Cerro del Fuerte o del Palo-Cerro Centinela 2024

Nos adentramos en las estribaciones de la Sierra Alhamilla, con el objeto de coronar dos cerros poco conocidos, pero que sin embargo albergan rincones de interés paisajístico e histórico: el Cerro del Palo o del Fuerte y el Cerro del Centinela.

La ruta tiene tramos de trocha monte, en la subida y en la bajada a los dos cerros. En el descenso del Cerro del Palo, unido al desnivel, el terreno presenta algo de piedra suelta por lo que habrá que prestar atención a la pisada para no resbalar. En el resto del recorrido marcharemos usando el lecho de ramblas, rodadas de motos o caminos.
La parte inicial de la ruta discurre por la zona conocida como Mesica del Abriojal, cuyo nombre se lo da la existencia de una abrupta meseta que se alza bellamente modelada por las aguas de escorrentía. Nos envuelve un paisaje desértico, muy similar al del desierto de Tabernas; pues comparte origen geológico: cárcavas, afloramientos de yesos, antiguas depresiones marinas…, nos acompañarán durante los 3 primeros kilómetros.

Como curiosidad señalar que, en este tramo inicial, a 1 km de la salida, nos toparemos con un pozo al que si nos asomamos notaremos el vapor caliente que asciende por él, indicio de haber pinchado en algún acuífero de aguas termales.

El track nos avisará cuándo debemos abandonar este entramado de cárcavas, ascendiendo por un espolón en el que hay unas rodadas de motos. Al tomar altura tendremos unas magníficas vistas a este paisaje desértico y de gran fuerza paisajística.

El descenso hacia el Camino de los Yesos lo haremos por otro espolón, en el que también hay marcas de rodadas de motos, que facilitan el descenso. Evitar siempre andar pegados al borde, ya que este suelo margoso es fácilmente deleznable.
Es muy importante evitar hacer la ruta tras lluvias intensas, pues nos encontraremos este terreno muy embarrado; y totalmente desaconsejable si hay previsión de lluvias, pues puede producirse alguna riada.

Una vez en el Camino de los Yesos avanzaremos cómodamente adentrándonos en una antigua llanura de origen marino, donde tendremos vistas maravillosas al cerro Alfaro y comenzaremos a ver la silueta del Cerro del Palo o Fuerte. Todavía nos quedará 1 km para seguir disfrutando de la belleza y colorido de este paisaje desértico.

El camino de los Yesos acabará por dejar atrás la llanura y comenzará a tomar altura de forma muy progresiva, encaminándonos hacia el Cerro del Palo y el Centinela.

El Cerro del Palo, presenta una fisonomía muy característica y bella, que visto desde la autovía atrapa. Es un cerro altivo, de aspecto piramidal, con una cara sur muy abrupta y una cara oeste vertical. Este cerro es también conocido como el Cerro del Fuerte, por tener restos de una antigua muralla que data de los siglos IV al VI d.C. (época tardorromano y bizantina). La razón de este asentamiento era proteger la actividad minera de la cerca Sierra Alhamilla, basada en la extracción de minerales de hierro.

El track y los waypoints os ayudarán a encontrar los restos de la mencionada muralla, ya que es muy fácil pasar de largo, sin percatarnos de su presencia.
Para ver los restos mejor conservados de la muralla hay que dejar el camino; pues estos se encuentran por encima del mismo, no viéndose desde este.

Una vez vista la muralla, recuperamos el camino, el cual dejamos en este mismo lugar, para acometer la ascensión al Cerro del Palo. Como ya mencioné no hay sendero ni ninguna marca que nos guíe, por lo que debemos subir por donde mejor veamos, habiendo cómodo pasillo en el matorral.

En algún momento de la subida habrá que usar las manos para progresar en la ascensión; pero con una buena agilidad no debe haber problema.

Durante la ascensión nos pegamos al lado derecho para disfrutar de la impresionante caída vertical que muestra el cerro por ese lado.

También disfrutaremos de las vistas al valle del Bajo Andarax donde se ubican (de derecha a izquierda) los pueblos de Alhama de Almería, Gádor, Rioja, Benahadux, Pechina, Viator, Huércal de Almería y Almería.

Alcanzada la cima (520 m) tendremos una magnífica panorámica a la Sierra de Cabo de Gata (desde los Frailes hasta el San Miguel), la bahía de Almería, Sierra de Gádor, Sierra Nevada (desde Montenegro al Mulhacén), Filabres (Calar Alto y Tetica de Bacares), al Alfaro y al Desierto.

A nuestra izquierda se alza el Cerro del Centinela (nuestro próximo objetivo). Desde aquí no se ve la oquedad que hay en su cima y que hemos bautizado como el “Ojo del Centinela”.

La bajada del cerro del Palo se hace por el mismo sitio, por un terreno con algo de piedra suelta; pero como no tiene mucho desnivel, yendo atento a la pisada no debe haber problema.

Al llegar a la pequeña llanada donde hay un poste del tendido eléctrico, tomaremos un camino a la derecha, que viene justo a morir aquí, el cual nos saca al Camino de los Yesos.
Bastará unos metros de avance por él para poder otear ya el “Ojo del Centinela”. Una oquedad que hay en un afloramiento rocoso en forma de bola, muy próximo a la cima.

El track nos irá marcando las bifurcaciones del camino a seguir, el cual tiene algún tramo muy erosionado) y ha sufrido literalmente un bocado por la cantera de áridos, que devora el cerro anexo al Palo.

Con una fácil trepa, saldremos del camino, y bastará un corto trocha monte para recuperarlo, unos metros más arriba.

De forma cómoda hemos llegado a la cara posterior del Cerro del Centinela. Su subida se hará en un cómodo campo a través, sin mucho desnivel. Con sus 543 m, este cerro se convierte en la mayor cota de la ruta de hoy.

Para alcanzar el “Ojo del Centinela”, bastará con desplazarse hacia la izquierda, descender unos metros para poder rodear el espolón rocoso sin ningún tipo de dificultad. De nuevo las vistas serán espectaculares.

El regreso al inicio del recorrido será prácticamente igual al de la ida. En su tramo final hay un pequeño tramo por carretera, pero este se puede hacer perfectamente por fuera de ella, además de ser una carretera con poco tráfico.

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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.

QUE LA DISFRUTÉIS y recuerda LLÉVATE A CASA TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE SEA.