Chipiona, Cádiz
near Chipiona, Andalucía (España)
Viewed 35 times, downloaded 5 times
Trail photos
Itinerary description
Situada cerca de la desembocadura del río Guadalquivir y de Doñana. El legado monumental de la localidad es un fiel reflejo de su genuino devenir histórico, remontándose sus orígenes al Imperio Romano. El castillo fue mandado construir por Guzmán el Bueno y terminado por los Ponce de León en el siglo XIV. Está totalmente almenado y tiene ventanas ojivales y una torre cuadrada.
Su edificio más emblemático es, sin duda, el santuario de Regla, que exhala un aliento neogótico. Erigido sobre una antigua fortaleza hoy día pertenece a la orden franciscana y alberga a la patrona de Chipiona. Destaca su escalera imperial que conduce al claustro mudéjar del siglo XV, los sótanos abovedados, los muros decorados con azulejos de Triana de 1640, el museo y la biblioteca.
El Faro de Chipiona con sus 72 metros de altura es el faro más alto de España y uno de los diez más elevados del mundo. Subir a su balcón requiere subir 322 escalones. No sólo es grande, también es aeromarítimo porque su haz de luz alcanza la misma distancia en horizontal como en vertical y sirve para orientar a los barcos y a los aviones. Tiene un alcance de 80 millas. Ofrece desde lo más alto unas vistas inmejorables que van desde Doñana a la Bahía de Cádiz, pasando por Sanlúcar de Barrameda y la propia Chipiona, con su monasterio de Regla, sus famosos corrales de pesca o las playas de Costa Ballena.
Los paseos marítimos de las playas de Regla y de las Canteras, están llenos de terrazas en las que sentarse a disfrutar de la vista del mar. De igual forma, se pueden observar sus corrales naturales, donde se captura de manera artesanal moluscos y crustáceos.
Y para pasar una jornada tranquila en el campo, la villa ofrece zonas de recreo como El Pinar, hábitat del ancestral camaleón, muy común en la zona.
————————————————————
Playas de Chipiona de Norte a Sur:
- Playa de Montijo - Niño de Oro
(Sanlúcar - Fortín)
- Playa de Micaela
(Fortín - Puerto Deportivo)
- Playa de Cruz del Mar - Las Canteras
(Muelle Deportivo- Castillo / Castillo - Faro)
- Playa de Regla
(Faro - Punta de Camarón)
- Playa de Camarón - La Laguna
(Punta de Camarón - Punta de Cuba)
- Playa de Las Tres Piedras - La Ballena
(Punta de Cuba - Rota)
Ruta realizada en la bajamar).
Fuente: cadizturismo.com
Waypoints
Los Corrales: Pesca con Siglos de Tradición
La localidad de Chipiona es conocida, entre otros atractivos, por sus tradicionales Corrales de Pesca: recintos cerrados conformados por piedras ostioneras, unidas entre sí por escaramujos, ostiones, lapas, ... que actúan como argamasa natural. En ellos los mariscadores tradicionales aprovechan las fases de bajamar para capturar peces y mariscos. Situados en la desembocadura del Río Guadalquivir, uno de los estuarios más importantes de la Península por su gran diversidad ecológica, los corrales de Chipiona se utilizan desde tiempo inmemorial. Se especula con su origen romano, pero no se descarta que provengan de civilizaciones anteriores. Actualmente siguen conservándose los corrales Hondo, Chico, Canaleta del Diablo y Mariño en la playa de Camarón-Tres Piedras; los corrales Nuevo, Cabito y Trapillo en la playa de las Canteras; el corral Longuera en la playa del Muelle; y el corral Montijo en la playa del mismo nombre. Su inmenso tamaño aparenta una gran resistencia, pero en realidad constituyen frágiles estructuras debido a su tradicional forma de construcción, por lo que acusan fácilmente la fuerza del mar o la acción humana. La técnica de captura desarrollada en ellos es respetuosa con el Medio Ambiente y atiende una serie de normas de conservación. Cada corral tiene un catador responsable de su gestión y mantenimiento. Dicho responsable, así como los mariscadores tradicionales, se sirven de diversos útiles: una fija (utensilio de hierro con un tridente por un lado para pinchar las capturas y un gancho por el otro para sacarlas de las oquedades), un francajo (similar a la fija pero con mango de madera), o un cuchillo de marea (con apariencia de sable, aunque carente de filo). Así mismo, los Corrales constituyen el hábitat idóneo para una amplia diversidad de especies de peces e invertebrados, entre los que destacan los peces grandes (corvina, róbalo, palometa,…) y otras especies, como el choco o sepia, erizos, cangrejos y camarones, ya sea como lugar de desove, como espacio de refugio durante la época de alevinaje o como zona de alimentación.
