Chorrón de Peña Puerta-El Rebellón

Esta es una ruta que discurre por la Sierra de Cameros partiendo de Viguera, una bonita localidad situada en un otero junto al río Iregua.
Comenzamos la ruta en la misma localidad y ascendimos por una pista asfaltada casi en todo su recorrido hasta la base del Chorrón de Peña Puerta. Esta parte del recorrido no es muy interesante, ya que en esa zona hay varias granjas y canteras. Pero al llegar a la base del Chorrón y contemplar la enorme pared de piedra que cierra el valle todo cambia. Es impresionante la pared. En las fechas en las que nosotros hicimos la ruta caía un hilillo de agua, pero lo suficiente para poder verlo.
Desde aquí tomamos un sendero a nuestra derecha que ascendía por la ladera de la montaña. Este sendero sube hasta una zona de escalada en la pared y allí termina. Nosotros al ver que, en principio, no había mucha distancia hasta tomar otra senda que nos llevase a la parte de superior de la Pared de Peña Puerta nos aventuramos campo a través en su busca. Al cabo de unos 15 minutos ya lo encontramos y nos dirigimos hacia la peña, viendo que en su parte superior dominaban los prados para el ganado. Es más, nos encontramos con algunas vacas y ovejas.
Ya en la pradera optamos por abandonar el sendero hacia el Rebellón porque vimos otro que aparentemente se dirigía hacia él siguiendo la línea del borde de la pared. Nos aventuramos a seguirlo y ciertamente disfrutamos de las vistas, pero al cabo de un rato nos dimos cuenta de que teníamos que dar media vuelta y volver al sendero inicial para ir hacia la cima buscada.
Seguimos por la senda hasta llegar a una zona con bastante ganado y donde ya el camino se veía pisado por vehículos de los ganadero y allí tomamos una pista de tierra.
Antes nos acercamos a una zona que explicaba el funcionamiento de la Mesta y la Trashumancia por las vías pecuarias y las Cañadas. Había también una cabaña para los pastores restaurada.
Tomamos el camino en dirección al Rebellón. Ascendimos a su cima, pero no nos entretuvimos mucho porque el día no nos regalaba buenas vistas y el viento se estaba volviendo incómodo.
Ya el resto del camino fue casi por completo seguir esta pista en su descenso hacia Viguera. En el mismo, atravesamos una de las canteras de yeso de la zona y nada más pasarla tomamos otra pista a nuestra derecha para no repetir el camino entre granjas de la mañana. En este caso atravesamos varias explotaciones ganadera con abundante ganado bovino y sobre todo equino. Las yeguas con sus potrillos se perfilaban esbeltas en las laderas de los cerros.
Junto a la Peña de la Concepción tomamos otra senda a nuestra izquierda que ya nos devolvió a Viguera con una maravillosa vista de la localidad con el desfiladero del Iregua a sus pies.
Es una ruta moderada porque la distancia y el desnivel la hacen un poco más exigente, pero la mayoría de los caminos son pistas o sendas.