanso, ponemos rumbo norte por la ladera occidental de la Peña Brava, a través de una senda, no demasiado evidente, que aparecía y desaparecía como el Guadiana, por la que accedemos al Collado Niañu, donde se nos abre una amplia panorámica de vistas en todas direcciones, especialmente hacia el norte y el oeste.
A partir del collado, la ascensión hasta la cumbre no plantea dificultades, la senda está jitada y la vegetación actual es escasa.
Desde la cumbre podemos contemplar buenas vistas del Macizo Occidental de Picos de Europa, cordal de Ponga, Pierzu, Sierra del Sueve, Sierra del Cuera, Mota Cetín, Cuneo, Sierra del Pesquería, Vizcares y muchas otras cumbres.
Después de deleitarnos con esa bonita panorámica, iniciamos el descenso hasta el Collado Niañu, y desde ahí seguimos bajando, ahora por el Valle de Brañanueva, por una estrecha senda, encontrándonos con algunas cabañas en el camino.
Ya por una pista, accedemos a la majada de La Pereda con su fuente, continuando el descenso, primero por una pista terrera y luego por una hormigonada, con fuerte desnivel, que nos conduce hasta el cruce de caminos, donde enlazamos con la ruta de ida, por la que regresamos hasta el Pedroso.
Este último tramo tiene muchos castaños, así que aprovechamos para recoger sus preciados frutos, que nos íbamos encontrando diseminados por el camino.