Los Corrales: Pesca con Siglos de Tradición
La localidad de Chipiona es conocida, entre otros atractivos, por sus tradicionales Corrales de Pesca: recintos cerrados conformados por piedras ostioneras, unidas entre sí por escaramujos, ostiones, lapas, ... que actúan como argamasa natural. En ellos los mariscadores tradicionales aprovechan las fases de bajamar para capturar peces y mariscos. Situados en la desembocadura del Río Guadalquivir, uno de los estuarios más importantes de la Península por su gran diversidad ecológica, los corrales de Chipiona se utilizan desde tiempo inmemorial. Se especula con su origen romano, pero no se descarta que provengan de civilizaciones anteriores. Actualmente siguen conservándose los corrales Hondo, Chico, Canaleta del Diablo y Mariño en la playa de Camarón-Tres Piedras; los corrales Nuevo, Cabito y Trapillo en la playa de las Canteras; el corral Longuera en la playa del Muelle; y el corral Montijo en la playa del mismo nombre. Su inmenso tamaño aparenta una gran resistencia, pero en realidad constituyen frágiles estructuras debido a su tradicional forma de construcción, por lo que acusan fácilmente la fuerza del mar o la acción humana. La técnica de captura desarrollada en ellos es respetuosa con el Medio Ambiente y atiende una serie de normas de conservación. Cada corral tiene un catador responsable de su gestión y mantenimiento. Dicho responsable, así como los mariscadores tradicionales, se sirven de diversos útiles: una fija (utensilio de hierro con un tridente por un lado para pinchar las capturas y un gancho por el otro para sacarlas de las oquedades), un francajo (similar a la fija pero con mango de madera), o un cuchillo de marea (con apariencia de sable, aunque carente de filo). Así mismo, los Corrales constituyen el hábitat idóneo para una amplia diversidad de especies de peces e invertebrados, entre los que destacan los peces grandes (corvina, róbalo, palometa,…) y otras especies, como el choco o sepia, erizos, cangrejos y camarones, ya sea como lugar de desove, como espacio de refugio durante la época de alevinaje o como zona de alimentación.
de Las Canteras - Cruz del Mar
LOS CORRALES: Pesca con Siglos de Tradición La localidad de Chipiona es conocida, entre otros atractivos, por sus tradicionales Corrales de Pesca: recintos cerrados conformados por piedras ostioneras, unidas entre sí por escaramujos, ostiones, lapas, ... que actúan como argamasa natural. En ellos los mariscadores tradicionales aprovechan las fases de bajamar para capturar peces y mariscos. Situados en la desembocadura del Río Guadalquivir, uno de los estuarios más importantes de la Península por su gran diversidad ecológica, los corrales de Chipiona se utilizan desde tiempo inmemorial. Se especula con su origen romano, pero no se descarta que provengan de civilizaciones anteriores. Actualmente siguen conservándose los corrales Hondo, Chico, Canaleta del Diablo y Mariño en la playa de Camarón-Tres Piedras; los corrales Nuevo, Cabito y Trapillo en la playa de las Canteras; el corral Longuera en la playa del Muelle; y el corral Montijo en la playa del mismo nombre. Su inmenso tamaño aparenta una gran resistencia, pero en realidad constituyen frágiles estructuras debido a su tradicional forma de construcción, por lo que acusan fácilmente la fuerza del mar o la acción humana. La técnica de captura desarrollada en ellos es respetuosa con el Medio Ambiente y atiende una serie de normas de conservación. Cada corral tiene un catador responsable de su gestión y mantenimiento. Dicho responsable, así como los mariscadores tradicionales, se sirven de diversos útiles: una fija (utensilio de hierro con un tridente por un lado para pinchar las capturas y un gancho por el otro para sacarlas de las oquedades), un francajo (similar a la fija pero con mango de madera), o un cuchillo de marea (con apariencia de sable, aunque carente de filo). Así mismo, los Corrales constituyen el hábitat idóneo para una amplia diversidad de especies de peces e invertebrados, entre los que destacan los peces grandes (corvina, róbalo, palometa,…) y otras especies, como el choco o sepia, erizos, cangrejos y camarones, ya sea como lugar de desove, como espacio de refugio durante la época de alevinaje o como zona de alimentación.
Cruz del Mar - Corral de la Longuera
LOS CORRALES: Pesca con Siglos de Tradición La localidad de Chipiona es conocida, entre otros atractivos, por sus tradicionales Corrales de Pesca: recintos cerrados conformados por piedras ostioneras, unidas entre sí por escaramujos, ostiones, lapas, ... que actúan como argamasa natural. En ellos los mariscadores tradicionales aprovechan las fases de bajamar para capturar peces y mariscos. Situados en la desembocadura del Río Guadalquivir, uno de los estuarios más importantes de la Península por su gran diversidad ecológica, los corrales de Chipiona se utilizan desde tiempo inmemorial. Se especula con su origen romano, pero no se descarta que provengan de civilizaciones anteriores. Actualmente siguen conservándose los corrales Hondo, Chico, Canaleta del Diablo y Mariño en la playa de Camarón-Tres Piedras; los corrales Nuevo, Cabito y Trapillo en la playa de las Canteras; el corral Longuera en la playa del Muelle; y el corral Montijo en la playa del mismo nombre. Su inmenso tamaño aparenta una gran resistencia, pero en realidad constituyen frágiles estructuras debido a su tradicional forma de construcción, por lo que acusan fácilmente la fuerza del mar o la acción humana. La técnica de captura desarrollada en ellos es respetuosa con el Medio Ambiente y atiende una serie de normas de conservación. Cada corral tiene un catador responsable de su gestión y mantenimiento. Dicho responsable, así como los mariscadores tradicionales, se sirven de diversos útiles: una fija (utensilio de hierro con un tridente por un lado para pinchar las capturas y un gancho por el otro para sacarlas de las oquedades), un francajo (similar a la fija pero con mango de madera), o un cuchillo de marea (con apariencia de sable, aunque carente de filo). Así mismo, los Corrales constituyen el hábitat idóneo para una amplia diversidad de especies de peces e invertebrados, entre los que destacan los peces grandes (corvina, róbalo, palometa,…) y otras especies, como el choco o sepia, erizos, cangrejos y camarones, ya sea como lugar de desove, como espacio de refugio durante la época de alevinaje o como zona de alimentación.
You can add a comment or review this trail
Comments