Chorros del Manzanares y collado de los Pastores: desde Canto Cochino
near Manzanares el Real, Madrid (España)
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Pocos miradores de la sierra de Guadarrama tienen un aire tan alpino como el del collado de los Pastores, situado entre el cerro de las Barreras (1.772 m) y La Maliciosa Baja (1.938 m, sierra de los Porrones).
Elevado a 1.748 m sobre la verticalidad del valle que horada el río Manzanares desde su nacimiento, el oteadero se encara a Cabezas de Hierro por el norte, que parecen estar a un palmo de narices. Al oeste acecha la cara este de La Maliciosa, más alomada que la escarpada fachada sur. Y al este, todo el costado occidental de la accidentada Pedriza. Un carnaval visual de cumbres. Parecieran las montañas Rocosas, pero es el Guadarrama. Cuatro mesas panorámicas describen tanto alboroto cimero.
Por cierto, no confundir este collado con el homónimo de la divisoria entre la Cuerda de las Cabrillas y el Alto de las Guarramillas, en las inmediaciones del puerto de Navacerrada.
Desde el aparcamiento de Canto Cochino de La Pedriza (1.040 m), al collado se puede llegar remontando el río Manzanares por el sendero PR-M 18, llamado cordel de Campuzano. Primero se avanza por la orilla izquierda (en los ríos, el lado derecho o izquierdo se establece según desciende la corriente) y se cambia de margen por el puente del Vivero, para disfrutar luego de una panorámica aérea de la Charca Verde (1.150 m). Se permuta de nuevo de ribera por el puente del Retén (1.300 m y 1.54 h de pateo) y se sigue subiendo hasta las imponentes cascadas de los Chorros del Manzanares (1.470 m y 2.22 h). Otra horita más de sendero y se da el giro definitivo en el puente de los Manchegos (1.730 m y 3.30 h).
En este punto, enlazamos con una cómoda pista y abandonamos el PR-M 18, que sigue escalando hasta el nacimiento del río, a 2.200 m, en el Ventisquero de la Condesa, hermoso circo de praderas que cuelga de la falda oriental del Alto de las Guarramillas. Pero esa andada queda para otro día.
Del puente de los Manchegos al mirador del collado de los Pastores, un paseo ya por la pista mencionada.
Un poco de historia: el PR-M18 sigue el 'viejo camino del hielo' y conserva restos de mampostería a la altura de las zetas que surgen pasado el puente del Retén. Se trata de una de las vías utilizadas desde el siglo XVII para transportar a Madrid la nieve que se extraían del Ventisquero de la Condesa, uno de los principales surtidores de la capital [toma su nombre de Francisca de Silva y Mendoza, marquesa de Santillana y condesa del Real de Manzanares (1707-1770), propietaria en su día del lugar]. A falta de frigoríficos, había que encaramarse hasta las cimas guadarramescas para obtener el preciado congelador que enfriaba bebidas, conservaba alimentos o rebajaba fiebres e inflamaciones. Neveros como el de la Condesa fueron intensamente explotados en el siglo XIX y principios del XX.
Carros tirados por bueyes llevaban la carga a la capital. Un tercio de ella se perdía en el viaje, que duraba dos días y medio. Como en Madrid se pagaba por peso descargado, los arrieros llenaban las carretas hasta los topes, y el descenso se convertía en una aventura no exenta de peligrosidad.
El regreso a Canto Cochino lo hacemos al principio por la pista, que hace zeta por la ladera sur de la Maliciosa Baja, hasta que a izquierda se nos abre un sendero (bandera 29) que nos lleva al aparcamiento por el bosque de pinos. Esta senda atraviesa, según desciende, en dos ocasiones la pista (banderas 30 y 32), cuyo recorrido es mucho más sinuoso y, por lo tanto, prolongado. La senda ahorra kilómetros al trazar una diagonal que va cortando las zetas que dibuja la pista y ofrece el encanto, además, de avanzar por el corazón de la pinada.
Elevado a 1.748 m sobre la verticalidad del valle que horada el río Manzanares desde su nacimiento, el oteadero se encara a Cabezas de Hierro por el norte, que parecen estar a un palmo de narices. Al oeste acecha la cara este de La Maliciosa, más alomada que la escarpada fachada sur. Y al este, todo el costado occidental de la accidentada Pedriza. Un carnaval visual de cumbres. Parecieran las montañas Rocosas, pero es el Guadarrama. Cuatro mesas panorámicas describen tanto alboroto cimero.
