Cerro Pelado, Cerro de la Camorca y Fuente de la Reina desde La Pradera de Navalhorno
near La Pradera de Navalhorno, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Preciosa ruta, con gran parte de historia, que catalogo como fácil ya que no tiene mayor complicación técnica, a pesar del kilometraje. Eso sí, tiene partes de subida durillas. Ahora lo comentaremos.
Comenzamos bien prontito, aún de noche, desde el parking de la Boca del Asno. Descendemos hasta el puente y subimos brevemente para alcanzar el camino de las Pesquerías Reales, preciosa senda al lado del Eresma de los tiempos de Carlos III. Pasaremos por el puente de Navalacarreta (sin cruzarlo) y seguiremos hasta llegar a un cruce donde tomaremos una senda que sale en continua subida a la izquierda. A partir de aquí, y hasta el cerro pelado, será la parte más dura de toda la ruta. Inicialmente, como hemos dicho, subiremos por pista. No tardando mucho, la abandonaremos para visitar la fuente del Tío Linos, la cual está un poco escondida entre la maleza y los helechos. Desde aquí, vamos a comenzar a subir campo a través por el bosque. Eso sí, se sube bien ya que no hay vegetación tupida. Tras algo así como 600 mts, retomamos la senda. A pesar de ésta, la subida sigue siendo muy dura, exigiendo hacer paradas cada poco rato debido al duro desnivel. Tras casi un km. desde que retomamos dicha senda, alcanzamos (¡por fin!) la cima del cerro Pelado. Lo cierto es que tampoco es una cima de gran interés ni que presente grandes vistas, pero bueno, nos ha servido para subir casi todo el desnivel de la ruta.
Ahora nos toca descender un poquillo hasta alcanzar una ancha pista que se transita muy cómodamente, casi toda en falso llano. Aquí llegué incluso a divisar un par de cervatillos. Pasaremos por una fuente (sin agua, a pesar de todas las lluvias), y tras un buen rato andando, nos desviaremos levemente por un camino a la izquierda para comenzar a realizar la ascensión final al cerro de La Camorca. Tras una corta subida, llegamos al cerro, donde nos encontramos el refugio y la caseta de vigilancia. Además, como nota curiosa, también me encontré con dos jabalís que salieron huyendo de los matorrales.
En este punto, paramos a comer un poquillo y descansar. No pude entrar en el refugio porque en esta ocasión estaba ocupado, pero sí estuve un poco subido en la caseta disfrutando del espectacular paisaje. Además, a pesar de que el día estaba bastante nublado, lo cierto es que en ese momento empezó a salir por momentos el sol, con lo que las vistas mejoraron aún más.
Tras un ratillo, comencé el descenso continuando la senda por la que había subido. Tras casi km. y medio de descenso, enlacé nuevamente con la carretera forestal con la que conecté cuando bajé del Cerro Pelado. En este punto, la pista parece casi asfaltada, y nos lleva en unos pocos metros a la Fuente de la Reina. Al poco, atrochamos por el bosque brevemente para alcanzar una pequeña senda bien marcada que nos llevará hasta el Chozo situado en la Majada Muñoveros. No supe de su existencia hasta hace bien poquito, así que tenía curiosidad por verlo. Y no defrauda, ya que está muy bien conservado por fuera (por dentro apenas tiene un banco y poco más), donde además, hay un banco para sentarse y descansar. Y a fe que lo hice, ya que aproveché el lugar para dar merecida cuenta del bocata del almuerzo.
Una vez acabado, bajaré por la senda, ahora ya directamente hasta la carretera forestal por la que he pasado hace un ratito. Aquí vemos varios troncos cortados y apilados. Nosotros seguiremos rectos, inicialmente en ligero ascenso hasta que tomamos una intersección a la derecha y bajamos ya hacia el Eresma por la divisoria de los Berciales.
Pero antes de llegar al Eresma, tendré que vadear el arroyo de Nava de las Hoyas. Aquí en este punto tuve que andar un tramito campo a través, sin mayor complicación, aunque creo que si lo hubiera vadeado un poco antes, habría encontrado camino. En cualquier caso, como digo, tampoco supuso gran problema, y rápidamente encontré el enlace a una pista que, tras vadear el arroyo de las Pamplinas, me lleva nuevamente a las Pesquerías Reales, ya bordeando por la izquierda el Eresma. Esta senda, para el que no lo conozca, es sencillamente espectacular. Una preciosidad. Ahora ya, andando con mucha calma y disfrutando de las magníficas vistas del camino y el río, llegaremos nuevamente al parking para dar por finalizada la aventura de hoy.
