Cerro Huenes, El Tamboril, Cerro Gordo, Pico de la Carne, Cerro del Sol

El gran macizo montañoso del Cerro Huenes, es la primera visión que percibimos si miramos a Sierra Nevada desde Granada, aunando en su casquete perimetral seis Cumbres. Cerro Huenes, Tamboril, Cerro las Minas, Cerro Gordo, Pico la Carne y Cerro del Sol, desde las cuales las panorámicas visuales que percibimos y "oteamos" en trescientos sesenta grados, son espectaculares tanto al norte como el sur, este u oeste.

Además de las apabullantes panorámicas que obtenemos en esta ruta, ésta esconde infinidad de atractivos que hacen de ella uno de los rincones imprescindibles del Parque Nacional de Sierra Nevada, disfrutando del sensacional sendero que recorre Tajo Colorao y toda la cara oeste del Cerro Tamboril, los idílicos bosques y entorno de Fuente Fría y la Llanada del Chopo, los arenales dolomíticos que afloran en diferentes tramos del recorrido, y sobre todo la grandiosidad de sentir la magia nevadense que impregna este espectáculo visual encaramados en unos de los mejores palcos para disfrutar de esta apoteosis natural que es Sierra Nevada.

Con mi querida compañera "Kira" iniciamos este recorrido desde la pista de la Cortijuela por el Sendero balizado PR-A-20 de Fuente Fría internándose por el Barranco Arroyo del Huenes, y a media ladera ir bordeando de oeste a norte por la base del Tamboril hasta el antiguo refugio del vivero, salvando el Barranco de las Majadillas y del Lobo.

Conforme avanzamos por el Sendero, el Arroyo del Huenes cada vez queda más bajo y dominamos unas panorámicas abiertas de todo el Barranco, como de Boca la Pescá, Silleta del Padul, Cortijo del Hervidero y Granada en la lejanía realmente espectaculares.

Conforme avanzamos, vamos ganando altura hasta coronar el Collado Quebrantajares, preludio de la ubicación del refugio barracón de Fuente Fría donde antiguamente existía el vivero forestal para la repoblación que se llevó a cabo en todo el macizo, pues toda la gran masa forestal que hoy disfrutamos al recorrerlo, se realizó en los años cincuenta del siglo pasado. En lugar donde se encuentra el Barracón y el vivero es encantador y mágico.

Abandonamos el lugar, ascendiendo por la senda que se interna en el pinar de la cañada de Fuente Fría, hasta la misma fuente, donde antiguamente existía un alambique para destilación de esencias de las plantas aromáticas de la sierra.

Lamentablemente, la fuente tiene solo un hilillo de agua que vierte por una goma en unas bañeras para abrevadero del ganado.

Con la tristeza de lo que era la fuente, y ya no es, continuamos caminando hasta los Rediles del Huenes en donde se edificó un aprisco para el ganado con refugio para los pastores y fuente abrevadero para el ganado alimentada desde la fuente del chopo, y canalizando esta hasta un aljibe próximo al aprisco.

Pasado el aljibe el sendero se interna a la derecha por un espeso bosque en fuerte pendiente por la Cañada del Chopo hasta coronar en la llanada del Chopo desde la cual con orientación al sur, dominaremos la espectacularidad de las altas cumbres de Sierra.

Desde el Collado del Huenes hasta la cumbre, es un simple paseo. Lo que no es simple, es la espectacularidad de las panorámicas que divisamos desde este inmenso mirador natural dominamos la panorámica de 360º con otras sierras andaluzas como la Sierra Almijara con el Navachica y el Lucero, Sierra Tejeda con La Maroma, la Sierra de Loja, la Sierra de la Parapanda, Sierra Elvira, las Sierras Subbéticas, la Sierra Sur de Jaén, la Sierra de Huétor y Sierra Arana, la Sierra de Cazorla, del Pozo, Castril e incluso La Sagra entre otros accidentes geográficos que llegan a saturar visualmente en tan inmejorable mirador natural. No hay palabras para describir tal magnitud.

Desde el Huenes nos desplazamos hasta su vértice geodésico, que no comparten la misma ubicación, para regresar sobre nuestros pasos en dirección a la Llanada del Chopo y continuar a la próxima cumbre que no es otra que el Tamboril. Su ascenso no tiene dificultad alguna. Solo una sencilla trepada, desde la cual nuevamente las visuales a la Granada, su vega y el temple son idílicas.

Abandonamos el Tamboril para regresar a la Llanada del Chopo, y sin senda clara, por el pinar vamos al siguiente objetivo: Cerro las Minas, el cual superarlo es solo un paseo, y lo hacemos por el Collado que separa las Minas de Cerro gordo, máximo exponente en altura con sus 1885 m del macizo del Huenes. Destaca de él, su forma redonda piramidal y tras una corta pero intensa subida, hollamos su arenosa cima. Al igual que las anteriores, desde esta Cumbre, la percepción visual de los tresmiles es inmensa, llamando especial atención la cuerda del Trevenque y los Alayos, resultando un impacto visual brutal.

Repuestos de la tremenda grandiosidad de las panorámicas percibidas, descendemos Cerro Gordo con la vista puesta en el Pico de la Carne cresteando la loma divisoria del Barranco de las Majadillas, con el Arroyo del Huenes, bajo la atenta mirada del Trevenque y su cuerda hasta la base del Pico de la Carne, desde el cual ascendemos por sus escarpes hasta su Cima. Otro Otero excepcional desde el cual las panorámicas en trescientos sesenta grados son brutales.

Sin abandonar el cresteo de la cuerda, en descenso hacia el oeste, nos aproximamos al último de la mañana: Cerro del Sol. Desde esta meseta, hacia poniente, las vistas que disfrutamos hacia el Temple granadino, no te dejan indiferente.

Abandonamos el Cerro del Sol siguiendo el Sendero de la cuerda hasta confluir en el Sendero de inicio, el Sendero PR-A-20 finalizando junto al puente de los Siete Ojos, y tras un breve trecho retornar al punto de inicio de esta mañana.

El recorrido de hoy, siendo llamativo por si solo, hoy nos hemos encontrado la gran sorpresa de la nieve, dando esta un espectaculo de por si embaucador, mágico y sorprendente.