Por cierto, no confundir este collado con el homónimo de la divisoria entre la Cuerda de las Cabrillas y el Alto de las Guarramillas, en las inmediaciones del puerto de Navacerrada.
Desde el aparcamiento de Canto Cochino de La Pedriza (1.040 m), al collado se puede llegar remontando el río Manzanares por el sendero PR-M 18, llamado cordel de Campuzano. Primero se avanza por la orilla izquierda (en los ríos, el lado derecho o izquierdo se establece según desciende la corriente) y se cambia de margen por el puente del Vivero, para disfrutar luego de una panorámica aérea de la Charca Verde (1.150 m). Se permuta de nuevo de ribera por el puente del Retén (1.300 m y 1.54 h de pateo) y se sigue subiendo hasta las imponentes cascadas de los Chorros del Manzanares (1.470 m y 2.22 h). Otra horita más de sendero y se da el giro definitivo en el puente de los Manchegos (1.730 m y 3.30 h).
En este punto, enlazamos con una cómoda pista y abandonamos el PR-M 18, que sigue escalando hasta el nacimiento del río, a 2.200 m, en el Ventisquero de la Condesa, hermoso circo de praderas que cuelga de la falda oriental del Alto de las Guarramillas. Pero esa andada queda para otro día.
Del puente de los Manchegos al mirador del collado de los Pastores, un paseo ya por la pista mencionada.
Un poco de historia: el PR-M18 sigue el 'viejo camino del hielo' y conserva restos de mampostería a la altura de las zetas que surgen pasado el puente del Retén. Se trata de una de las vías utilizadas desde el siglo XVII para transportar a Madrid la nieve que se extraían del Ventisquero de la Condesa, uno de los principales surtidores de la capital [toma su nombre de Francisca de Silva y Mendoza, marquesa de Santillana y condesa del Real de Manzanares (1707-1770), propietaria en su día del lugar]. A falta de frigoríficos, había que encaramarse hasta las cimas guadarramescas para obtener el preciado congelador que enfriaba bebidas, conservaba alimentos o rebajaba fiebres e inflamaciones. Neveros como el de la Condesa fueron intensamente explotados en el siglo XIX y principios del XX.
Carros tirados por bueyes llevaban la carga a la capital. Un tercio de ella se perdía en el viaje, que duraba dos días y medio. Como en Madrid se pagaba por peso descargado, los arrieros llenaban las carretas hasta los topes, y el descenso se convertía en una aventura no exenta de peligrosidad.
El regreso a Canto Cochino lo hacemos al principio por la pista, que hace zeta por la ladera sur de la Maliciosa Baja, hasta que a izquierda se nos abre un sendero (bandera 29) que nos lleva al aparcamiento por el bosque de pinos. Esta senda atraviesa, según desciende, en dos ocasiones la pista (banderas 30 y 32), cuyo recorrido es mucho más sinuoso y, por lo tanto, prolongado. La senda ahorra kilómetros al trazar una diagonal que va cortando las zetas que dibuja la pista y ofrece el encanto, además, de avanzar por el corazón de la pinada.
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Comments (6)
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Preciosas vistas
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Magnífica ruta y descripción. Se agradece mucho cuando no se conoce y se hace por primera vez, como es mi caso. Conozco otras rutas en La Pedriza, como la sue sube a los Baños de Venus y desde aquí a Las Torres de la Pedriza, pero los Chorros son aún más hermosos. Solo quizá, yo lo he hecho en la descripción de la ruta, que a partir de Los Chorros la senda del PRM-18 a veces está comída por la maleza y escobas y algunos tramos, aunque el desnivel es menor que hasta los Chorros, se hacen difíciles. Pero al margen de esto, todo lo demás perfecto.
Enhorabuena!!!!!!
Muchas gracias, jcaldera, por tu comentario y valoración. Como bien dices, es una ruta muy chula, con mucho río. Y el mirador del collado de los Pastores, todo un regalo. A seguir caminando.
Muy buena ruta, bonita y variada. Aprovechando además sendas alternativas al camino forestal. Sorprende la poca gente que te encuentras por el camino. Desde el puente de los Manchegos, probé a subir un poco más pegado al río, que si tienes tiempo también es muy bonito ahora en primavera. Gracias.
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Moderate
Excelente ruta! Nos ha tocado mucha nieve y hay sido más desafiante de lo esperado
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Muchas gracias por compartir