Circular al Castañar de las Acequias Montalban y Mezquerina.

No descubrimos nada nuevo, si decimos que toda la Alpujarra, Sus barrancos, Ríos Cerros y Lomas, fueron domesticadas por los árabes.
Todas las acequias que surtían (y surten) del líquido elemento las paratas y labores que ellos diseñaron con infrahumano trabajo, aún hoy día siguen alimentando los escasos cultivos que perviven por estas sierras.
La gran actividad agrícola, prácticamente ha desaparecido, pero las acequias, NO. Siguen ahí, y hoy en día son un ejemplo de lo que hicieron, en la época que lo hicieron, y con los medios que las hicieron.

Al igual que Capileira, Trevélez y otros enclaves de la Alpujarra, Lanjarón que es la entrada de la Alpujarra también posee grandes y exuberantes acequias de caudal generoso con recorridos bellísimos, y hoy recorreremos en sentido circular desde Lanjarón las acequias Montalban y Mezquerina.

Por el barrio Hondillo, comenzamos a ascender buscando el sendero Cerecillo y ganar altura hasta dar con el cauce de acequia Montalban y seguir su curso hasta la toma en el Río Lanjarón.

En las proximidades del Cortijo el Cortijuelo, llegaremos a una intersección de senderos. Si optásemos por seguirlo, nos llevaría hasta la acequia más grande de Lanjarón: Acequia Nueva que lomea los Tajos del Cerecillo. Continuamos el curso de la acequia la cual conforme avanzamos se interna por un extenso bosque de castaños. Bosque que hace años casi se pierde por un pavoroso incendio. Muchos se salvaron pero otros muchos, no. Cierto es que alegra ver después de tantos años del incendio que muchos, desde el mismo tronco vuelven lentamente a renacer a la vida.

Conforme avanzamos observaremos infinidad de cortijos (ruinas) abandonados y perdidos que muestran la gran efervescencia que estos tajos, cerros y lomas ofrecieron. Cierto que era una vida pobre y de escasos rendimientos, pero era lo que había, y quien lo tenia le permitía subsistir, que para la época ya era "vivir o medio vivir".

Seguimos avanzando hasta llegar a una gran cascada. Esta cascada es un aliviadero de la Acequia Nueva que discurre paralela unos trescientos metros a un nivel superior.

En las proximidades de la toma, en el Río Lanjarón, el curso de la acequia es más angosto y tendremos que superar unos tramos volados, aunque no revisten problemas siempre que seamos precavidos.

Abandonamos el lecho del Río y remontamos a la Vereda Real (Sendero, Lanjarón - Tello) dirección a Tello hasta llegar llegar a la Acequia Mezquerina.

Aquí, abandonamos la Vereda Real, y seguimos el curso de la acequia en dirección Sur hasta el Partidor y pasado este, en el Cortijo La Chaparra la abandonamos a nuestra derecha y continuar por sendero BTT ENDURO, el cual solo seguirlo y nos deja nuevamente en la Vereda Real (Sendero Lanjarón Tello), también llamado por los lugareños de Lanjarón como: "Verea de la Sierra".

El recorrido en sí, es de disfrutar del campo y la Naturaleza, sin grandes esfuerzos y a las puertas de Lanjarón. Espero que mi Astilla haya disfrutado tanto como y, Ody, que excepto al final de la jornada que ha padecido el calor, también ha disfrutado lo suyo. En Otoño, volveremos.
Por poner una pega: Tanto la Acequia Montalban como Mezquerina tenían el agua desviada. Aún así, agua hemos visto.