Comenzamos bien prontito, aún de noche, desde el parking de la Boca del Asno. Descendemos hasta el puente y subimos brevemente para alcanzar el camino de las Pesquerías Reales, preciosa senda al lado del Eresma de los tiempos de Carlos III. Pasaremos por el puente de Navalacarreta (sin cruzarlo) y seguiremos hasta llegar a un cruce donde tomaremos una senda que sale en continua subida a la izquierda. A partir de aquí, y hasta el cerro pelado, será la parte más dura de toda la ruta. Inicialmente, como hemos dicho, subiremos por pista. No tardando mucho, la abandonaremos para visitar la fuente del Tío Linos, la cual está un poco escondida entre la maleza y los helechos. Desde aquí, vamos a comenzar a subir campo a través por el bosque. Eso sí, se sube bien ya que no hay vegetación tupida. Tras algo así como 600 mts, retomamos la senda. A pesar de ésta, la subida sigue siendo muy dura, exigiendo hacer paradas cada poco rato debido al duro desnivel. Tras casi un km. desde que retomamos dicha senda, alcanzamos (¡por fin!) la cima del cerro Pelado. Lo cierto es que tampoco es una cima de gran interés ni que presente grandes vistas, pero bueno, nos ha servido para subir casi todo el desnivel de la ruta.
Ahora nos toca descender un poquillo hasta alcanzar una ancha pista que se transita muy cómodamente, casi toda en falso llano. Aquí llegué incluso a divisar un par de cervatillos. Pasaremos por una fuente (sin agua, a pesar de todas las lluvias), y tras un buen rato andando, nos desviaremos levemente por un camino a la izquierda para comenzar a realizar la ascensión final al cerro de La Camorca. Tras una corta subida, llegamos al cerro, donde nos encontramos el refugio y la caseta de vigilancia. Además, como nota curiosa, también me encontré con dos jabalís que salieron huyendo de los matorrales.
En este punto, paramos a comer un poquillo y descansar. No pude entrar en el refugio porque en esta ocasión estaba ocupado, pero sí estuve un poco subido en la caseta disfrutando del espectacular paisaje. Además, a pesar de que el día estaba bastante nublado, lo cierto es que en ese momento empezó a salir por momentos el sol, con lo que las vistas mejoraron aún más.
Tras un ratillo, comencé el descenso continuando la senda por la que había subido. Tras casi km. y medio de descenso, enlacé nuevamente con la carretera forestal con la que conecté cuando bajé del Cerro Pelado. En este punto, la pista parece casi asfaltada, y nos lleva en unos pocos metros a la Fuente de la Reina. Al poco, atrochamos por el bosque brevemente para alcanzar una pequeña senda bien marcada que nos llevará hasta el Chozo situado en la Majada Muñoveros. No supe de su existencia hasta hace bien poquito, así que tenía curiosidad por verlo. Y no defrauda, ya que está muy bien conservado por fuera (por dentro apenas tiene un banco y poco más), donde además, hay un banco para sentarse y descansar. Y a fe que lo hice, ya que aproveché el lugar para dar merecida cuenta del bocata del almuerzo.
Una vez acabado, bajaré por la senda, ahora ya directamente hasta la carretera forestal por la que he pasado hace un ratito. Aquí vemos varios troncos cortados y apilados. Nosotros seguiremos rectos, inicialmente en ligero ascenso hasta que tomamos una intersección a la derecha y bajamos ya hacia el Eresma por la divisoria de los Berciales.
Pero antes de llegar al Eresma, tendré que vadear el arroyo de Nava de las Hoyas. Aquí en este punto tuve que andar un tramito campo a través, sin mayor complicación, aunque creo que si lo hubiera vadeado un poco antes, habría encontrado camino. En cualquier caso, como digo, tampoco supuso gran problema, y rápidamente encontré el enlace a una pista que, tras vadear el arroyo de las Pamplinas, me lleva nuevamente a las Pesquerías Reales, ya bordeando por la izquierda el Eresma. Esta senda, para el que no lo conozca, es sencillamente espectacular. Una preciosidad. Ahora ya, andando con mucha calma y disfrutando de las magníficas vistas del camino y el río, llegaremos nuevamente al parking para dar por finalizada la aventura de hoy.
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