Cascada del Cancho Litero.
near Villavieja del Lozoya, Madrid (España)
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Itinerary description
Esta ruta sale del pueblo Villavieja del Lozoya, al que llegaremos por la N-I, salida 74, hasta Buitrago de Lozoya, y desde aquí por la M-634.
Llegados a Villavieja del Lozoya, unos metros antes de la señal que indica final del pueblo, sale una pista adoquinada a la derecha, que nos lleva a La Colonia Los Llanos.
Casi al final de La Colonia, a mano derecha, sale una pista de tierra que en breve nos lleva a pasar por encima de las vías del tren. Antes de éstas o después, se puede aparcar el coche y echarnos a andar.
Cruzamos por un paso canadiense que nos indica el inicio de esta ruta (se puede avanzar en coche unos pocos km más hasta una barrera para impedir el acceso más adentro a los vehículos no autorizados) y nada más rebasarlo se puede bajar hasta un arroyo (si vas con perros es ideal), cruzarlo y volver a subir para enlazar con la pista de tierra.
Sin pérdida en 30 minutos llegamos hasta la barrera antes citada para los vehículos y en el desvío que se nos presenta optar por el de nuestra derecha.
En suave descenso veremos a nuestra izquierda mojones de piedra grandes que delimitaban las lindes entre Madrid y Segovia en la Edad Media (ahora todo es de Madrid).
Pasamos el arroyo de Los Robles y cuando empieza la pista a ponerse cuesta arriba, y antes de llegar a un cartel informativo al lado derecho del camino, nos salimos de éste a manderecha. Iremos caminando a media loma con un sendero que no envidia nada al río Guadiana (aparece y desaparece).
Hay muchos troncos esparcidos por el suelo y es de agradecer que no sean muy gruesos para poder sortearlos sin problema alguno.
El arroyo Collado del Espino lo tendremos en todo momento a nuestra derecha y a la vista pero no bajéis a su orilla de momento porque os obligará a subir y bajar constantemente, es mejor seguir por la parte media hasta que demos con un arroyo, (que baja a desaguar al río) saltarlo y ahora sí, empezar el descenso hasta el río para seguir por su orilla sin cruzarlo (a la contra del sentido de las aguas) hasta dar con un puente de troncos bastante bueno para cruzar a la otra orilla y empezar el ascenso a izquierdas.
Está bien señalizado con mojones de piedra y aquí sí que sí, el sendero está bien pisoteado.
Tomamos altitud para luego bajar, siempre por sendero, y deleitarnos con la cascada que ruge como enfadada, como si la hubieran expulsado de lo alto de la montaña. Vuelta por el mismo camino.
A la vuelta nos servirá de referencia una gran roca forrada de musgo, que bordaremos por la derecha y que a la ida pasa desapercibida. La encontraremos después de saltar el arroyo anteriormente citado que baja a desaguar al río.
Llegados a Villavieja del Lozoya, unos metros antes de la señal que indica final del pueblo, sale una pista adoquinada a la derecha, que nos lleva a La Colonia Los Llanos.
Casi al final de La Colonia, a mano derecha, sale una pista de tierra que en breve nos lleva a pasar por encima de las vías del tren. Antes de éstas o después, se puede aparcar el coche y echarnos a andar.
Cruzamos por un paso canadiense que nos indica el inicio de esta ruta (se puede avanzar en coche unos pocos km más hasta una barrera para impedir el acceso más adentro a los vehículos no autorizados) y nada más rebasarlo se puede bajar hasta un arroyo (si vas con perros es ideal), cruzarlo y volver a subir para enlazar con la pista de tierra.
Sin pérdida en 30 minutos llegamos hasta la barrera antes citada para los vehículos y en el desvío que se nos presenta optar por el de nuestra derecha.
En suave descenso veremos a nuestra izquierda mojones de piedra grandes que delimitaban las lindes entre Madrid y Segovia en la Edad Media (ahora todo es de Madrid).
Pasamos el arroyo de Los Robles y cuando empieza la pista a ponerse cuesta arriba, y antes de llegar a un cartel informativo al lado derecho del camino, nos salimos de éste a manderecha. Iremos caminando a media loma con un sendero que no envidia nada al río Guadiana (aparece y desaparece).
Hay muchos troncos esparcidos por el suelo y es de agradecer que no sean muy gruesos para poder sortearlos sin problema alguno.
El arroyo Collado del Espino lo tendremos en todo momento a nuestra derecha y a la vista pero no bajéis a su orilla de momento porque os obligará a subir y bajar constantemente, es mejor seguir por la parte media hasta que demos con un arroyo, (que baja a desaguar al río) saltarlo y ahora sí, empezar el descenso hasta el río para seguir por su orilla sin cruzarlo (a la contra del sentido de las aguas) hasta dar con un puente de troncos bastante bueno para cruzar a la otra orilla y empezar el ascenso a izquierdas.
Está bien señalizado con mojones de piedra y aquí sí que sí, el sendero está bien pisoteado.
Tomamos altitud para luego bajar, siempre por sendero, y deleitarnos con la cascada que ruge como enfadada, como si la hubieran expulsado de lo alto de la montaña. Vuelta por el mismo camino.
A la vuelta nos servirá de referencia una gran roca forrada de musgo, que bordaremos por la derecha y que a la ida pasa desapercibida. La encontraremos después de saltar el arroyo anteriormente citado que baja a desaguar al río.
Waypoints
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